Compartir el post "Roberto Fernández: Una trayectoria consecuente… contra los trabajadores"
El actual secretario general del gremio nacional del Transporte debió suceder a su antecesor en setiembre de 2006 por una circunstancia, podemos decir, fortuita. Fortuita porque estaba al frente Juan Manuel Palacios y salieron a la luz, vaya a saber por qué, unos negocios de compra de unos campitos de varios millones de dólares cercanos a la localidad de Henderson en la Provincia de Buenos Aires, por lo cual dejó el cargo haciendo el menor ruido posible y tomó las riendas el actual titular.
Titular que, no por haber reemplazado al posteriormente fallecido Palacios, ni fue ni es ajeno a sus emprendimientos empresariales. Tal es así, que en una compañía, cuya sociedad compartían, se ha sabido que forman parte de una empresa off shore con cuentas en Panamá. Cualquier semejanza con la realidad es pura coincidencia. Pero investigaciones del diario Perfil no desmentidas por propios ni ajenos así lo certifican.
“Los sindicalistas tienen vínculos documentados con esa sociedad, que recibe el nombre de Vandalia Investments Limited. La firma offshore estableció una sucursal en Argentina, donde contrató al mismo escribano y se estableció en la misma dirección que Calema, la compañía que los gremialistas usaron para comprar las propiedades rurales. (…) Pero existe un nexo todavía más fuerte: la empresa foránea informó como domicilio fiscal una casa de la familia de Fernández. (…) La empresa offshore fue creada en Las Bahamas, un archipiélago de islas del mar Caribe considerado un ‘paraíso fiscal’, porque rige un secreto que hace difícil saber –por ejemplo- quiénes son los dueños de un depósito bancario o de una empresa”. (Leonardo Nicosia. Perfil.com 21/11/10)
Con esa cuenta bancaria, ¿qué dirigente puede defender el salario de un obrero?
Con este historial a cuestas, no nos puede sorprender la política llevada adelante por esta cúpula gremial en los conflictos de los trabajadores que demandan por sus necesidades más inmediatas. El que se desarrolló las últimas semanas, de la dura pelea de los trabajadore/as de Córdoba que enfrentan a la Gendarmería y la persecución del gobierno provincial y municipal, su reciente exhortación los puso al desnudo en el título de su comunicado: “Repudiamos hechos de violencia en Córdoba. 5 de junio de 2017. UTA”.
Pero ya lo hicieron en todas las oportunidades que las bases irrumpieron. Así fue con los conflictos de los trabajadores de la Línea 60, cuando surgieron los metrodelegados en el 2008, cuando hubo tomas de la sede sindical en Salta y otro conflicto en Córdoba en 2006, diez días después del anterior, en los cuales, dejando de lado las internas sindicales que pudieran jugarse detrás, estuvieron ausentes en el apoyo a los intereses de los trabajadore/as. Lo único que les importaba era desalojar a los revoltosos, frenar la organización independiente y mantener el poder de la conducción nacional.
“Lo veo más peronista a Macri que a muchos peronistas”
Si estas palabras hubieran sido expresadas el pasado 1° de Mayo seguramente hubiéramos dicho que pertenecían al “Momo” Venegas.
Pero aunque éste se ubique primero en el cuadro de honor de los traidores, Roberto Fernández las expresó el 29 de abril de 2015, al salir de una reunión con el entonces Jefe de Gobierno porteño Mauricio Macri, a la que calificó de “linda” y el líder del PRO le pareció “sincero”. Tantas alabanzas no fueron gratuitas, ya que, ante el inminente paro de la CGT, al cual el triunvirato ya no le podía escapar más, el dirigente del Transporte se esforzó por poner paños fríos para no llegar a la reclamada medida de fuerza. Lo dijo y lo repitió hasta el cansancio: “Miércoles 8 de febrero de 2017/Fernández volvió a poner la negociación como llave para destrabar el paro”; “Jueves 9 de febrero de 2017/Fernández le pide diálogo a Macri y le recuerda que ‘muchos lo votaron’”, agregando a continuación: “….’Nadie está en contra de la gestión de Cambiemos’”. Ya desesperado, en la recta final que llevaba a la conducción cegetista, muy a su pesar, al paro impuesto por abajo: “7/3/17/Gremios. El titular de la UTA pide ‘darle 10 días al Gobierno’ antes de fijar una fecha de paro nacional”. (Citas extraídas de Infogremiales.com)
Para ganar y avanzar hay que torcerle el brazo al gobierno y a la burocracia
Los campitos de Roberto Fernández y sus secuaces seguramente tienen el valor de miles de salarios de trabajadore/as del Transporte. Están en la vereda de enfrente de esta pelea porque no tienen el mismo interés: de las cuentas en las Bahamas al ingreso mensual de un chofer al frente del volante de un “bondi” con frío, calor, lluvia, o de un mecánico del taller que hace malabarismos con pésimas condiciones de trabajo(*), hay un abismo de clase. Ese abismo, aunque les sigamos exigiendo medidas de lucha cuando sean útiles para nuestra pelea, no lo podemos sortear haciéndonos los distraídos ni dejando que el problema lo resuelvan otros, por más iluminados que nos parezcan. Lo tenemos que sortear nosotros, buscando una nueva alternativa sindical y política. De organización democrática por la base, sin intereses millonarios de por medio y una organización política independiente de los trabajadores.
La combativa huelga de los trabajadore/as de Córdoba pone en primera línea esta aguda y necesaria discusión entre los que no confiamos en los globitos de colores ni en las vías exclusivamente parlamentarias como solución a nuestros problemas.
(*) Recordemos el accidente por desidia patronal del 9 de setiembre del año pasado, cuando David Ramallo, mecánico de la Línea 60, falleció aplastado por un colectivo en el taller de Barracas.