Compartir el post "Víctor Santa María; los “kiosquitos” del dirigente del SUTERH*"
El dirigente de los trabajadores de los edificios porteños inició su periodo al frente del sindicato en 2005, siendo reelegido sucesivamente hasta los recientes comicios de junio de este año. Resultados para los cuales no fue necesario que en alguna oportunidad hubiera baldeado una vereda o abierto la puerta a un ocupante de un departamento que perdió la llave de su casa.
Integrante de la CGT, sin embargo de él no se conocen palabras, ni gestos, ni menos aún, desde ya, exigencias de medidas por reclamos de los trabajadores ni propios ni de otras organizaciones. Lo que sí se conoce son los multinegocios de los que es creador y jefe, en los cuales sí tiene relaciones de su propio entorno político y del ajeno.
De propiedad del mismo sindicato funciona la empresa Interacción SA, aseguradora de riesgos del trabajo, así como está al frente de la obra social del SUTERH, de un sindicato de empleados de administradores de consorcios (SEARA) que, ¿a quién pertenece?… al inefable Santa María. Otros rubros de regulares ingresos están bajo su dirección, como el club Sportivo Barracas (con cuya presidencia se tuvo que conformar después de competir por la de Boca Juniors), de la editorial Octubre, de… un etc. voluminoso. Pero para no ser injustos, también tenemos que nombrar organismos que no son lucrativos. Estuvo en todas: al frente del Primer Encuentro sobre donación de órganos bajo el humanitario lema “Solidaridad y participación” en 1993, así como se preocupó por la preservación del medio ambiente y la divulgación de la conciencia ecológica, a través de campañas como “Campaña sobre el uso racional del agua” y otra del mismo año 1993 más conmovedora aún llamada “Por una flor de ciudad”.
Podemos decir, sin temor a equivocarnos, que “está en todas”. Y también, que “está con todos”. Su ubicación durante el gobierno K como parte de ese espacio político y su continuidad en él para las próximas legislativas en el Frente de Unidad Porteña en CABA, no le impidieron haber compartido espacios políticos con otras fuerzas. Y por supuesto, menos aún, haber emprendido negocios conjuntos.
Dio sus primeros pasos políticos en la Ciudad de Buenos Aires de la mano de Carlos Grosso (intendente de la Ciudad de Buenos Aires entre 1989 y 1992), candidato de Gustavo Beliz (ministro del Interior del primer gobierno de Carlos Menem, que abandonó el PJ y conformó el Frente por la Ciudad en el 2000 con Domingo Cavallo) e integrante también de esta última lista mencionada junto al ex ministro de Economía menemista.
En 2002 compartió una lista peronista con Cristian Ritondo y Darío Santilli, actuales funcionarios macristas.
Con los negocios en la ciudad propiamente dicha, ligados al poder, no le fue tan bien, porque cuando impulsó con el actual jefe de gobierno Horacio Rodríguez Larreta un microemprendimiento jugoso en marzo del año pasado, vecinos inescrupulosos se “avivaron” que de esa forma les iban a aumentar las expensas y se lo hicieron saber al funcionario macrista en sus entrevistas en su recorrido por la Ciudad para “conocer los problemas de la gente”. Y… no prosperó el trato. No fue por escrúpulos morales, era demasiado escandaloso políticamente para el novel jefe de gobierno. “(…) El Parlamento local aprobó hace más de tres meses una iniciativa que crea un organismo que regulará los consorcios de los edificios porteños y que posee un Comité Ejecutivo de 11 miembros de los cuales al menos seis estarían relacionados con el titular del SUTERH. ¿Cómo se financiará el organismo? Con el dinero que sale de las matrículas que expide el Consejo, las capacitaciones que dará a consorcistas y las sanciones que aplicaría en caso de irregularidades en edificios. Concretamente, los administradores de consorcios abonarán esas sumas pero resulta que eso conllevaría, como los propios consorcistas advierten, un incremento en las expensas. (…)” (negritas nuestras). (www.letrap.com.ar, “Larreta intenta desmontar un acuerdo del PRO con Santa María que se le vino en contra”, Gonzalo Palese, 11/3/16)
¿Y los reclamos de los trabajadores de los edificios, “orgullosos” de su secretario general?
No pudimos encontrarlos ni en las páginas de las publicaciones del sindicato ni en ninguna declaración pública de sus dirigentes. Por lo tanto, las traemos a estas páginas en las palabras de un trabajador del sector.
SoB: ¿Cuáles son las condiciones de trabajo?
Osvaldo: Los trabajadores con antigüedad tenemos, en general, condiciones de trabajo en blanco y en convenio. Por ejemplo: vivienda permanente, seguridad social, plus por atención de cocheras, separación de residuos, limpieza de piletas, jardinería, etc. Pero quiero aclarar que llegar a las condiciones de trabajo registrado, me llevó a un período de trabajo “en negro” de varios años, en los cuales no tuve ninguna cobertura ni sindical ni de la obra social. Esa es la situación actual de muchos compañeros recién ingresados.
SoB: ¿Cómo se expresa en las condiciones de trabajo?
O: Muchos trabajadores entran contratados por pseudocooperativas de trabajo bajo el convenio de Maestranza. Decimos “pseudo” porque no se sabe quiénes están al frente, son como “fantasmas”. Tienen condiciones inferiores a las nuestras: su salario es la mitad del nuestro, alrededor de $ 10.000 en ocho horas de trabajo. Al jubilarse el encargado permanente, no tiene acceso a esa vivienda que le correspondería, sino que se alquila a otra persona. Otros compañeros me han contado que los han incorporado como monotributistas, debiendo aportar ellos para su jubilación y obligados a pertenecer a la obra social de los encargados, sin posibilidad de opción, como es la regla general.
SoB: ¿Hay trabajadores del gremio que están afectados por el impuesto al trabajo?
O: Sí, los compañeros de una antigüedad aproximada de 20 años, sufren el descuento por este impuesto, que es un sector importante de trabajadores. En el sentido de las afecciones en la salud, hay un índice muy alto de atención de desórdenes psicológicos, ya que estamos expuestos al estado anímico de bronca generalizada, que nos hace víctimas de agresiones de todo tipo, también físicas.
SoB: El pasado 10 de junio hubo elecciones de gremio, ¿cómo se desarrollaron éstas?
O: El desarrollo fue muy particular. Cuando fui a votar, la imagen me pareció la Convención del Partido Demócrata o Republicano en EEUU que se ven en las series, o el día del triunfo de las elecciones por parte del presidente Macri. Puro globo, stands de comidas, folletería y revistas de la editorial del gremio, muestras de los distintos talleres, desde manicuría hasta modelismo. Más semejante a una “feria de sabores” en la Sociedad Rural que a un evento eleccionario sindical, que define la conducción por cuatro años.
Estaba presente en todo momento una pulcra guardia de seguridad privada, que te indicaban por dónde tenías que pasar para votar. Algo así como “guías electorales”. Fue lo más en tecnología: voto electrónico, tablets para los fiscales. Pero… ¡ninguna lista de oposición! Lista única para todos y todas.
El final del acto eleccionario fue acorde al show montado durante todo el día: festival con distintos grupos musicales, cerrando Ráfaga. Por supuesto que no estoy en contra ni de la música ni del entretenimiento colectivo, sino que fue una muestra más del contenido vaciado de toda reivindicación sindical y política de los trabajadores del gremio. Esas quedaron puertas afuera.
Parafraseando al gran Serrat en su canción Fiesta: “…se acabó la fiesta, el señor cura a sus misas…”. “Y el señor Víctor Santa María a sus negocios”.
Nuestro “negocio” es pelear por una salida independiente para echar a quienes lucran con la salud, el salario y la vivienda de los trabajadores.
Ana Vázquez
*Sindicato Único de Trabajadores de Renta Horizontal