En el transcurso de la semana pasada, cobraron relevancia una serie de proyectos de ley presentados por Cambiemos. Con un envoltorio de pluralidad, y libertad, todas ellas en el fondo representan, por diversas razones, ataques a las conquistas del pueblo trabajador en materia sanitaria y de acceso a la salud. A continuación repasaremos su contenido y las consecuencias de dichos proyectos.

Objeción de conciencia: un claro ataque a las mujeres

Arranquemos pues con la ley de Libertad Religiosa. El extenso proyecto fue enviado por el Ejecutivo con firmas de Macri, Malcorra, Garavano y Peña. Su principal impulsor es el Secretario de Culto, Santiago de Estrada, un personaje repugnante con un currículum que habla por sí solo (1). Además, el proyecto cuenta con el apoyo de la enorme mayoría de las instituciones de los diversos credos en Argentina (DAIA, AMIA, Centro Islámico, evangelistas, Conferencia Episcopal).

El proyecto busca introducir múltiples reformas, pero encierra un ataque misógino y criminal a los derechos de las mujeres: el proyecto genera los mecanismos para facilitar la objeción de conciencia (2).

En un contexto de avance reaccionario por parte del gobierno contra los derechos de las mujeres, los trabajadores y la juventud, de aprobarse esta ley representaría en los hechos la restricción del acceso del derecho al aborto no punible para miles de mujeres. Porque no sólo los individuos podrían declararse objetores (eximiéndose de realizar el procedimiento) sino que se reconocería la “objeción de conciencia institucional”, es decir, que un servicio (pongamos por caso, de ginecología) podría declararse objetor y por tanto rechazar automáticamente realizar un ANP. Esto es gravísimo, coloca la libertad de credo por encima del derecho al acceso a la salud y la prevención de muertes por abortos clandestinos. Arma jurídicamente a la derecha para descargar un ataque sobre el conjunto de las mujeres.

Como si esto fuera poco, no queríamos dejar de mencionar que el proyecto propone la inembargabilidad de los bienes de culto, algo así como un blindaje inmobiliario, y convierte en delito cualquier “agresión” a un edificio de culto. En una clara provocación al movimiento de mujeres, busca consagrar en la ley el repudio machista y reaccionario a las pintadas que denuncian a la Iglesia como la institución misógina, corrupta y pedófila que es; pintadas que muchas veces son la única salida que encuentra la bronca de las mujeres ante la violencia, los femicidios y la opresión a la que están sometidas.

Los únicos favorecidos por esta ley serían lo más atrasado y recalcitrante al interior de cada religión, en particular la católica, convirtiendo al Estado argentino de laico a pluriconfesional.

Vacunas y Homeopatía

Los otros dos proyectos fueron presentados por Paula Urroz, diputada de Unión PRO por la Pcia de Bs As. El primero de ellos, conocido como “Consentimiento Informado en Materia de Vacunación”, de aprobarse permitiría que las personas (o los padres en el caso de un menor) puedan rechazar la aplicación de cualquier vacuna. Constituye una aberración por donde se lo mire. No vamos a pormenorizar la historia, la relevancia y centralidad que las vacunas tienen en el campo de la salud pública y la prevención en sanidad. Basta decir que es la política sanitaria que más vidas ha salvado desde que se impulsó el lavado de manos y el agua potable, y que desde su existencia se han erradicado enfermedades que mataban o dejaban inválidos a cientos de miles de personas a nivel mundial, como fueron la viruela y la poliomielitis.

Sin embargo, es menester una breve reseña: este proyecto encuentra sus raíces en el movimiento “antivacuna”, que desde hace unas décadas ronda por los países del primer mundo, y es responsable de que estén volviendo a circular enfermedades que hacía décadas estaban bajo control. Todo comenzó en 1998, cuando en una revista muy prestigiosa se publicó un estudio fraudulento que atribuía el desarrollo de autismo en niños a la aplicación de la triple viral. El estudio fue posteriormente rebatido y la revista que lo publicó emitió una carta de disculpas, pero el daño ya estaba hecho, la confusión ya circulaba entre la gente. El movimiento antivacunas se apoya en lo más anticientífico e individualista que existe, explotando el miedo de la gente a “efectos adversos severos” que nunca fueron probados.

Pero la cuestión no pasa solamente por el derecho de un individuo a negarse a una vacuna. Se omite el hecho de que la efectividad de las vacunas no es “individuo por individuo”, es decir, no sólo previene enfermedades en los vacunados, sino que merced a lo que se conoce como “efecto rebaño”, se restringe enormemente la circulación de las enfermedades en la población, protegiendo de esta manera a quienes justificadamente no pueden recibir una vacuna (3).

El repudio a este proyecto no se hizo esperar. Fue tan fuerte, fueron tantas las instituciones, asociaciones de profesionales, personalidades de la ciencia y la salud que se pronunciaron en contra, que el gobierno no tuvo más alternativa que salir a despegarse del asunto, dejando al proyecto prácticamente muerto.

Por último, está el proyecto de “Regulación de la Homeopatía”, que busca incluir la homeopatía en el Plan Médico Obligatorio. Pretender que el Estado cubra tratamientos que no tienen ningún tipo de aval científico después de recortar PAMI citando un criterio de racionalidad, de recortar pensiones a discapacitados, en el país de los hospitales donde no hay gasa y que se caen a pedazos, un proyecto de estas características exhibe un cinismo impresionante.

 

Hay que luchar contra este gobierno reaccionario, anticientífico y misógino

 

No podemos olvidarnos de Belén y Yamila y de tantas otras mujeres presas por la ilegalidad del aborto, ni de las que pierden la vida por verse obligadas a realizarse un aborto en condiciones precarias, mientras Jorge Lemus, del riñón del Opus Dei, es nuestro ministro de salud. Tampoco podemos obviar que este gobierno ataca la ciencia y la salud con recorte tras recorte, expulsando científicos del CONICET, pasando por encima (literalmente) de los docentes de todo nivel, quitando prestaciones al PAMI y ajustando a los jubilados. Ni hablar de la situación catastrófica en la que desde hace años se encuentra la salud pública en Argentina, sostenida casi exclusivamente con la explotación de los abnegados profesionales de la salud.

Queda clarísimo que Cambiemos no vino a resolver ningún problema de los de abajo, más bien todo lo contrario. No podemos permitir que este gobierno avance sobre estos derechos, hay que ser firmes y enérgicos al defender las conquistas de las mujeres, los trabajadores y la juventud.

Nico Ducho

(1) De Estrada se desempeñó como subsecretario de Seguridad Social de Onganía y Menem, fue secretario de Seguridad de Videla y embajador ante el Vaticano de Alfonsín.

(2) Bien entendido, el recurso de la objeción de conciencia permite a aquellos que profesen una fe evitar realizar tareas que vayan en contra de dichas creencias, como puede ser el servicio militar.

 

(3) Son numerosas las enfermedades y condiciones que pueden disminuir o anular la respuesta inmune. Existe un grupo de personas conocidos como “no respondedores” que, siendo sanos, no generan inmunidad al aplicársele una vacuna. Los inmunosuprimidos, sea por HIV, por leucemia o aguardando transplante de médula ósea, junto con los no respondedores, dependen enteramente del efecto rebaño.

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