Se acercan las elecciones y el FIT empieza a dar muestras de cierto nerviosismo por temor a una relativamente pobre performance electoral. Es así como en los últimos días han salido una serie de artículos y declaraciones, tanto desde el PO como desde el PTS, en relación al apoyo que el conjunto de la izquierda le debería otorgar a las candidaturas del FIT.
Antes de meternos al análisis de algunas de esas publicaciones, planteemos un par de cosas. En primer lugar, dejemos claro que los partidos que integran el Frente de Izquierda deberían dejar de pensar en las obligaciones del resto de la izquierda y asumir alguna vez las propias. Luego de seis años, el FIT ha cristalizado como una cooperativa electoral incapaz de proponer una orientación unitaria para los trabajadores con el objetivo de enfrentar al gobierno de Macri. Aun peor, el FIT ha actuado como un obstáculo en el desafío de construir un frente único de los trabajadores para luchar contra el gobierno. El oportunismo electoralista está tan arraigado y el sectarismo tan osificado, que lo único que parece importar es que haya diputados del FIT (y sólo del FIT) y ni siquiera tienen claro para qué sirven dichos diputados.
PO 1: Gabriel Solano y el marxismo de la línea Groucho
En la edición de Prensa Obrera de la semana pasada, Gabriel Solano escribió una respuesta a un llamado que había realizado el MST[1] de cara a las elecciones del 22 de octubre. En dicha nota el dirigente del PO rechaza los planteos del MST argumentando que cuando uno no tiene posibilidades de presentarse a una elección “la incondicionalidad del voto por la izquierda es una cuestión de principios, debido a que no podemos declararnos neutrales allí donde hay una disputa entre partidos de la clase capitalista y partidos que se reclaman de la clase obrera, por más divergencias que tengamos con ellos”. Desde el Nuevo MAS coincidimos con este criterio elemental del marxismo. Está claro que la táctica electoral en sí misma no es una cuestión de principios, lo que sí lo es, es la defensa de la independencia política de los trabajadores.
Pero parecería que para Gabriel Solano, tener principios no es de principios. El compañero parece que es capaz de cambiarlos como si fuesen un par de medias. Pero para los marxistas (aquellos que seguimos las enseñanzas de Marx, Engels, Lenin y Trotsky, entre otros) los principios no pueden ser hoy unos y ayer otros; no pueden ser reclamados en relación a uno y negados en relación al otro.
Por eso el marxismo de Solano parece estar más cercano al de Groucho que al de Karl. El PO, junto con el FIT como un todo, ha seguido durante meses una orientación política vergonzosa que rompió con ese elemental principio de clase que ahora parece recordar. Porque si el voto a una organización obrera es de principios, lo es exclusivamente porque supone sostener un criterio de defensa de la clase obrera como un todo frente a la patronal y las instituciones del Estado burgués. Y fue ese mismo criterio de clase el que el FIT y el PO rompió cuando le exigió a la justicia burguesa en una decena de oportunidades que le impida a Izquierda al Frente por el Socialismo presentarse a las elecciones.
Queda claro que los principios de los que se jacta Gabriel Solano y el PO son por demás lábiles y aleatorios: hoy son unos, ayer fueron otros; se aplican solo y exclusivamente en favor de ellos, y se desvanecen en relación a las otras organizaciones. Más que principios, para el PO lo que importan son sus fines.
PO 2: las mañas de Jorge Altamira
Los dirigentes del Partido Obrero se han caracterizado por emplear la mentira y la calumnia como recurso argumentativo contra el resto de la izquierda. En ese sentido Jorge Altamira no sólo ha sido el dirigente histórico del PO, sino el principal maestro de tan lamentable escuela.
Parece que a Altamira el tiempo le pudo haber volado algún pelo pero no las mañas. En una columna publicada el 6 de septiembre en Prensa Obrera, el referente del PO hace un detallado análisis del escenario electoral que le quedó planteado al FIT luego del resultado de las PASO: “Las elecciones en la Ciudad de Buenos Aires plantean el desafío de que el FIT consagre su primer diputado nacional en el distrito –Marcelo Ramal-. Para asegurar este resultado, el FIT debería aumentar su votación en más del 50%, o sea en más de dos puntos en términos gruesos. El FIT podría capitalizar los votos obtenidos por Claudio Lozano”. Y agrega: “También han quedado a disposición del FIT lo conseguido por el frente MAS-MST. La transferencia integral de estos votos hacia el FIT no está de todos modos asegurada en absoluto (…) En ocasiones similares, las direcciones de esos dos partidos ‘bajaron’ línea de votar en blanco” (subrayado nuestro).
Uno podría perder tiempo pidiéndole a Jorge Altamira que nos cuente en qué “ocasión similar” la dirección del Nuevo MAS “bajó” línea de votar en blanco. Nuestro partido no sólo ha tenido una actitud principista en relación al FIT de la cual el PO y Altamira no pueden ufanarse. Desde 2011, y pese a que el FIT ha utilizado sistemáticamente las leyes proscriptivas contra nuestro partido, el Nuevo MAS no sólo ha llamado a votar por las listas del FIT cuando no nos pudimos presentar, sino que incluso hemos realizado campaña con afiches callejeros. Las palabras de Jorge Altamira no pueden ser calificadas más que como una burda mentira.
PTS: el perro que se muerde la cola
Nobleza obliga a reconocer que nos equivocamos cuando afirmamos que el PO y el PTS no logran acordar ninguna política. Esto no es cierto. En relación al sectarismo y la falta de principios con el resto de las organizaciones de trabajadores, el FIT ha sabido llegar a lo que parece ser un acuerdo programático fundacional. En este sentido, recordemos que el PTS ha sido el principal impulsor del intento de proscripción de Izquierda al Frente en los tribunales de la burguesía. En ese entonces a la dirección nacional del PTS y a la Izquierda Diario no le pareció escandaloso lo que estaban haciendo.
Pareciera que en ese momento la sociedad y el Estado habían perdido su base social, que la Justicia (así con mayúscula) no era ni burguesa ni proletaria, sino simplemente un árbitro imparcial al cual se podía acudir para resolver problemas entre vecinos. Pero ahora resulta que la Izquierda Diario parece hacer recordado el carácter de clase y por lo tanto parcial de muchas de las instituciones. Por lo menos eso parece surgir de un artículo publicado en ese portal de internet en donde se “alerta que el Gobierno y los grandes medios quieren borrar a la izquierda”[1].
La nota mencionada es interesante. En ella se denuncia no sólo “la ausencia total y absoluta de los candidatos del Frente de Izquierda en los canales de mayor audiencia,” sino también “las mentiras abiertas de reconocidos editorialistas que llegaron a decirle a sus televidentes, oyentes y lectores que el FIT no había pasado el piso proscriptivo del 1,5 % en agosto”. Compartimos la indignación de los compañeros, es un escándalo que un periodista mienta en relación a quienes han pasado las PASO, aunque está claro que no nos extraña que un comunicador vendido a los grandes multimedios sea capaz de tal desvergüenza. Por suerte tenemos cronistas como los de Izquierda Diario que jamás harían eso… o ¿no?
¡Qué desazón! ¡Qué triste da descubrir que pecamos de ingenuos!
El mismo redactor, en ese mismo artículo unas líneas más abajo, cae en las mismas “mentiras abiertas” que estaba denunciando… pero en esta ocasión contra Izquierda al Frente por el Socialismo. Leámoslo: “Que el FIT no superó las PASO es una falsedad absoluta que busca tapar no sólo que este espacio las superó en 22 provincias, quedando como la única opción para los votantes de izquierda y progresistas para octubre” (subrayado nuestro).
Lo que se puede afirmar es que lo que efectivamente es “una falsedad absoluta” es que el FIT sea la única opción para los votantes de izquierda en octubre. Como bien sabe el redactor de la Izquierda Diario, Izquierda al Frente por el Socialismo superó las PASO en 6 provincias, y en alguna incluso por encima de las listas del PTS.
Que quede claro: que los medios de prensa de la burguesía mientan es una vergüenza, pero lo que es realmente un escándalo al cubo (y una muestra de hasta dónde te puede llevar el sectarismo autoproclamatorio mezclado con el oportunismo electoralista) es que sean los mismos medios de difusión de la izquierda que se dice revolucionaria, la que caiga en esas mismas prácticas. A partir de allí pierde toda seriedad el postrero llamado a los militantes de las demás fuerzas de Izquierda para que apoyen a las listas del FIT.
Nuevo MAS: la independencia de clase, un principio
Para el Nuevo MAS la defensa incondicional de los intereses de los trabajadores no es una prenda de cambio, ni una frase que se tira en la prensa para los días de fiesta o para reclamar nada en beneficio propio.
Ligado con ese criterio, en el espacio editorial de esta edición de Socialismo o Barbarie, hacemos pública la declaración del Comité Ejecutivo del Nuevo MAS por medio de la cual planteamos cuáles entendemos que son las tereas de la izquierda en la actual coyuntura en el marco de las próximas elecciones del 22 de octubre. En ella expresamos que una de las tareas centrales para nuestras organizaciones es la más absoluta defensa de la independencia política de los trabajadores frente a la burguesía y todas sus manifestaciones político-electorales. Coherente con este posicionamiento, es que llamamos a apoyar las candidaturas de Izquierda al Frente por el Socialismo en todos los sitios en donde hemos logrado superar el piso proscriptivo de las PASO, y en el caso de CABA y provincia de Buenos Aires, en donde no logramos superar esa barrera, es que planteamos el voto crítico a las candidaturas nacionales del FIT y de Luis Zamora. Este posicionamiento de nuestro partido no sorprende a nadie, el Nuevo MAS se caracteriza por sostener este criterio político principista y de clase.
Martín Primo
[1] Desde el Nuevo MAS le hemos planteado a los compañeros del MST que consideramos errada su política. Por nuestra parte, presentamos una orientación distinta que fue rechazada. En la mesa nacional de Izquierda al Frente por el Socialismo le propusimos que publicásemos como frente una declaración política llamando a defender el voto de la izquierda clasista en general y de nuestro frente en particular. Lamentablemente no hubo acuerdo.
[1] https://www.laizquierdadiario.com/Alerta-el-Gobierno-y-los-grandes-medios-quieren-borrar-a-la-izquierda