En el marco de una elección polarizada entre Cambiemos y el kirchnerismo, donde el PJ de Randazzo y el massismo perdieron votos con respecto a las PASO, la Izquierda al Frente por el Socialismo no sólo mantuvo su caudal de votos sino que pasamos de un 1,52% a un 1,89%.
Ya veníamos de un triunfo enorme al poder pasar el piso proscriptivo de las PASO, piso creado para dejar afuera a la izquierda de las elecciones. Venimos de hacer una campaña política con mucho esfuerzo militante y en condiciones totalmente desiguales con los partidos patronales, que tienen el apoyo de los terratenientes y empresarios locales, y más aún cuando los últimos días antes de la elección suspendimos la campaña para volcar nuestra militancia a las movilizaciones por Justicia por Santiago Maldonado. Es en esas condiciones donde nuestro partido logra una elección histórica de la izquierda en Mar Chiquita.
En una elección donde el macrismo a nivel nacional, provincial y municipal consolida un triunfo electoral que remarca el giro a la derecha de la coyuntura, y donde el kirchnerismo le fue funcional, la Izquierda al Frente por el Socialismo sostuvo una campaña de independencia de clase: una campaña que denunció el ajuste del gobierno patronal y que expresó los reclamos de los trabajadores. Una campaña que denunció al Estado patriarcal y levantó las consignas del #NiUnaMenos y los derechos de las mujeres.
Con esta elección el Nuevo MAS, que ya se había presentado en 2015, viene consolidando una alternativa de izquierda en Mar Chiquita, esta vez de la mano de la Izquierda al Frente por el Socialismo. Junto a Marina Bolgeri, compañera docente, buscamos romper con el esquema de los “políticos profesionales”, presentando una candidata trabajadora que lleve los reclamos de los trabajadores, las mujeres y la juventud.