Luego del levantamiento de la sesión de Diputados para aprobar la ley-robo a los jubilados, Macri volvió a la carga este lunes, ahora con el agregado de un bono compensación, que terminó de convencer a los gobernadores. Recordemos que se intentaba cambiar la fórmula de actualización semestral de las jubilaciones, vigente desde 2009, por una trimestral, con un claro perjuicio a los jubilados. Mediante Decreto, el gobierno gasta unos 4.000 millones adicionales, desglosados así: $ 750 a los que hayan aportado 30 años y $ 375 a los que se hayan jubilado por moratoria, siempre que cobren un haber menor a $ 10.000, que el propio gobierno reconoce que son el 70% de los jubilados. Además, $ 400 a las AUH.
Este pago por única vez en marzo, pretende compensar la pérdida, bono incluido, de unos $ 4.100 que sufrirán sólo en 2018 los jubilados que cobren la mínima, en el caso de 30 años de aportes, y de unos $ 4.600 si se jubilaron por moratoria. Además, en el caso de beneficiarios de AUH perderán unos $ 600.
El bono lo cobrarán en marzo más de 8 millones de personas, entre jubilados y beneficiarios de AUH.
Hay distintas estimaciones del ahorro del gobierno en 2018 robándole a los jubilados: según el IARAF, dirigido por el ex jefe de gabinete de Prat Gay son $ 72.000 millones de pesos; según Clarín, más de $ 100.000 millones, porque la fórmula no sólo actualiza jubilaciones y AUH, sino también las Asignaciones Familiares que cobran los trabajadores.
El régimen de actualización de la AUH y las Asignaciones Familiares data de 2015, cuando se las incorporó al mismo régimen de actualización de las jubilaciones, con una ley votada por unanimidad. Según el entonces diputado Federico Sturzenegger, hoy presidente del Banco Central: “por donde se lo mire es un proyecto para acompañar”. El lunes lo acompañaron los gases y las balas de goma para imponer el recorte.
MARCELO BUITRAGO