En año se cierra en el país con un Diciembre movilizado. Macri y los gobernadores provinciales lograron que la Reforma Previsional fuese sancionada como ley en el Congreso y que se obtuviera la media sanción de la Reforma Tributaria. Lo que no esperaba el gobierno es el escenario que se abrió con masivas movilizaciones y cacerolazos que recorrieron las calles del país contra estas medidas antipopulares.
También en Córdoba las últimas semanas fueron movilizadas. El paro de la CGT del día lunes fue casi inexistente dado que UTA nacional no acató el paro y la seccional de Córdoba sigue intervenida, por lo que el transporte funcionó normalmente. Sin embargo ATE, SURRBaC (Sindicato Único de Recolectores de Residuos y Barrido de Córdoba) y Luz y Fuerza le dieron tono al paro mientras UEPC (Unión de Educadores de la Provincia de Córdoba) acató el paro nacional de CTERA pero la adhesión fue más que baja en las escuelas. No obstante, en la ciudad la movilización del día fue bastante nutrida, con presencia de cuerpos orgánicos docentes, gráficos, ATE, del SUTNA, UOCRA, bancarios y judiciales sumado a los movimientos populares.
El mismo día del paro y el día siguiente también aparecieron los cacerolazos nocturnos muy concurridos al igual que en todo el país, donde se cantaba a viva voz contra la reforma, contra la traición de la CGT y por la unidad de los trabajadores.
Por otro lado, durante esta semana ocurrió un hecho que sienta precedente a nivel nacional. El SEP (Sindicato de Empleados Públicos) de Pihen cerró la paritaria para el año que viene en un 11% en dos tramos, con cláusula salarial adecuada a la inflación pero con el pase a planta permanente de cerca de cinco mil empleados provinciales contratados. Esto hecho tiene dos interpretaciones: por un lado, es una total marcada de cancha para los acuerdos salariales del año próximo. Donde el gobierno nacional prevé una inflación de entre el 11 y el 15 % y la inexistencia de paritarias nacionales, es de esperar que suceda lo mismo que el año pasado: acuerdos salariales a la baja, por sector y sin discusión de las bases. Pero por otro lado, también esconde el ataque que el gobierno provincial prepara contra derechos de los trabajadores del sector estatal, tratando de aplicar las reformas que se aprobaron a nivel nacional que apuntan a continuar con la flexibilización laboral y terminar con las llamadas “jubilaciones de privilegio”, la “industria de los juicios” y las áreas estatales no necesarias (lo que implicaría reducir planta).
Por ahora el gran ausente en el panorama abierto es la clase obrera. En Córdoba los despidos en las fábricas estatales están a la orden del día. Como lo son las Fabricaciones Militares de Río Tercero y Villa María. O los despedidos de Plascar que luchan por el pago de haberes adeudados, por la expropiación estatal del predio y por la reactivación de la planta en forma de cooperativa. El contexto es adverso pero la lucha no se va a hacer esperar. Por ahora la CGT Córdoba canta contra Macri y Schiaretti pero,, sin embargo arreglan con ellos las paritarias y los paros provinciales no existen. Si hay algo que no les gusta es la reacción desde abajo, en los lugares de trabajo y en las calles. Esta reacción ya se está haciendo sentir dentro de la misma central nacional, donde la UOM abandonó la filiación a la misma por la presión de los mismos trabajadores que estuvieron presentes muy activamente en las jornadas de Plaza Congreso.
Por eso es necesario exigir una y otra vez a las conducciones gremiales no sólo el rechazo a las reformas antilaborales de Maci sino verdaderos planes de lucha contra el ataque constante del gobierno de Cambiemos y sus cómplices provinciales, como Schiaretti en este caso, contra los trabajadores. Si pasan los ataques disfrazados de reformas, es por la absoluta complicidad de las centrales sindicales que si no arreglan con el gobierno (el triunvirato ya dio el visto bueno a la Reforma Laboral) miran para otro lado.
Para el 2018 hay que preparase para la lucha desde abajo, unificada y en las calles y lugares de trabajo que le ponga un freno a la avanzada del gobierno nacional contra los conquistas y derechos de los trabajadores. Ya quedó demostrado que con la gente en las calles y con el paro general se puede hacer temblar a este gobierno.
Facu M.