En el marco de la presentación de un nuevo modelo de auto, que se va a producir en la planta de FIAT, en el barrio Ferreyra, el presidente Mauricio Macri acompañado por el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, visita la planta, mira las instalaciones, camina por la línea de montaje y además se saca fotos con algunos de los trabajadores. Remarcamos con algunos porque no toda la fábrica pudo participar del agasajo al presidente.

Hay cerca de mil trabajadores tercerizados de limpieza, logística, mantenimiento, etc., que fueron encerrados en un galpón dentro del predio durante la visita de Macri. Este escandaloso hecho no es la primera vez que sucede, durante la visita del mandatario hace dos años, en esta misma planta, también se tomó el mismo resguardo. Solo que esta vez, sabiendo que su popularidad no es la misma que la de hace dos años, a estos trabajadores se los mantuvo custodiados por un operativo inmenso de gendarmería nacional, a lo que nos tiene acostumbrados este gobierno.

Este proceder indignante no sería posible sin la complicidad de la dirigencia sindical que avaló esta acción con la presencia en el acto del Secretario General del SMATA Córdoba, Dragun.

Estos dirigentes se dedican a cuidar al presidente para que no le llegue el descontento de los trabajadores, en vez de organizar el Paro General que necesitamos para terminar con el plan de este gobierno, de despidos, suspensiones y tarifazos.

Juan P.

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