Persecución del gobierno de Macri al pueblo mapuche



Después de 8 meses de encontrarse encarcelado en Esquel por la definición política de Macri junto al gobierno de Michelle Bachelet, a las 8 de la mañana de este miércoles comenzó el juicio por la extradición del Lonko Facundo Jones Huala a Chile, donde son conocidos los métodos de los carabineros para el armado de causas truchas.

Con un impresionante despliegue policial que abarcó 5 cuadras alrededor del lugar, retenes de Gendarmería que llegan hasta el Bolsón, se trasladó a Jones Huala en un helicóptero de las fuerzas chilenas montando un verdadero espectáculo de máxima seguridad frente a los familiares y miembros de la comunidad de Facundo y quienes nos habíamos acercado al acampe que sostenían desde la noche anterior.

Con este show el gobierno quiere presentar a los luchadores por las causas justas como la tierra para las comunidades mapuche, como terroristas de máxima peligrosidad, y a los policías asesinos como Chocobar, grandes héroes defensores de la Patria, la patria de Benetton y Lewis, a quienes van a parar cientos y cientos de miles de hectáreas en la Patagonia expulsando en el camino a nuestros pueblos originarios de unas pocas parcelas. Como lo hace con los compañeros de izquierda procesados luego de las jornadas del 14 y 18 de diciembre contra la reforma previsional, donde demostró que está dispuesto a usar la fuerza hasta las últimas consecuencias para imponer todo su paquete de contrarreformas que enfrentan al conjunto de los trabajadores y comunidades originarias, pero los extremistas somos quienes nos oponemos.

La Ministra de Seguridad Patricia Bullrich quiere instalar que la diversidad de comunidades mapuches, con sus distintas líneas de acción política son en realidad un grupo de terroristas articulado alrededor de la RAM ¡Armados con lanzas, palas y herramientas para trabajar la tierra! Buscando darle una verdadera licencia para matar a las fuerzas armadas. Cuando no son más que comunidades que defienden su tierra con el cuerpo, yendo contra la propiedad privada, la mayoría de los casos en manos de multinacionales.

Ante esto Jones Huala declaró en el juicio «dicen que somos terroristas, pero ¿Dónde están los muertos? Los muertos los ponemos nosotros». Tal es así que dos días antes en Bariloche junto con la comunidad mapuche, familiares y amigos de Rafael Nahuel exigimos justicia a 3 meses de su asesinato por la espalda en manos de la Prefectura Naval en el desalojo del territorio que reclama esa comunidad, como parte de la persecución del gobierno provincial y nacional, que tuvo esta nueva ofensiva tras el caso Maldonado, asesinado peleando por la libertad de Facundo.

Pero la situación en el país cambió en diciembre. Hoy es cada vez más clara la bronca contra el gobierno, identificándolo como agente directo de los intereses de los empresarios, crece la fuerza para pararle la mano, los luchadores y la izquierda en particular salimos prestigiados de la pelea en la calle contra el gobierno, un cacerolazo espontáneo recorrió el país y los centros porteños avalándola.

Ahora hay que transformar esa bronca popular en la más amplia unidad de todas las comunidades mapuches, dentro de los sindicatos docentes y estatales donde trabajan cantidad de compañeros originarios, con los organismos de derechos humanos y la izquierda para  impedir los atropellos que buscan perseguir a todos los trabajadores y comunidades exigiendo: ¡No a la extradición y libertad para el Lonko Facundo Jones Huala!.

 

Alejo V. Mitre

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