Por la reincorporación de Maxi Cisneros y todas las reivindicaciones
El viernes 22 se realizó la asamblea general de fábrica en Firestone, con la presencia de más de 300 compañeros.
La misma fue convocada por la directiva del SUTNA a raíz de una serie de problemas que se vienen manifestando hace meses, y que tuvo un salto cualitativo con el nuevo despido arbitrario y persecutorio de nuestro compañero Maxi Cisneros. Recordemos que Maxi fue reubicado en su puesto de trabajo hace tan solo unos meses, luego de una larga lucha por su reincorporación a causa de haber organizado la primera lista opositora a la burocracia, en el 2011.
En consecuencia, los compañeros asistieron masivamente, cristalizando la intención de parar la ofensiva patronal que se expresa en la arbitrariedad del servicio médico, la negativa de la empresa al reingreso de compañeros con alta médica, persecuciones, aprietes y sanciones.
Maxi Cisneros dedicó su intervención a vincular su despido con el resto de los problemas de la fábrica y el gremio, llamando la atención que el causal “por no cumplir con la producción” es una señal de largada de las patronales en pos de aumentar la productividad. En ese sentido, llamó a revertir su despido, ya que sino este precedente quedará colgando como una espada sobre la cabeza del resto de los trabajadores de la industria. Apoyó la moción de paro de dos horas por turno propuesto por un compañero, y llamó a desarrollar una gran campaña en todo el gremio contra los despidos y los aprietes de la patronal, y propuso una nueva asamblea para discutir los pasos a seguir.
Párrafo aparte merece la conducción de la Seccional, la Lista Violeta, quienes se atrincheraron en el edificio con parte de la barra brava de San Martín de Burzaco, y fueron con un grupo minúsculo a intentar interrumpir la asamblea, actitud que fue neutralizada por el resto de los trabajadores. En este sentido, se mostró el total agotamiento de esta experiencia y los compañeros votaron masivamente por pedir su renuncia.
El paro
Finalmente el martes 27 se concretó el paro de dos horas por turno votado por la asamblea. El mismo fue contundente. Se concretó con la presencia de los delegados en los portones, ya que estuvo precedido por una serie de provocaciones de la patronal, que se negó a dejar que ingresen a la planta.
Es evidente que tanto la asamblea como el paro tonificó a la base de la planta y sirvió como un buen primer paso para mostrarle los dientes a la empresa. Sin embargo, la misma no recula. Posteriormente al paro, se ha dedicado sistemáticamente a apretar en los distintos sectores con el aumento de la producción.
Por lo mismo, reiteramos la necesidad de una nueva asamblea para discutir entre todos un plan de lucha, por la reincorporación de Cisneros y todos los reclamos pendientes.