#8M: Paro Internacional de mujeres
Como parte de las protestas llevadas a cabo durante la jornada del Paro Internacional de Mujeres, activistas iraníes se convocaron el 8 de Marzo frente al Ministerio de Trabajo y Bienestar Social en Teherán. Desafiando las prohibiciones del gobierno del ayatolá Alí Jamenei, las valientes mujeres iraníes se convocaron para manifestarse en contra de la vestimenta islámica obligatoria y denunciar, entre otras cosas, la precarización laboral, la inequidad salarial con respecto a los hombres, el desempleo y la falta de derechos básicos a la que se encuentran sometidas. La policía impidió la concentración reprimiendo violentamente a las mujeres que se manifestaban pacíficamente y llevando detenidas a ochenta y cuatro de ellas. Además, anunciaron el mismo día la condena a dos años de prisión a una mujer que en enero se atrevió a sacarse el Hiyab en la calle.
Las protestas contra el uso del Hiyab comenzaron el diciembre del año pasado, pero tomaron notoriedad en enero de este año cuando una activista llamada Vida Movahed se manifestó públicamente subiéndose a una caja de conexiones eléctricas de la Avenida Enghelab, con su velo atado a un palo haciéndolo flamear como una bandera. Movahed declaró haber llevado a cabo dicha acción incentivada por la campaña Miércoles Blancos, creada por la activista exiliada Masih Alinejad, que incentiva a las iraníes a que ese día de la semana lleven pañuelos blancos y se los saquen en público para denunciar la opresión del régimen islámico sobre las mujeres. Por su osadía, Vida estuvo detenida un mes pero su rebeldía prendió la mecha de un movimiento que empezó a crecer en otras mujeres que fueron replicando la misma acción; ya son veintinueve en total las detenidas por rebelarse ante el uso compulsivo de esta prenda con las que las mujeres deben cubrirse el cabello y los hombros para “no provocar a los hombres”.
El Hiyab es de uso obligatorio para todas las mujeres en Irán desde que se impuso la teocracia de los ayatolás luego de la Revolución de 1979. En el año 1980 se comenzó su uso limitado sólo a la Administración y las oficinas públicas, y se amplió a todas las mujeres, incluidas las visitantes extranjeras, y sin distinción de religión a partir de 1983. Es la primera vez desde su imposición que las mujeres se rebelan a llevarlo obligatoriamente.
La situación actual en Irán es de un profundo descontento social ante el crecimiento de la pobreza, los salarios a la baja y el deterioro de las condiciones de vida de la mayoría de la población, en el contexto de una dictadura ferozmente sanguinaria, cuyo poder comienza a agrietarse internamente. Debido a esta situación, a principios de este año proliferaron las manifestaciones que pusieron en cuestión al gobierno, repudiando la corrupción del régimen, denunciando el incremento de la pobreza y la desocupación y exigiendo el fin de la república islámica.
Este contexto de crisis económica y política, de movilizaciones masivas contra el régimen, también da impulso a las peleas de las mujeres (muchas de las que participaron en dichas movilizaciones se animaron a sacarse el velo animadas por los manifestantes), de ahí que la concentración del Día Internacional de la Mujer haya sido convocada en el Ministerio de Trabajo y que las exigencias expresadas en la misma hayan ido más allá de la cuestión del velo, para profundizar en todas las desventajas que sufren las mujeres a nivel político, económico y social en este contexto de pauperización de las condiciones de vida del pueblo trabajador en general.
Nos solidarizamos con las mujeres iraníes que salen por primera vez a luchar contra el régimen teocrático que las oprime, a exigir su derecho a elegir si llevar o no el Hiyab, impulsadas por la fuerza del movimiento de mujeres que viene creciendo sin parar a nivel internacional, como quedó demostrado en las masivas movilizaciones que tuvieron lugar en decenas de países en la jornada del Paro Internacional de Mujeres.
Verónica R.