por Johan Madriz

El pasado jueves 12 se dio una movilización, principalmente de estudiantes universitarios, exigiéndole al gobierno de Ortega cuentas sobre el manejo del incendio que desde hace once días consume la Reserva Biológica Indio Maíz en el sureste del país y que se dirige hacia la zona núcleo.

En esta reserva habitan los pueblos indígenas ramas y krioles que desde hace años han denunciado la presencia de colonos que quieren hacerse con las riquezas naturales y minerales de la zona. Acusan la explotación minera artesanal de oro, la expansión ganadera (que ha eliminado 2,378 hectáreas de bosque), campamentos ilegales de cazadores y la contaminación de los ríos La Pimienta y Caño Chontales.

Todo con el beneplácito y la indulgencia del gobierno que ha relajado las normas de protección ambiental, y disminuido la vigilancia y la protección del sitio.

Ante esta situación cientos de jóvenes se concentraron en la entrada de la Universidad Centroamericana (UCA) con la intensión de dirigirse hacia la Asamblea Nacional como forma de presión al gobierno para que tome acciones. Sin embargo, no se logró llegar hasta el destino ya que el gobierno montó una contramarcha integrada por la Juventud Sandinista (JS). Los manifestantes decidieron dirigirse a la Plaza de las Victorias, sitio icónico de reunión del oficialismo. Aquí, las fuerzas policiales los acorralaron usando los escudos para aplanar el camino.

Los antimotines empezaron a replegar a los manifestantes y crearon un cerco humano para alejarlos de la Plaza. Después de empujones, amenazas y forcejeos por unos cuarenta minutos los estudiantes se dispersaron.

El régimen de los Ortega es profundamente represivo, conservador y aliado a los intereses de los empresarios. No tolera ninguna manifestación de protesta y cuando suceden usualmente terminan dispersadas por la policía. Este amedrentamiento tiene el objetivo de aparentar que todo está bien, pero los problemas se amontonan y la juventud lo siente.

La tarea es que una nueva generación comience a hacer recorrido en las luchas para enfrentar al gobierno y para ello es necesario la unidad de los de abajo, de la clase trabajadora, las mujeres, la juventud, los pueblos originarios y afrodescendientes, campesinos, etc. Aprovechar el inmenso acervo de resistencia y lucha que tiene el pueblo nicaragüense para salir nuevamente a las calles.

Terminamos con las palabras de dos manifestantes que dan cuentas de esa necesidad de lucha y de unión, ya que no es solo por Indio Maíz sino que hay que “continuar con el problema de Bosawás. Si existen colonos o no. Continuar con otras exigencias que como jóvenes tenemos. Hay muchos temas como la educación, o por qué los títulos universitarios son caros o por qué si sos estudiante de una universidad pública debés de salir a una marcha que no querés*. Tenemos nuestro propio recurso que es nuestra voz y el criterio. Aprovechar que nos encontramos y que hicimos algo grande.[1]

La otra estudiante expresa que “queremos ejercer nuestros derechos y hacernos escuchar y que no nos callen, porque solo queremos alzar la voz. Fue triste ver cómo los policías empezaban a correr. Me desesperé cuando vi que estaban armados. Ellos estaban dispuestos a golpearnos. Me da miedo, pero siento que ellos quieren eso, y si se los damos va a pasar lo mismo (que OcupaInss). Por eso vamos a seguir haciendo esto, no me voy a callar, seguiré manifestando pase lo que pase, porque es mi deber como ciudadana.[2]

*Se refiere a que el gobierno obliga a estudiantes y funcionarios públicos a participar en marchas oficialistas.

[1] https://confidencial.com.ni/

[2] Ídem

 

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