Compartir el post "Avanza el control sobre las organizaciones de DD.HH."
Con la aprobación en la Legislatura porteña y en ambas cámaras del Congreso Nacional, se puso punto final al traspaso al ámbito nacional de seis edificios dentro de la ex ESMA y de los ex centros clandestinos Automotores Orletti, Club Atlético, Olimpo y Virrey Cevallos, así como la disolución del Instituto Espacio para la Memoria y se lo reemplazó por el Consejor Asesor en Políticas Públicas de Memoria. De este último organismo formaban parte de su consejo directivo miembros del Ejecutivo, del Gobierno de la Ciudad junto con organismos de derechos humanos como Madres Plaza de Mayo (Línea Fundadora), el SERPAJ de Pérez Esquivel, la Liga Argentina por los Derechos Humanos, el Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos y Hermanos.
Se concretó así en ley el acuerdo K-PRO dibujado entre el superministro Jorge Capitanich y la vicejefa del gobierno porteño, María Eugenia Vidal.
Luego de una primera sesión que fracasó por falta de quórum, finalmente lo trataron y lo aprobaron en la Legislaturade la Ciudad de Buenos Aires. Las Madres Plaza de Mayo (Línea Fundadora) y Pérez Esquivel, junto con el presidente de la Asociación de Ex Detenidos-desaparecidos, Carlos Lordkipanidse, manifestaron su desacuerdo. El bloque pro K crujió: Aníbal Ibarra (fiel a su pusilanimidad) no estuvo presente en la sesión, Gabriela Cerrutti y Pablo Ferreyra votaron en contra.
En Diputados se trasladó el mismo escenario. Desde los palcos, Nora Cortiñas y Pérez Esquivel y Lordkipanidsevolvieron a demostrar su oposición. Victoria Donda se unió a la desaprobación en el recinto.
Entre los diputados Pietragalla y Cabandié (ambos nietos recuperados por las Abuelas) llevaron la voz cantante de la defensa del proyecto K-PRO.
La acalorada discusión contra los opositores presentes entre el público llegó a su momento culminante cuando Pietragalla le gritó a Lordkipanidse(en relación a la marcha del 24 de marzo): “cuando ‘no les gusta lo que consensuamos’ en el tradicional documento ‘se van a marchar con otros’.” (Página 12, 15/5/14) Desde ya que los “otros” son los organismos independientes y la izquierda.
¿Qué hay detrás de este acuerdo de Cristina y Mauricio?
Desde el año pasado la Junta Interna del Espacio para la Memoria venía denunciando la falta de presupuesto, el avasallamiento de las condiciones laborales, la desatención por parte del consejo directivo de la prosecución de las actividades en el lugar. Pero el paso de la administración de estos ámbitos de los derechos humanos de la Ciudad a la Nación no es una cuestión administrativa o presupuestaria.
La decisión política del traslado a la órbita nacional entre el gobierno y la oposición macristano es para otorgarle las condiciones materiales para su existencia y desarrollo. Es un ajuste en el control de las instituciones de derechos humanos creadas como espacios autárquicos, con cierto grado de independencia y de participación popular. Al pasar al control del Ejecutivo, ese perfil, aunque fuera parcial y limitado, se anula totalmente, porque el gobierno y los futuros gobiernos que le sucedan van a tener las manos libres para convertirlos en cáscaras vacías o directamente disolverlos.
Si Menem quería poner un shopping en la ex ESMA, ¿por qué Massa o Scioli no van a querer inaugurar un bingo o una nueva Tecnópolis en los espacios de la Memoria?
“No es un pacto, es un acuerdo de gobernabilidad”, trinó Cabandié en medio de la trifulca en la sesión de la Cámara baja. Es un “acuerdo-pampa”, agregamos nosotros, para que no se filtre ningún resquicio molesto y por izquierda en la próxima gestión, para que todo el traspaso sea en los marcos de la normalidad institucional a rajatabla.
Por eso Macri, que ya se ve con la banda presidencial puesta, acuerda con Cristina, que quiere cerrar definitivamente la etapa “progre” K en todos los terrenos, aún en aquéllos que más “chapa” le dieron en sectores importantes de la población, como losdemocráticos.
Derrotemos la avanzada K
Como denuncia Lordkipanidse: “No nos equivocamos acerca de la presunción que hacíamos respecto de los centros clandestinos de detención y para qué los quiere el gobierno, los quiere para seguir con pachanga, asado y cosas que no tienen nada que ver con lo que allí ocurrió”. (Declaraciones en el programa Convenio por Radio del Plata Rosario, 26/4/14, en relación a expresiones de la diputada del FpV Graciela Alegre cuando fracasó la primera votación en la Legislatura y no se dio cuenta de que el micrófono estaba abierto: “Esta semana no lo pudimos votar, pero la semana que viene hacemos un asado en la ESMA”). (1)
En el proceso encaminado a la relegitimación de las FFAA, a la implementación de la ley antipiquetes, a la criminalización de la protesta, al encarcelamiento y condena de activistas y dirigentes obreros, el gobierno le agrega nuevas medidas para licuar los avances obtenidos en la lucha contra el genocidio. Avances que, en sus manos, se transforman en nuevas instituciones bajo férreo control del Estado y obstáculos para avanzar hacia el castigo de todos los responsables.
Conquistas de una lucha implacable que, como fueron los juicios a los militares y algunos responsables civiles y eclesiásticos (aunque hayan sido fragmentarios), solamente en manos de los damnificados y sus familiares, los organismos y la izquierda independientes pueden transformarse en palancas para la movilización hasta lograr el juicio y castigo para todos, en la pelea por una transformación revolucionaria de la sociedad.
(1) Sus términos provocadores se refierenal asado de fin del año 2012 realizado por el ministro de Justicia Julio Alaken la ex ESMA, duramente cuestionado por los organismos independientes.