por Marian Busch

En 1979 The Clash denunciaba el asesinato fascista de Federico García Lorca cantando “Bullet holes in the cementery walls, the black cars of the guardia civil” (agujeros de bala en las paredes del cementerio, los autos negros de la guardia civil).  Décadas después, la misma guardia civil que mantuvo su brutalidad represiva aceitada reprimiendo movilizaciones independentistas  durante el agitado 2017 catalán, detuvo y multó al cantante y referente punk Evaristo Paramos, quien al frente de La Polla Records y Gatillazo crio generaciones de rebeldes que crecieron con sus letras.  ¿El motivo? En sus letras y en su actuación, Evaristo violó repetidas veces los parámetros de la represiva “Ley Mordaza”, que sanciona las “Faltas de respeto y de consideración» dirigidas a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. En otras palabras, te detienen y te cobran miles de euros por criticar a las fuerzas represivas. Una excelente forma que el gobierno de Rajoy encuentra para acallar las millones de voces que se levantan en todo el estado español contra sus políticas reaccionarias.

Repudiamos el intento de censurar a la música, la política represiva del gobierno español y la detención de Evaristo. Sin embargo, esta no deja de ser una buena oportunidad para recordarlo y poner en valor sus mensajes. Al fin y al cabo:

“Ni los obreros son una maldición
Ni los paraos una casualidad
Todo esta calculao
para que tu ganes mas
No te rías de mi.

La policía es unidireccional
no la disfruta la población,
nunca vamos a ver
que te hostien a ti
No te rías de mi.

Solo tenemos libertad
de soportar esta violencia
matan la vida y por demás la inteligencia. […]”

(Gatillazo, “La ultima patada”)

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