por Tofi Mazú y Belén Mc Clellan

El día de mañana, las y los jóvenes vamos a ser parte de un momento histórico en nuestro país: el derecho al aborto legal en el hospital puede recibir media sanción en la cámara de diputados. Tras años de batalla del Movimiento de Mujeres, renovado por una verdadera rebelión juvenil por el aborto legal y una sexualidad libre, le impusimos este debate a un gobierno ultra reaccionario. En el marco del acuerdo de Macri con el FMI, que agudiza la crisis política y económica en marcha, las mujeres podemos asestarle una derrota inmensa a Cambiemos, y a los garantes de la gobernabilidad, demostrando que no les será fácil gobernar para un puñado de ricos. La ola feminista que recorre el país y el mundo es una verdadera fuerza progresiva que cuestiona por izquierda a este gobierno neoliberal. Si ganamos el aborto legal tendremos en nuestras manos una conquista importantísima, a la par de que habremos puesto un freno contundente a las políticas antipopulares de Macri.

El derecho al aborto legal, seguro y gratuito puede ser una realidad sólo si lo imponemos con la lucha en las calles. Con cada 8 de marzo, con cada #NiUnaMenos, y con el protagonismo de las pibas y los pibes que llevaron acciones en sus colegios y que construyeron la columna más enorme de la marcha del 4J, con los enormes martes verdes durante el debate en Plenario de Comisiones por varios meses, ganamos a una mayoría social a favor de nuestro derecho a decidir sin correr riesgo de ser penalizadas o morir. La profundidad del debate llegó a plantear la libertad de las mujeres y el deseo de las nuevas generaciones a ejercer libremente su sexualidad, de cuestionarlo todo. Tenemos que ser conscientes del poder de fuego que tenemos; y ponerlo al servicio de esta batalla es tarea de primerísimo orden.

El 13 de junio iremos a la guerra contra todos los reaccionarios, contra los sectores más conservadores y clericales de nuestra sociedad, que son la base social de Cambiemos. Movilizaran con micros pagados por la Iglesia Católica desde todo el país; el Gobierno de la Ciudad ya ha dicho que dividirá Plaza Congreso en dos para garantizarle un lugar a los misóginos anti-derechos. Nosotras, que cada día somos más, no podemos estar ni un paso por detrás de las circunstancias. Todos aquellos sectores, organizaciones, compañeras y compañeros independientes que se pronuncien a favor del “aborto legal ya” tenemos la responsabilidad de poner en pie tomas, vigilias, cortes de calle, intervenciones y todo tipo de medidas de lucha que pongan de manifiesto que el debate en la sociedad ya lo ganamos, que somos cientos de miles y que vamos por todo. Solo así vamos a destruir los intereses vetustos de la Iglesia, imponiendo con la lucha y la movilización los intereses de las mujeres. Este Parlamento, las instituciones del Estado en su conjunto, están en contra de responder a los reclamos populares. Por eso el proyecto que se debatirá este miércoles ni siquiera es el proyecto presentado por la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto, sino que ha sufrido modificaciones. Pero si en el 18 de diciembre la bronca social en las calles anuló el plan de “Reforma permanente” macrista, hoy más que nunca, tenemos que ser millones el 13J para arrancarles a oficialistas y “opositores” esta media sanción que nos dejará más cerca de alcanzar nuestro derecho a decidir. A los diputados no se los convence: a los diputados se los presiona. 

Este movimiento de mujeres ya demostró que es masivo y de lucha, combativo y dinámico. Ahora es momento de llevar eso hasta el final y jugarnos con todo para tomar las facultades y los colegios el día doce, y así preparar una vigilia el 13 en el Congreso, donde la juventud pise fuerte. No hay lugar para medias tintas: ganar el aborto legal depende únicamente de la fuerza con la que nos plantemos las mujeres y nuestros aliados. Es momento de tomar las calles y construir un plan de lucha hasta ganar ¡Que el movimiento estudiantil universitario entre en escena! Junto con los secundarios, hagamos valer nuestro pronunciamiento con acciones concretas. Seamos la generación del aborto legal.

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