Paro General en Mar del Plata
El pasado lunes 25 de junio se vivió en todo el país un contundente paro general que paralizó el corazón de la economía nacional frenando transportes, servicios y bloques industriales. El Nuevo MAS tuvo en todo el país la política de hacer activo el paro que la CGT convocaba de forma dominguera, sólo para contener a sus bases enfurecidas que reclaman medidas de fuerzas contra el ajuste macrista. En Mar del Plata las dos CTA, con sus conducciones burocráticas midiendo cada centímetro, convocaron a un supuesto “paro activo” con una olla popular en Luro y 180, sin garantizar ni siquiera la presencia de sus propios gremios, sin convocar en los lugares de trabajo y con consignas electorales; el arco de los cayetanos que componen el nuevo frente “En Marcha” más un sector del kirchnerismo más duro posaron de combativos sin arriesgarse a ningún desborde, sin expresar la voz de las bases trabajadoras ni convocar nuevas medidas de fuerza.
Muy diferentes fueron las consignas que levantamos desde el Nuevo MAS en el corte realizado por la izquierda en Luro e Yrigoyen, frente al palacio municipal, donde denunciamos el acuerdo de Macri y el FMI, expresamos nuestro apoyo a todos los sectores en lucha, la necesidad de redoblar las medidas de fuerza frente a la crisis del gobierno y denunciamos el pacto de gobernabilidad del PJ, los K y las burocracias sindicales. Sin embargo, los balances son necesarios en toda política revolucionaria y es necesario decir que ésta no fue la medida que era necesaria. Días atrás realizamos desde nuestro partido un llamado a todas las corrientes de izquierda a garantizar en unidad un piquete en la ruta 88 que garantizase el paro en todo el Parque Industrial Mar del Plata-Batán. Este llamado chocó con el durísimo sectarismo y la especulación electoral de las fuerzas que componen el FIT. Sin el más mínimo diálogo con ninguna otra corriente, el PO anunció que realizaría un acto en el puerto a las 10 de la mañana y luego una caravana en micro hasta el municipio, en un claro gesto de autoreferencia sin ninguna preocupación por el carácter de la jornada. El PTS no respondió nuestros llamados hasta 24 horas antes del paro, donde expresó que había pasado toda la semana intentando hacer unidad infructuosamente con el PO, pero no lo habían logrado. Poder Popular concurrió a una sola reunión donde plantearon su postura de ir al acto de las CTA, en un contexto donde la unidad de acción con la rancia burocracia es claramente un atraso para la conciencia de toda la clase (postura que no pudieron sostener). Desde el Nuevo MAS mantuvimos hasta última hora nuestra voluntad firme de cortar la ruta convocando a otros sectores a garantizar la medida, pero no se logró la mínima convocatoria como para poder garantizar el corte. Ante esta muestra de cretinismo político por parte del PO y el PTS decidimos impulsar el corte en el centro marplantese, pero con duras intervenciones en el lugar que hicieron pesar el balance que corresponde: La interna electoral del FIT fue la responsable de que los compañeros del parque industrial apretados por la patronal no pudiesen parar, aun cuando habían expresado la necesidad de que se corte el acceso a las combis para poder adherirse a las medidas de fuerza. Incluso con la cantidad de militantes que terminamos confluyendo en el municipio después de que el PTS y Poder Popular decidan tardíamente sus posturas, se podía garantizar el corte. El paro fue contundente por la fuerza de la bronca de la clase trabajadora contra el ajuste, pero como partido dispuesto a dar la pelea hasta el final contra el acuerdo con el FMI, contra la reforma laboral y por el triunfo de todas las luchas obreras, tenemos que ser claros: La izquierda sólo puede decirse revolucionaria si toma sus medidas de fuerza pensando en las necesidades de la clase, nunca en sus necesidades de secta con la cabeza puesta en 2019.