Hoy domingo 29 de julio celebramos la liberación de Ahed Tamimi y su madre Nariman, férreas activistas contra la ocupación sionista y la libertad Palestina. Horas más tarde de su liberación, en una conferencia de prensa, la adolescente afirmó sin titubear: “La resistencia continúa hasta que termine la ocupación”, aplaudida por los presentes, frente a los numerosos periodistas reunidos en el lugar.
Ahed, la adolescente de 17 años de edad, cuyo rostro recorrió el mundo entero desde los 11 años cuando se enfrentó con su sólo puño a uno de los ejércitos más monstruosos de ocupación, estaba detenida junto a su madre desde el 19 de diciembre de 2017, luego de ser juzgadas por la ley militar y condenadas a 8 meses de cárcel y multas, por el cargo de “Atentado a la Autoridad”. Lejos de amedrentar a la adolescente, sus primeras palabras tras obtener la liberación fueron de denuncia a la ocupación sionista y la exigencia de libertad para todos y todas las presas palestinas.
La detención de Ahed y su madre fue motivada por la viralización de un video, donde se la ve enfrentándose a dos soldados fuertemente armados que habían ingresado a los terrenos de su vivienda – a quienes empuja, patea y abofetea –, luego de que su primo fuera baleado por una bomba de gas lacrimógeno, dejándolo en estado de coma.
Ahed es un símbolo de la lucha y resistencia de la juventud palestina. Desde niña ha participado de innumerables acciones contra el régimen sionista de ocupación. Al igual que su familia, no sólo se han convertido en activistas, sino en líderes de la lucha en su pueblo, Nabi Saleh.
En Palestina los niños y niñas son un bastión de la resistencia contra el régimen de opresión israelí. Ahed y Janna Jihah Ayyad (una niña de 11 años, periodista) se han consagrado como referentes de esta lucha, al hacer llegar al mundo las imágenes devastadores de los ataques sionistas, con sus celulares. Pero ellas sólo son una de las pocas caras visibles de esa valiente juventud, que representan a cientos de niños, niñas y adolescentes dispuestos a enfrentar a un ejército de ocupación con tan sólo sus puños en alto, por su libertad. Son impactantes las imágenes de cientos de niños movilizando en defensa de sus escuelas, por el derecho al agua potable, contra el bloque a la Franja de Gaza.
Esta persecución contra la familia Tamimi, y particularmente contra Ahed, estuvo signada por un intento de atacar el corazón de la lucha y resistencia del pueblo Palestino, intentando imponer una condena ejemplar para todos y todas quienes osen desafiar la ocupación. Desde un principio el estado sionista lanzó una campaña de desprestigio contra la adolescente, con declaraciones de altos funcionarios llamando a encerrarla de por vida. Ahed fue violentamente arrestada por un grupo militar en medio de la madrugada, y ha estado encerrada desde el primer día en una cárcel militar de alta seguridad. Fue juzgada por la ley militar del ejército de ocupación, una legislación mucho más dura que sólo aplica para la población palestina. Y todo el transcurso de las audiencias de juicio se hicieron a puertas cerradas, evitando que la prensa internacional, que viajó para presenciar el juicio, pudiera registras esas jornadas.
Unos días antes, el pueblo de Ahed fue sitiado prohibiendo el ingreso o egreso a sus pobladores. Fueron detenidos un hermano mayor y dos primos de Tamimi, al igual que tres artistas que pintaban un mural con la cara de la adolescente, preparando su retorno, en uno de los muros del apartheid. Incluso se cambió varias veces en el mismo día el lugar donde serían puestas en libertad, para evitar que sus familiares, amigos y amigas, y periodistas pudieran acercarse a recibirla. Intentaron así contener el enorme apoyo y simpatía que ha cosechado la campaña por la liberación de Ahed que recorrió el mundo entero, exigiendo en todos lados su inmediata libertad.
Hoy celebramos su liberación, al tiempo que seguimos denunciando los brutales ataques del régimen sionista, que mantiene encarcelados a más de 6000 activistas, entre quienes se encuentran 300 niños y niñas. En el contexto de una nueva avanzada racista con la sanción de la “Ley Básica” con la que el estado de Israel formaliza el apartheid contra el pueblo palestino, persiguiendo, encarcelando y asesinando a quienes luchan y resisten por su libertad, la libertad de Ahed y Nariman es una victoria sobre la que hay que apoyarse para seguir peleando contra las fuerzas de ocupación.
Lejos de haber logrado amedrentar a las y los jóvenes que hoy se levantan contra el régimen sionista y luchan a brazo partido por su libertad, la valentía y fortaleza de Ahed se ha convertido en un bastión para continuar esa batalla.
¡Viva Palestina Libre, capital Jerusalem!
¡Abajo el régimen sionista de ocupación! ¡Abajo el apartheid!
¡Libertad a todos los presos y presas palestinas!