Compartir el post "Levantemos las banderas de cárcel a Sobisch en cada lucha"
EL lunes 16 se leyó en Neuquén la sentencia del juez Marcelo Muñoz que absuelve de todo cargo y responsabilidad al ex gobernador de la Provincia, Jorge Omar Sobisch, por la represión del 30 de marzo de 2006 en Plaza Huincul, caso llamado “Zona Liberada”. Con kilos y kilos de pruebas, comenzando por el propio Sobisch reconociendo la orden en los medios, testigos que incluyen policías que recibieron la orden de mirar para otro lado, visitas continuas de los jefes de la patota al exgobernador, antecedentes con el mismo procedimiento en varias oportunidades, etc., no se encontró ni una mancha en el prontuario sobischista.
La bronca de los docentes y organizaciones que nos concentrábamos en las puertas del juzgado y ante las provocaciones de los punteros del MPN y el propio Sobisch, fue reprimida por la policía siendo el colmo de la impunidad. Al otro día una nutrida movilización repudió los hechos y exigió cárcel a Sobisch y justicia por el asesinato de nuestro compañero Carlos Fuentealba.
La impunidad con bigotes
El juicio que comenzó el 9 de junio pretendía esclarecer los hechos y declarar culpabilidades sobre lo ocurrido en Plaza Huincul en el 2006, donde en el marco de la huelga docente a fines de marzo de ese año, cuando los trabajadores daban continuidad a varios días de protesta y se apostaban en las puertas de la refinería de Plaza Huincul, una patota conformada por punteros del MPN disfrazados de obreros de la construcción atacaron a los docentes luego de que Sobisch ordenara a la policía liberar la zona para dar vía libre a la patota. Este ataque del 2006 es el antecedente directo de lo que luego en el 2007 sería el asesinato del compañero del Nuevo MAS, Carlos Fuentealba, esta vez a manos de la directa represión de las fuerzas policiales ordenada por el mismo gobernador.
Luego de que no se lograra imputar a Sobisch en el juicio “Fuentealba II” donde se investigaban las responsabilidades políticas del asesinato, las eternas dilaciones del juicio de “Zona Liberada” dejaron la causa a punto de prescribir hasta que finalmente se postergó el vencimiento para noviembre de 2014, y para colmo a principios de este año “desapareció” parte del expediente para luego “reaparecer” hace unas semanas, para culminar en la absolución de Sobisch.
Es que no es ninguna liviandad para la justicia tener en el banquillo de los acusados a un ex gobernador que reprime a los trabajadores que salen a pelear por su salario en medio de la aplicación de un ajuste. Y ni hablar si llegara a alguna condena: qué quedaría para la militarización de las fábricas como Gestamp y Paty, las suspensiones ilegales en Lear, el cuestionamiento al derecho a huelga constante en la lucha docente, y un largo etcétera.
La movilización y las contradicciones a cielo abierto
En este marco se realizó la movilización en repudio a la absolución al día siguiente del fallo y represión, que contó 5 mil personas con una fuerte presencia docente.
La movilización mostró que la memoria de Carlos Fuentealba sigue viva, que los trabajadores de la educación dan pelea cuando se sienten pisoteados, donde hay una enemistad profunda de los docentes con el MPN. Pero también mostró las contradicciones contenidas en los presentes.
Por un lado, se hizo presente Sandra Rodríguez, quien volvió a las últimas movilizaciones rodeada por la nueva alianza entre los sectores kirchneristas de ATEN encabezados por Guagliardo y Grisón, y la burocracia de Quintriqueo, quienes dirigen actualmente la CTA luego de las fraudulentas elecciones. El camino de conciliación con el kirchnerismo que tomó Sandra Rodríguez y la Cocapre cooptada por la CTERA, fue una vía muerta en la búsqueda de justicia y cárcel a Sobisch por el asesinato de Fuentealba. Y era de esperar, ya que el sindicalismo K son los que hoy carnerean toda lucha de trabajadores habida y por haber, son los encargados de mediar entre el ajuste K y la bronca de los trabajadores, para defender al primero. El kirchnerismo sólo cubrió con un manto de impunidad al sobischismo y al MPN y la absolución del ex gobernador no es más que la cruda prueba de esto.
En el acto frente a la Casa de Gobierno se hizo notar el bochorno de la burocracia del neo-K Quintriqueo que se hace presente en la movilización y acto con el único interés de hacer valer frente a los sindicatos opositores su título fraudulento de “dueño” de la CTA Neuquén, tiñó la jornada con sus bravuconadas a kilómetros de cualquier unidad de acción en repudio a la impunidad de Sobisch. Tanto en su paso por el michelismo como en la actualidad junto al kirchnerismo, lo burócrata y patotero permanece intacto, y en esta ocasión no se contuvieron para tapar con cánticos de triunfo electoral contra la lista apoyada por Julio Fuentes, los discursos de sus ex socios como el de Paula Sánchez de Libres del Sur, segunda en la lista opositora encabezada por Daniel Huth, actual Secretario General de ATEN.
Y es que debemos detenernos aquí porque no es un dato menor que ocurra esto en la provincia de Neuquén. La pelea por justicia para Carlos Fuentealba está ligada a la pelea antiburocrática y la lucha contra el Estado represor; y hoy esa ligazón es mucho más fuerte, con el trasfondo del ajuste k y el giro a la derecha que pone desafíos más duros para los trabajadores. Ya señalamos que el fracaso de la vía de conciliación al kirchnerismo para obtener “justicia completa” culminó con la impunidad consumada en el último reducto judicial por la represión en Plaza Huincul. Y si esta es una vía muerta en el camino de pelear por justicia, hay que comprender que la justicia sólo puede venir de poner contra las cuerdas el ajuste y a los gobiernos que están dispuestos a reprimir como hizo Sobisch. Aquí se reveló impotente el armado oportunista de la Lista 2 de Rompiendo Cadenas, el PO y los ex socios de Quintriqueo (Libres del Sur, MST y la agrupación sindical de Julio Fuentes) donde sólo algunos se hicieron presentes en la movilización. Llevar el pelea contra la burocracia a un problema de aparatos y alianzas oportunistas con otros sectores burocráticos, dejó desvirtuado el perfil de lucha de la dirección de ATEN que hizo a un lado el conflicto docente para volcarse a las elecciones de CTA, y hasta proponía en las asambleas que la salida para superar el aislamiento era sólo votar su lista!! Y esto los desarmó frente a las patoteadas de Quintriqueo ya que diluyó el acto en la disputa por los resultados electorales, en una pelea de aparatos alejada de la base docente.
Contra el ajuste y la impunidad sólo una política de clase puede dar una salida
La nube judicial esconde tras toneladas de formalismos e hipocresías los intereses de clase; esa es la protección de Sobisch que actuó como buen defensor no solo de los intereses económicos (ya que el Estado es el patrón de los docentes y estatales) sino políticos: como en Gestamp, Cerámica Neuquén, Zanón, quieren quebrar toda organización independiente de los trabajadores. Las constantes duras negociaciones de los trabajadores de la educación con el MPN se inscriben en esta lista, donde actualmente Sapag busca por todos los medios disponibles (entre ellos cuenta con la ayuda de las conducciones de otros gremios como los dirigidos por Quintriqueo) quebrar la voluntad de lucha docente que no quiere ver por el piso su nivel de vida y defiende la educación pública.
Durante el conflicto de los trabajadores de Gestapm contra los despidos vimos cómo el gobierno de Scioli rompía en mil pedazos la conciliación obligatoria por ellos firmada. Vimos la represión en Chaco y Córdoba. El ajuste es la mejor garantía que tiene Sobisch para mantener su impunidad.
Desde el Nuevo MAS venimos batallando para que la memoria de Fuentealba esté viva en cada lucha obrera, porque esa es la perspectiva de un luchador clasista y revolucionario. La única garantía para que el asesinato de nuestro compañero no quede impune está en cada lucha de los trabajadores para quebrar las políticas de ajuste y represión.
¡No a ajuste del MPN y los K!
¡Cárcel a Sobisch!
¡Compañero Carlos Fuentealba, presente!
Fernando Fabri