Praxis - Socialismo ou Barbárie, 07/02/2014



 

Varios detenidos en acto por la liberación de presos políticos

 

El 1º de julio, se convocó a un acto-debate contra de la criminalización de la lucha,en la Plaza Roosevelt, en el centro de São Paulo. Su propósito era exigir la liberación de los presos políticos en el Estado de São Paulo y discutir la criminalización de los movimientos sociales.

 

Al evento asistieron más de 300 personas. Desde su inicio fue atacado por la Policía Militar. La PM, mundialmente famosa por su brutalidad, puso en práctica todo tipo de provocaciones y arbitrariedades. Rodeó a los presentes, les exigía documentos de identidad y anotaba sus nombres, hizo requisas ilegales y en varios casos robó sus pertenencias.

 

En medio de estos atropellos, uno de los abogados presentes en el acto cuestionó porqué había policías sin ninguna identificación, como es obligatorio. Esto desencadenó la segunda fase de la represión: ataque los manifestantes con gas pimienta, gas lacrimógeno y balas de goma. Seis personas fueron detenidas; entre ellas, los dos abogados de los presos políticos.

 

Arrestos políticos y ataques al derecho a manifestar

 

El 23 de junio pasado, se realizó en la Praça do Ciclista (Avenida Paulista) un acto con la consigna “Si no tenemos derechos, no habrá Copa”. Después de reprimir, una vez más, esa manifestación contra los gastos del Mundial de Fútbol, detuvieron de manera totalmente arbitraria a dos manifestantesFábio Hideki Harano,empleado y estudiante de la Universidad de São Paulo (USP) y Rafael Marques Lusvarghi, profesor de inglés.

 

Desde entonces, ambos siguen presos, acusados de cinco cargos: “conspiración”, “posesión ilegal de un arma de fuego de uso restringido”, “incitar a la violencia”, “resistencia” y “desobediencia”. La solicitud de libertad bajo fianza fue negada por el juez Sandro Barbosa Rafael Pacheco quien los considera prisioneros “peligrosos”,porque serían “líderes de los black blocs”.

 

Una serie de videos y testimonios quecirculan en las redes y los medios de comunicación, demuestra que ninguno de esos “crímenes” que quieren asignar a los manifestantes, se sustenta en hechos. Los arrestados nunca tuvieron contacto personal, no llevaban ningún explosivo o arma de fuego, y no hay ninguna prueba o evidencia de incitación a la violencia.

 

Los cargos fabricados por la policía, y que toma el “poder judicial”, son sólo falacias. Están siendo fácilmente refutados por videos tomados en el momento de ser detenidos, además de los testimonios de personas presentes durante los arrestos. Y también, incluso, por el historial de los involucrados.

 

Una campaña represiva… y no sólo por el Mundial de Fútbol

 

Pero estas detenciones no son casos aislados, sino parte de una campaña represiva. Los líderes del Movimento Passe Livre (MPL) de San Pablo–que fue la chispa de las inmensas manifestacionesdel año pasado al protestar contra el aumento del transporte–, también están siendo procesados. Y se los enjuicia simplemente por organizar protestas.

 

Además de los ataques directos a los manifestantes con la brutalidad típica de la Policía Militar, ylas detenciones y amenazas, la furia represiva del gobierno y del aparato judicial del Estado, también está siendo dirigida contra los trabajadores y sus luchas. Esto se vio en la reciente huelga del Metro (Subte), que fue declarada ilegal por el poder judicial, brutalmente apaleados sus activistas y despedidos por el gobierno 42 trabajadores.

 

Es necesario derrotar la dictadura Alckminy Dilma

 

Dilma, desde el gobierno federal, intenta convencer al pueblo brasileño y al mundo de que la Copa es un éxito, que la crisis económica es pasajera y que vivimos en un país democrático. En la realidad, están imponiendo prácticamente una situación de semi-estado de sitio. En ella no cuentan en absoluto las libertades democráticas básicas.

 

Con el estallido de la juventud y sus luchas en las calles, con las huelgas por aumento de salarios que se hacen independientes de la burocracia, además de movilizaciones populares en las que participan millones de personas, el Estado multiplica las acciones para cercenar las libertades democráticas básicas.

 

Por eso, restringe el derecho a manifestación, a la preservación de la identidad personal (tales como la prohibición del uso de máscaras en las marchas en Río de Janeiro), monta tribunales los fines de semana para juzgar manifestantes y encarcela por motivos políticos, sin mediar delitos flagrantes ni orden judicial. Y, por si eso fuera poco, utiliza las fuerzas policiales y hasta militares contra el derecho a manifestación.

 

Y la burguesía quiere ir aun más allá. Está pendiente en el Congreso un proyecto de “Ley Antiterrorista”. Si ese proyecto de ley se aprobase, las manifestaciones callejeras que causaran cortes de rutas podrían clasificarse como «delito de terrorismo», con penas de hasta treinta años de cárcel sin derecho a fianza.

 

Por todos esos motivos, no podemos dejar pasar las detenciones políticas de Fábio Hidekiy Rafael Marques. Se establecería otro terrible precedente contra el derecho a manifestarse en Brasil.

 

La campaña por la libertad de estos dos presos políticos de Alckmin tiene la misma importancia que la campaña por la readmisión de los 42 despedidos del Metro. Ambos casos son la expresión del mismo intento de criminalizar las luchas.

 

¡Libertad inmediata de Fábio Hideki y Rafael Marques, presos políticos de Alckmin!

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