Compartir el post "SMATA – Hacer una fuerte campaña contra Pignanelli y la Verde"
La sucesión de agresiones y provocaciones de la burocracia sindical no tienen fin. La semana pasada la patronal con la excusa de cuidar la integridad física de los compañeros pusieron a los tres delegados destituidos por la burocracia verda en un “corralito” separados del resto de los trabajadores para que ni siquiera los puedan ver, creando un “apartheid” para luchadores.
Esta semana, una vez desarmado el “corralito”producto del repudio generalizado que causó en la opinión pública, llegó el turno de las agresiones físicas.
Una patota importante fue hasta los puestos de trabajo de los delegadosy a golpes yempujones los sacaron del galpón para mantener la segregación. En la batahola le robaron el celular al compañero “Marley”, mostrando una vez más lo que son: una banda de descalzados, lúmpenes y ladrones.
Mientras en la planta hacían esto otro grupo de la patota se hacía presente en la sesión de la cámara de diputados para increpar a los diputados de izquierda y en particular a Nicolás del Caño (FIT/PTS).
Desde el Nuevo MAS repudiamos estas nuevas agresiones de la patota que comanda Pignanelli y proponemos desarrollar una campaña unitaria contra la Verde.
Fortaleza y debilidad de la Verde
Como venimos sosteniendo desde estas páginas la Verde y más de conjunto toda la burocracia sindical discutió con preocupación el avance de comisiones internas y delegados independientes ligados a la izquierda en los gremios industriales. La vanguardia en la política de limpieza “étnica”, es decir, limpiar de zurdos las fábricas, ha sido sin lugar a dudas el SMATA.
La Verde gana elecciones pero estas no son ni libres, ni democráticas, se dan en un clima de persecución, agresiones y de amenazas muy concretas de despidos. La burocracia no tiene legitimidad, ni consenso genuino entre los trabajadores. Hay un sector minoritariomuy conservador y pro-patronal en las empresas que los apoyan “para vivir en paz”.
Pero además de estas prácticas habitualesmuchas veces ni los votan, ni ganan esas eleccionesamañadas, y apelan al fraude lizo y llano.
La fortaleza de la burocracia viene de dos lados: desus relaciones carnales con las patronalesy con los gobierno.
En relación a las patronales han sido y son totalmente funcionales a todas los cambios operados en la condiciones de trabajo y en particular a la baja salarial histórica en el salario obrero en las últimas décadas. Ahora mismo el ataque brutal contra los delegados y comisiones internas independientes es funcional a la racionalización económica que están haciendo las patronales, sacándose a los “rotos”, a los compañeros cerca de jubilarse y a los activistas.
Su relación con el gobierno es evidente en varios planos, no solamente la adscripción política al Kirchnerismo, no solo en la“vía libre” que les da el ministerio de trabajo para hacer todas sus tropelías.Si no en la funciónde mantener la estabilidad política y social del país mediante el expediente de mantener el control y la calma del movimiento obrero.
En este contexto, sin legitimidad muchas veces abiertamente repudiada, la burocracia sindical se parece mása una barra brava de un equipo de fútbol que se mueve por beneficios económicos, acomodos y demás prebendas,que aun sector de militantes sindicales, aunque sea sobre bases políticas de conciliación de clase, como fue en la década del setenta.
El smatadebe ser de los trabajadores y no de Pignanelli
El jefe de esta verdadera mafia, con negocios sucios por todos lados, con matones a sueldo, sin legitimidad, que se mueve impunemente es Ricardo Pignanelli. Si la burocracia sindical estáampliamente repudiada,socialmente deslegitimada y desprestigiada, Pignanelliseguramente debeocupa el número uno en ese ranking. Sus declaraciones públicas anti obreras, discriminatorias, pidiendo abiertamente la represión a los trabajadores de Gestamp y de Lear, amenazando con la patota si el gobierno no reprimía en un contexto de miles y miles de suspensiones y de despidos en su gremio lo han convertido en el personaje más repudiado del “mundo sindical“ por toda la población.
Ese repudio socialmasivo debe ser el punto de apoyo de una fuerte campaña dedenuncia a Pignanelli y de un nuevo impuso a la lucha por la reinstalación, reincorporación de los compañeros de Lear y que reponga en su cargo a los delegados legítimamente electos.
Rodolfo Torres