Compartir el post "Preparar un Plenario Provincial de los Sutebas recuperados para luchar contra el ajuste salarial"
El año que va quedando atrás no ha sido el mejor para los trabajadores en general y los docentes en particular. Es que el ajuste que viene aplicando el gobierno nacional pegó un salto y como nunca antes se sintió con mucha fuerza que los aumentos salariales conseguidos en las paritarias están muy por debajo de la inflación real. Pero esta política de ajuste hacia la docencia no es nueva: desde aquel discurso en el que la presidenta nos catalogó de vagos, bien pagos, que tenemos 3 meses de vacaciones y trabajamos apenas 4 horas, los ajustes a nuestro salario son comunes. Con los años y los aumentos por debajo de la inflación, nuestro salario ha perdido poder adquisitivo de una manera significativa. No hace falta más que ir de compras para sentir esta presión sobre nuestro bolsillo. Por esta razón, en este último año la bronca entre la docencia creció y obligó a que la dirección del Suteba provincial de Baradel tenga que llamar algunos paros y movilizaciones. ¡Pero ojo!, siempre tratando de evitar que estas acciones de lucha se potencien y sirvan realmente para que el gobierno ceda y otorgue aumentos de salario mayores. Para peor, en el marco de la lucha, ocurrió el desastre de la inundación del 2 de abril. Este grave hecho fue la excusa que usó Baradel para levantar los paros en toda la provincia sin consultar a nadie. La medida correcta era mantener los paros, pero activos, organizar a los docentes en las escuelas para brindar la ayuda necesaria. Al mismo tiempo mantener el paro en el resto de la provincia, y por qué no, organizar ayuda con docentes de otras localidades. Así, la conducción provincial del Suteba terminó traicionando la lucha y el gobierno dio un magro “aumento” que sacando cuentas no llega al 18% anual, con una inflación arriba del 25%. Un ajuste salarial camuflado de aumento. El año que va quedando atrás no ha sido el mejor para los trabajadores en general y los docentes en particular. Es que el ajuste que viene aplicando el gobierno nacional pegó un salto y como nunca antes se sintió con mucha fuerza que los aumentos salariales conseguidos en las paritarias están muy por debajo de la inflación real. Pero esta política de ajuste hacia la docencia no es nueva: desde aquel discurso en el que la presidenta nos catalogó de vagos, bien pagos, que tenemos 3 meses de vacaciones y trabajamos apenas 4 horas, los ajustes a nuestro salario son comunes. Con los años y los aumentos por debajo de la inflación, nuestro salario ha perdido poder adquisitivo de una manera significativa. No hace falta más que ir de compras para sentir esta presión sobre nuestro bolsillo.
Por esta razón, en este último año la bronca entre la docencia creció y obligó a que la dirección del Suteba provincial de Baradel tenga que llamar algunos paros y movilizaciones. ¡Pero ojo!, siempre tratando de evitar que estas acciones de lucha se potencien y sirvan realmente para que el gobierno ceda y otorgue aumentos de salario mayores. Para peor, en el marco de la lucha, ocurrió el desastre de la inundación del 2 de abril. Este grave hecho fue la excusa que usó Baradel para levantar los paros en toda la provincia sin consultar a nadie. La medida correcta era mantener los paros, pero activos, organizar a los docentes en las escuelas para brindar la ayuda necesaria. Al mismo tiempo mantener el paro en el resto de la provincia, y por qué no, organizar ayuda con docentes de otras localidades. Así, la conducción provincial del Suteba terminó traicionando la lucha y el gobierno dio un magro “aumento” que sacando cuentas no llega al 18% anual, con una inflación arriba del 25%. Un ajuste salarial camuflado de aumento.
Por estas traiciones año a año, los docentes comenzaron a ver el rol cómplice de Baradel con el gobierno de Scioli y Cristina. Y esto trajo como resultado que en las elecciones sindicales de Suteba, los docentes elijamos cambiar de conducción, optando por la Lista Multicolor, en donde estamos representados los sectores de oposición luchadores, antiburocráticos e independientes del gobierno. Así, los docentes hoy día tenemos, entre otras, la seccional del Suteba La Plata recuperada para la organización y la lucha por nuestras reivindicaciones. Un triunfo muy importante para luchar por lo que nos corresponde.
Las elecciones nacionales trajeron una nueva situación política. El gobierno nacional sufrió una derrota en las urnas a dos flancos: por derecha, representada por Massa, Binner, Cobos, etc., pero también por la izquierda, representada por la votaciones del FIT y nuestro partido, el Nuevo MAS, en las Paso. Es decir, el gobierno fue cuestionado desde los sectores patronales que vienen pidiendo un ajuste económico que pulverice el salario y haga más “competitiva” la economía; como así también por sectores de trabajadores y populares que ven deterioradas sus condiciones de vida y su salario les alcanza cada vez menos. Ahora bien, en los últimos días, con la “vuelta” de Cristina y los rimbombantes cambios de Gabinete, el gobierno decidió “responder” a los resultados de las urnas pero tomando nota sólo de uno de los flancos de cuestionamiento: el de la derecha.
Hace ya un tiempo que el gobierno nacional viene buscando dejar atrás su perfil más “progresista” y tomar uno más conservador y amigable con los mercados. La designación de Capitanich al frente del Gabinete es una clara señal política de este giro a la derecha. Un tipo que viene de las entrañas de lo más conservador del PJ, fiel aliado de la reaccionaria Iglesia Católica y que viene dando muestras de que su rumbo será el de un ajuste económico, la vuelta al endeudamiento externo vía el FMI y el Club de París, mejores relaciones políticas con las empresas transnacionales (ejemplificadas en el acuerdo con Repsol), una pronta suba de precios de los servicios esenciales como la luz, el gas y el transporte. Y por supuesto, que se pondrá al frente de las negociaciones paritarias para imponer “aumentos” a la baja. Es contra este curso derechista del gobierno y su política de ajuste inflacionario que tendremos que luchar los trabajadores y docentes ni bien empiece el año.
En lo que va de pocos meses de conducción, el Suteba La Plata ha dado pasos muy importantes. En primero lugar ha vuelto a abrir las puertas del sindicato a la participación y lucha de amplios sectores de docentes. Desde las masivas marchas por el pago de los sueldos adeudados, la jornada de preceptores y la lucha que emprendieron contra la política de supuesta “continuidad pedagógica” del gobierno, la puesta en pie del cuerpo de delegados que hacía años que no se convocaba y la realización periódica de asambleas en donde puedan participar todos los docentes, estemos o no afiliados. Todo este nuevo aire fresco está fortaleciendo a la docencia de la región y deja un balance positivo que nos deja bien parados para el año que se viene de dura lucha.
Pero luchar solo desde el Suteba La Plata no nos alcanza. En el proceso de recuperación de las seccionales tenemos de aliados a La Matanza, Ensenada, Tigre, entre otros, que están poniendo en pie, como nosotros, esta herramienta de organización y lucha conquistada. Esto nos lleva a uno de los principales problemas que tenemos los docentes a la hora de luchar: la cuestión de quién decide los planes de lucha. Hasta ahora, la burocracia de Baradel y de Yasky a nivel nacional ha tenido una política de decidir las medidas de acción desde arriba, sin consultar a las bases y levantando los paros y las marchas cuando quieren. Pero con todas las seccionales recuperadas esto puede empezar a revertirse, organizando una real coordinación, retomando lo que alguna vez fueron los Plenarios Provinciales que llevaban mandato de sus escuelas y las asambleas seccionales. Desde la Lista Gris Carlos Fuentealba creemos que esta tiene que ser una de las tareas centrales en la próxima lucha en el marco de la paritaria, así como construir una coordinación nacional con los sindicatos opositores que saldrán también a la pelea.