Un ataque contra el derecho al aborto

 

En estos días, a medida que se acercaba el Día Latinoamericano de Lucha por el Aborto Legal, el tema volvió a colocarse en la palestra política. Como cada vez que esto sucede, las voces que vienen del oficialismo kirchnerista darían la impresión de que el aborto estuviera “ahí nomás” de legalizarse… Integrantes de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto anuncian que en la Argentina “conviven el aborto legal y el ilegal”. Los diputados del FPV concurren en masa al acto del 29/9 a jurar nuevamente su adhesión al proyecto de legalización y anuncian que “ahora sí” será tratado en comisión. Pero esta no es la situación real del derecho al aborto en la Argentina, ni la posición real del Gobierno Nacional y sus diputados respecto del tema. Estos discursos mentirosos pretenden esconder dos cosas: el acuerdo del gobierno con la Iglesia para negar este derecho a las mujeres, y la escandalosa capitulación de un sector del feminismo frente a este gobierno.

 

El aborto en Argentina es ilegal de principio a fin

 

El fallo de la Corte sobre aborto no punible fue arrancado por la lucha del movimiento de mujeres y la indignación creciente de la población frente a los aberrantes casos de mujeres y niñas violadas y obligadas a parir por el Estado y la Iglesia. Como suele suceder con toda conquista conseguida contra el gobierno, cada vez que alguien quiere ejercer esta “legalización” parcial, hay que volver a luchar contra la justicia, el sistema de salud, los gobernadores y la Iglesia, porque el gobierno se niega a elaborar un protocolo nacional que deje en claro y haga efectivos los abortos no punibles en hospitales.

Las integrantes de la Campaña Verde, empeñadas en confundir las cosas, llaman “convivencia” a lo que en verdad es una confrontación constante entre el gobierno y su sistema de salud, los gobernadores, la justicia y la Iglesia por un lado, y el movimiento de mujeres, las víctimas y sus familiares por el otro.

Las feministas K, por otra parte, pretenden que la difusión del “aborto casero” con misoprostol, más las consejerías hospitalarias “amigables”, hacen que el derecho al aborto exista “en la práctica” aunque no esté legalizado. Así, aunque siguen manifestándose de palabra por la legalización, militan para quitarle urgencia al reclamo, mientras ni el misoprostol ni los hospitales “amigables” han impedido que tres mujeres estén presas en Jujuy por abortar.

 

Diputados con pañuelo verde: un engaño conocido

 

Veamos ahora las declaraciones de Victoria Tesoriero, integrante de la Campaña Verde, refiriéndose a la actual situación del proyecto en el Congreso: “Antes, hubo una presentación desde la sociedad civil, con las más de 300 organizaciones que integran la Campaña, pero sin el apoyo de legisladoras/es. Este año logramos el apoyo de 64 diputadas y diputados de todos los bloques, mayormente del FPV, que encabeza el proyecto (con la diputada Adela Segarra). Es un récord en el ámbito legislativo, nunca un proyecto logró tanto apoyo”.

En este relato hay una omisión: entre la presentación “desde la sociedad civil” y esta última, hubo otra con la firma de 50 diputados – de hecho la de 2014 es la 5ta presentación del proyecto en el parlamento, muchos de ellos oficialistas, que también habían desfilado por los actos feministas y que cuando el proyecto se puso a debate en el recinto el famoso 1º de noviembre del 2011, desaparecieron de la comisión dejándola sin quórum para sesionar.

También entonces los diputados kirchneristas habían prometido que cada uno votaría apelando a la “libertad de conciencia” por más que la presidenta esté en contra. Hoy, ayudados por el silencio cómplice de este sector de la Campaña, repiten lo mismo sin ponerse colorados: “con libertad de conciencia quienes integramos el Frente para la Victoria vamos a acompañar el tratamiento del proyecto” (Diana Conti el 29/9).

Pero los diputados K son aún más cínicos hoy que en aquella ocasión, porque a apenas unos días de estas declaraciones, se aprestan a aprobar, el miércoles 1º de octubre, la reforma al Código Civil que Cristina apuró por orden del Papa, que decreta que la vida humana y la persona comienza a partir de la concepción.

Si bien estas formulaciones estaban ya presentes en el Código de Velez Sarfield, es inaceptable que doscientos años después se mantenga la misma afirmación, reforzando los preceptos oscurantistas y retrógrados de la iglesia católica sobre las mujeres y nuestros cuerpos.

Más aún, según La Nación del 30/9, el apuro del gobierno “Sería un gesto a la Iglesia: si bien el texto mantiene artículos que no la conforman del todo, como el que establece la figura del divorcio exprés, en el Episcopado priorizan la decisión de ratificar el momento de la concepción como origen de la existencia humana. Este antecedente, alegan, dificultaría la posibilidad de avanzar con el aborto no punible”.

Pero el discurso amañado del gobierno no termina ahí: “Una cosa es el Código Civil y otro el penal: la criminalización del aborto está en el Código Penal y no hay ningún impedimento en el civil para despenalizarlo. Además, tenemos abortos que hoy sí son legales, por violación o por riesgo para la salud y vida de la mujer, con el texto del Código Civil vigente y no hay mucha diferencia de lo que se va a aprobar”, dijo la ex diputada socialista Silvia Augusburger.

Así, el papa sería un desprevenido y el Episcopado no advierte los brillantes juegos de palabras del gobierno K, que les promete leyes antiaborto que en realidad no sirven para nada.

 

A luchar en las calles por el aborto legal

 

No tenemos más que lamentar que gente que ha luchado durante años por el derecho al aborto se sirva a hacer de comparsa para estos disparates. Podemos decir que lo que convive en nuestro país no es el aborto legal y el ilegal, sino una confrontación cotidiana y a dentelladas entre la corriente que esta y lucha por el aborto legal y la que pelea en contra: el gobierno K con todos sus diputados, gobernadores y funcionarios de salud. El kirchnerismo se ha posicionado en contra del derecho a decidir de las mujeres, y avanza con otro golpe a este derecho, que es la reforma al Código Civil.

Nada más contrastante con la realidad que viene explotando en las últimas semanas: movilizaciones nacionales contras los femicidios y la violencia hacia las mujeres, como ocurrió en Córdoba por Paola Acosta, o en Mar del Plata exigiendo cárcel para el abusador de Rocío Girat, o debates y acciones por la legalización del aborto. Todas expresiones de que no se tolera la brutalidad contra las mujeres. La ilegalidad del aborto es parte estructural de esta barbarie.

Desde Las Rojas, seguiremos confiando en esa fuerza que crece por abajo y que busca en la calle su expresión porque el parlamento, la justicia y el estado en general les ha dado la espalda, o más aún, es garante de esa opresión y de todas las injusticias.

Es el momento de fortalecer a ese sector del movimiento de mujeres que se planta consecuentemente por el derecho al aborto libre, legal, seguro y gratuito y por todos los derechos. Como parte de esto, Las Rojas iremos al próximo encuentro de mujeres en la perspectiva de redoblar nuestros esfuerzos por la legalización del aborto y la libertad para Susana María y Claudia, presas en Jujuy porque el aborto es ilegal en la Argentina. Invitamos a sumarse y ser parte activa de esta lucha.

 

Manuela Castañeira

 

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