Iara es una joven mujer que se atrevió a denunciar que fue víctima desde niña de violaciones por parte del entonces marido de su madre, el policía Marcelo Carlos Cuello. Iara es hoy una joven mujer que, acompañada por su mamá, emprendió una lucha para que sea el policía Cuello el que tenga vergüenza, para que tanta violencia no quede impune.
Lamentablemente, no es la única; hace pocas semanas se hizo pública también la tenacidad de otra joven, Rocío Girat, para enfrentar a su padre-violador (en este caso miembro de la Armada). Y en Olavarría, Mariana, Loana y Maira… Y lo que pasaron estas niñas se entrama con los femicidios, con la trata con fines de explotación sexual, demostrando que la situación de las mujeres revela un sistema social de opresión contra el que tenemos que luchar.
Este jueves, en los tribunales de San Martín, se va a dar el resultado del juicio.
Para rodear de solidaridad a Iara, para que no haya impunidad, nos convocamos en la puerta de los tribunales de San Martín a las 11. ¡Basta de violencia contra las mujeres! ¡Que sean los violadores los que tengan miedo!
Reproducimos fragmentos de nuestra conversación con Iara y su mamá Laura
LAS ROJAS: ¿qué significa para vos este juicio?
Iara: Lo que significa para mí es el cierre de muchas cosas, de una tristeza que vengo arrastrando desde hace mucho tiempo, muchos recuerdos feos. Que la justicia haga algo implicaría un momento nuevo. Yo decidí luchar porque quería terminar con esa pesadilla que venía arrastrando desde muy chica. Me cayó la ficha de que le podía pasar a mi hermana –en ese momento la hermana de Iara tenía 6 años–, ¡porque ni a mi hermana ni a nadie le tiene que volver a pasar!
Laura: Cuando me enteré de lo que pasaba, agarré mis pertenencias y me fui… fue un corte abrupto. Tuve que dejar la casa y en ese momento no tenía trabajo, me apoyaron mis hermanos, mi mamá y mis amigos. Teníamos que hacer la denuncia ¡a la policía!, encima en la misma jurisdicción donde trabajaba él, al mismo sector. A mi hija que era la víctima tenían que revisarla en el sector donde trabajaba él (policía científica). No fui a la comisaria, fui a la UFI donde tratan este tipo de delitos, y cuando di el nombre me dicen “¿quién, fulanito de tal, que vive en…?”. Y me sentí indefensa.
LR: Fueron 3 años de abogados y psicólogos, que concluyeron en declaraciones contundentes de todos los peritos que sostienen la acusación sobre el policía que, arma sobre la mesa, se transformó en la pesadilla de Iara desde niña. Al día de hoy Cuello está detenido por otro caso de abuso de arma, ¿a vos te parece que el “oficio”, por decirlo de alguna manera, de esta persona tiene algo que ver con lo que te pasó a vos?
Iara: Sí, la palabra es abuso, eso es lo que hace la policía permanentemente. Abusa de su arma, abusa de su placa, abusa de su condición permanentemente. A mí me tocó sexualmente, pero también tengo amigos que en el barrio, en la calle, sufrieron otros abusos, a través de la violencia por ejemplo. Yo estoy en una murga de Villa Luzuriaga, el barrio de Luciano Arruga, y cuando hicimos la denuncia mi miedo era que pudiera haber represalias, porque los hermanos de él también son policías. Tenía miedo de que me pudiera pasar algo, que me agarren en la calle. Le escribí una carta a la presidenta, y me contestaron que me tenía que pasar algo puntualmente para darme seguridad, y los abogados me dieron una orden de restricción, que es una hoja A4 que dice que no se podía acercar y que por ejemplo si lo veía en un colectivo se la tenía que mostrar al chofer para que lo bajara del micro… ¡Era un papel A4!
Laura: En estos 3 años no me importó que fuera policía, lo que sea. Era para que mi hija tenga su libertad, y para que tenga la palabra justicia en su diccionario. He tenido pozos, pero no he bajado los brazos.
LR: ¿Qué significó para vos escucharla a Rocío Girat, a las chicas de Olavarría y enterarte de su lucha?
Iara: Verlas a ellas en los medios y en la calle, que fue donde me la encontré a Rocío –se refiere al acto que Las Rojas impulsamos con Rocío en la casa de la provincia de Bs. As.–, es el impulso motor que me llegó a mí para salir, y quiero que este impulso les llegue a otros.
LR: Ustedes van a participar este 25 de noviembre de la marcha en el día de la no violencia contra las mujeres. ¿Querés decirnos un motivo para invitar a esta marcha?
Iara: Todos tenemos una hermana, una mamá, una tía, a todos nos duele si nos lastiman, si nos pegan: hay que ir a defender los derechos de las mujeres. ¡Cuantos más seamos, más fuertes vamos a ser!