Seguramente ustedes han visto alguna vez a esos chantas que en la TV juegan con los números para demostrar cómo supuestamente adivinan cosas con ellos. La metodología consiste en realizar forzadas operaciones matemáticas con los números a fin que den un resultado que coincida con lo esperado. Pues bien, todas las mañanas en las conferencias de prensa de Capitanich o en cualquier discurso público de Cristina o Kicillof se verá este accionar disfrazado de sapiencia económica.
Quienes nos manejamos con métodos científicos utilizamos las estadísticas (los números) como herramientas que nos dan un parámetro de la realidad y nos permite saber dónde estamos parados, para luego poder transformarla. Para el kirchnerismo no es así. La fórmula es distinta y consiste en imaginar una realidad y manipular los números para alcanzarla. Hay veces que no hace falta mentir descaradamente, con ocultar parte de la verdad alcanza…
Hemos visto en este periódico cómo se maquillan los números de la desocupación, ahora pongamos algunos ejemplos más para clarificar el tema, son muchos pero tomemos al menos un pequeño muestreo.
En primer lugar podemos ver la metodología del aumento discursivo de ventas. Esto consiste en mostrar los parámetros de ventas según facturación. Ante cada fecha festiva el gobierno sale a decir que se vendió un tanto por ciento más que el año anterior. El engaño reside en que se mide la facturación en pesos, no por cantidades vendidas, por lo tanto si la inflación es de un 25% y se factura un 10 % mas que el año anterior, en realidad se vendió menos que en el año pasado. Por ejemplo, si en 2013 alguien vendió 10 unidades a $ 1.000, facturó $ 10.000. Si en 2014, debido a la inflación vendió 9 unidades a $ 1.250, facturó $ 11.250. Si se vende un 10% menos, el gobierno dice que se facturó un 11% más.
Un ejemplo parecido podemos verlo en la utilización de porcentajes de aumentos salariales en periodos largos que, al no ser comparados con la inflación, no son muestreo del poder de compra real de los trabajadores. Si yo digo que tu sueldo subió un 600% en los últimos años, parecería que tu poder adquisitivo se multiplicó por 6, pero si en ese periodo la inflación fue mayor que esos aumentos, en realidad disminuyó. El engaño cierra más aún cuando el gobierno utilice los aumentos dados en negro y en cuotas para inflar lo que conviene y utilice los ya a esta altura graciosos números del INDEC para medir la inflación.
Este espacio sería extremadamente largo si nos dedicáramos a mostrar todas las formas de engaño numérico en la “década ganada”. Por eso, a forma de despedida, queremos dejar una nota de color respecto a la utilización de los números en la educación.
Se titula “La Educación en el Proyecto Nacional 2003-2011”, pero bien podría titularse “Decálogo de numerología de engaño K”. Son unas 90 páginas de autoadulación visual y escrita, donde se llega al extremo de utilizar 5 páginas enteras de dibujitos de escuelitas para causar impacto de la inversión edilicia, cuando en la vida real se ve día a día como se caen las escuelas. Pero quizá lo más forzado, o gracioso, es cuando el gobierno se vanagloria de haber entregado 2.046 instrumentos musicales (¿pianos o flautas dulces? ¡No es lo mismo!) en 3 años. Para terminar, juguemos nosotros ahora con los números: el sistema educativo argentino cuenta con 10.280.289 estudiantes, por lo tanto bien podríamos titular: “El gobierno entrega un instrumento musical cada 5.024 estudiantes”, y no estaríamos mintiendo…
Diego B.