Compartir el post "Acuerdos políticos electorales o acuerdos electoralistas"
El pasado 8 de marzo en un escueto comunicado de Pueblo en Marcha ‘herramienta político electoral’ de los movimientos sociales de la capital, informó que tras lograr un ‘acuerdo político’ con el FIT se sumaban a las listas y a la campaña con las consignas: ‘por la urbanización de los barrios, con radicación y participación popular’; ‘por la defensa de la educación pública y popular’ y ‘por la disputa por una ciudad digna para lxs trabajadorxs y el pueblo’. Sin aclarar los términos políticos del acuerdo, también informan que participarán de las listas con 1 candidato a la legislatura y 4 a las comunas, todos en lugares no expectables.
La historia para llegar a este ‘acuerdo’ es larga pero es necesaria conocerla para entender cómo se llega al resultado actual, la cosa comienza cuando la autodenominada ‘izquierda independiente’ entra en un proceso de debate político para responder al fracaso que había significado su orientación populista-chavista (filo-k en algunos casos) frente al proceso político abierto con el argentinazo. Pasada una larga década de construcción donde no dejaron de ser organizaciones de vanguardia, se encontraron en un momento frente al gran éxito electoral del FIT que delante de sus narices ‘se llevaba todo’ condenándolos prácticamente a la invisibilidad.
Ese cimbronazo derivó en discusiones y rupturas, y también en iniciativas para salir de la marginalidad. Así fue como la tan denostada participación electoral comenzaba a ser vista con otros ojos. Algunos sectores, de tan arrepentidos que estaban de haber ‘perdido tanto tiempo’, no dudaron un minuto y saltaron directamente del ‘autonomismo’ al electoralismo más feroz, haciendo acuerdos con políticos pro- patronales como Lozano. Otros sectores conformaron Pueblo en Marcha y también salieron a la cancha difundiendo su propuesta electoral dirigido casi excluyentemente al FIT: ‘Ante una nueva ofensiva de los de arriba, [hay que] construir un amplio polo de izquierda’.
Así fue como en el ‘Encuentro abierto’ realizado el pasado 4 de marzo en la Facultad de Sociales de la UBA donde todas las intervenciones ‘valoraron en forma positiva la consolidación del FIT’ (sic), llamó mucho la atención un saludo llegado desde Andalucía, en el mensaje la ex-eurodiputada por Podemos y actual candidata a la presidencia de Andalucía, Teresa Rodríguez, decía: “Ustedes desde allí, nosotros desde aquí, somos compañeros a la distancia dando combate contra un mismo enemigo: la opresión de los pueblos por el capital. Y lo hacemos con un mismo método: reivindicando la participación desde abajo, desde los movimientos sociales, desde el poder popular”.
Y si comenzamos a tirar del ovillo se llega al nudo, si existe un fenómeno mundial de votos a formaciones de ‘izquierda’ y si en la Argentina este fenómeno parecería encarnarlo el FIT, entonces se trata de ‘no perder el tren’ (electoral) y la conclusión a la que arribaron es que hay que colgarse como sea.
La contratara de esto esta en el FIT donde parecería que el ‘acuerdo’ no existe. Al cierre de listas y hasta la fecha no hay ningún comunicado oficial de la dirección del FIT que aclare el asunto, sólo se sabe que los lugares de las listas ‘los cedieron el PO y IS’ y que el PTS mientras que hace como que patalea ‘aclara’ en las redes: ‘objetamos el acuerdo con el argumento de que desde sus orígenes nuestro frente tiene un acta constitutiva que afirma el principio de independencia de clase de los trabajadores, que surge del programa y del Manifiesto Político Electoral, y en ese sentido saludó el acercamiento de distintas organizaciones, [aunque considera] necesario un proceso de clarificación programática y de acción común (que no se ha realizado) para incorporar a las listas del FIT a compañeros de otras organizaciones, incluso en cargos no expectables’. O sea el PTS reconoce que aunque el PO hace lo que quiere, incluso integrar otras fuerzas sin discusión, se queja un poco pero por lo bajo acepta ya que a ellos no los afecta.
Estas ‘desprolijidades’ muestran a las claras los límites que está teniendo el FIT y la autodenominada ‘izquierda independiente’. El acuerdo así planteado huele a simple electoralismo donde ambos dejan de lado las definiciones políticas concretas sobre que tipo de intervención debe realizar la izquierda en las elecciones, mientras que el PO, como patrón del FIT cierra unilateralmente cambio de los ‘votos’; el PTS se hace como que se queja pero mira para otro lado; y Pueblo en Marcha se aferra a lo que le den para subirse al tren de la campaña del FIT.
Desde el Nuevo MAS no nos oponemos en principio a alcanzar acuerdos politicos y programáticos. Así fue como para combatir el curso electorero que siguen los compañeros que integran el FIT, nuestro partido ha señalado que es necesario un debate serio sobre el contenido de la campaña electoral en el llamamiento que realizamos meses atrás al FIT y a Zamora. Allí sostuvimos que es necesario levantar una serie de reivindicaciones y consignas sentidas que configuren una suerte de plan de acción de los trabajadores y la izquierda frente al fin de ciclo K y al nuevo gobierno patronal que se avecina; que coloque en el centro de las tareas la denuncia y el llamado a prepararse para enfrentar el ajuste que viene, así como levantar reivindicaciones sentidas por amplios sectores.
En este sentido y más allá de su enfoque general electoralista, le criticamos al FIT su falta de una propuesta global. La misma debe pasar por una formulación que sostenga que frente a la crisis del progresismo K y la oposición patronal, hay que trabajar por una alternativa socialista (un gobierno de los trabajadores y el pueblo).
Desde el Nuevo MAS seguimos peleando por una alternativa socialista unificada para las próximas elecciones, con ese norte la conferencia electoral definió poner a disposición de los luchadores la legalidad del partido para que puedan tener una voz en las elecciones y proclamó una fórmula presidencial, la cual tengo el honor de integrar junto al compañero Jorge Ayala cuyo perfil sintetiza el mensaje que queremos llevar a los trabajadores, que para solucionar los problemas del país deben gobernar los trabajadores.
Héctor “Chino” Heberling
Precandidato a Presidente por el Nuevo MAS