En la madrugada del martes 10 de febrero, los pacientes internados de maternidad y terapia intermedia del Hospital Prov. Gral. Belgrano, junto a los enfermeros de dichos sectores, fueron asaltados con total impunidad y de forma inaudita. Este y otroshechos de la misma índole terminaron por colmar la paciencia del personal, que organizándose en asamblea, decidió realizar el jueves un corte en la av. De los Constituyentes para expresar su descontento.

Además del repudio a la violencia que se sufre a diario en salud, se le sumaba la exigencia a las autoridades correspondientes por una respuesta inmediata.

 

El vaciamiento como trasfondo.

 

La problemática de la violencia (o peligrosidad) en la salud no es algo nuevo. Se trata de una consigna que con el tiempo ha ido ganando cada vez más peso, hasta encontrarse hoy entre las principales (salario, pase a planta permanente, etc.). Semana tras semana se suceden distintos tipos de agresiones.

Pero esto no es algo casual. Existe un trasfondo que lo explica y se trata del desfinanciamiento, la falta de inversión y el vaciamiento al que el Gobierno, a través del Ministerio de Salud y el de Economía, junto con el Gobierno provincial, tienen sometido al sector salud. En vez de mejorar la calidad de un servicio vital para la población, el Gobierno decide poner los fondos en otro lado, por ejemplo para pagar la deuda externa a costa de los trabajadores, entre otras cosas.

No es ajeno para nadie la situación desastrosa y alarmantede los hospitales y centros de atención periférica, una situación que ha venido en detrimento constante desde hace décadas y que ningún gobierno ha siquiera intentado frenar.

Vale también decir, que los hechos de violencia tienen su explicación en el contexto actual, basta solo con pensar en la situación de los sectores populares y en especial para los de menos recursos: una educación que atraviesa lo mismo que salud, trabajo en negro y precarizado, suspensiones y despidos, precios más y más altos frente a salarios cada vez más bajos, etc. Todas cuestiones que, de conjunto, hablan de una violencia general a la que estos sectores se encuentran sometidos.

 

Por un plan integral de seguridad.

 

Durante la semana los trabajadores del hospital fuimos discutiendo distintas ideas y propuestas. Nosotros creemos,en principio, que la solución es un plan integral que resguarde la integridad de los trabajadores.Esto quiere decir, por ejemplo,que aumente el personal de prevención (incluyendo su pase a planta permanente y no solo becado), oque el edificio se refaccioneycontemple las condiciones básicas (por ejemplo poniendo rejas a las ventanas, o que las puertas cierren,como para empezar…), y con más cámaras en los pasillos (o por lo menos que funcionen las que están…),.entre otras cosas. Un plan que no quede en promesas, como es costumbre, y, de ser concretado, que sea regulado y verificado por nosotros, los trabajadores.

En cuanto a la presencia de alguna autoridad (gendarmería prefectura, o, llegado el caso, policía), exigimos, críticamente, que, siendo “zona de riesgo” la zona donde se encuentra el hospital y, junto con lo que esto significa sobre todo para los compañeros de horarios nocturnos (aunque el registro de robos afuera es elevado en general, y de todo tipo), se debe garantizar alguna protección efectiva (no cuando se les dé la gana) que resguarde a todo compañero que entre y salga del hospital.

En tercer lugar nos parece acertado seguir discutiendo, ante una posible negación de parte del Ministerio de hacer algo, el hecho de tener que autoorganizarnos llegado el momento y tomar en nuestras manos la tarea de cuidar el hospital, a su personal y a sus pacientes, como ya ha sucedido en otros lugares.

 

¡Hay que seguir organizándonos!

 

Si bien aún el corte es muy reciente, se pueden hacer algunas conclusiones sobre lo que pasó. La numerosa participación de los compañeros, la asamblea, la difusión en los medios nacionales de la medida, y la ausencia del director del hospital a la hora de dar la cara, entre otras cosas, marcan un punto de inflexión frente a lo que fue el año.

Para empezar, lo que se hizo este jueves tuvo una visibilidad mucho más importante que la mayoría de los paros que realizamos. La razón está, creemos, en que los paros se volvieron una mera formalidad. Ni por asomo criticamos el hacer paro, lo que señalamos es que ningún paro se hizo con movilización o agitación de algún tipo, y eso explica porque nunca tuvieron efecto alguno. Junto con esto también está el agotamiento de las vías más “legales” o administrativas si se quiere. Todo el mundo o hizo denuncias, o junto firmas o mando cartas documentos a todos lados, empezando por los gremios, sin obtener respuesta alguna. No por nada más de un compañero dijo “siempre es lo mismo”, en referencia a estas cuestiones[1].

Otro elemento que demuestra que la presión ejercida sobre las autoridades correspondientes (por lo menos las locales, hasta ahora)  fue algo más concreta fue el hecho de que cuando fuimos por el director para que diera la cara ante los medios y los pacientes: este permaneció en su despacho sin dar respuesta alguna.

Por ultimo hay que señalar el papel que jugaron los delegados ATE, SSP y CICCOP durante la semana del corte. ¡A los dos primeros no se los escucho emitir una palabra jamás! Pareció que esperaban que todo pase. En cuanto a CICCOP, estos se intentaron poner a la cabeza ciertamente como para “impulsar la lucha”, pero en varias oportunidades quisieron poner paños fríos para frenar el corte o bien cuando todos fuimos a buscar al director.

Frente a todo esto decimos que los trabajadores del Htal. Belgrano debemos seguir organizándonos,si bien el corte ha tenido otro efecto a lo acostumbrado, este no garantiza por si solo que vayan a responder a nuestro reclamo. Es necesario estar alertas y continuar con las asambleas de cara al paro del jueves, en caso de que no se nos de una solución concreta, ¡no solo promesas!

 

¡Basta de violencia en los hospitales!

¡Condiciones dignas y seguras para los pacientes y los trabajadores de la salud!

 

 

Trabajadores organizados del Htal Belgrano.

 

 

[1]Entra también en este plano la maniobra para distraernos que impulsaron la dirección y el Ministerio de Salud (con presencia de los gremios): el famoso Comité de Seguridad, el cual no sirvió más que para dilatar las cosas.

Dejanos tu comentario!