El 31M se resolvió como un “parazó nacional”. Más allá de los diferentes intereses que pueden cruzarse, objetivamente la clase obrera impuso en la agenda sus propios reclamos en medio del debate electoral. Si el justo reclamo contra el impuesto al salario fue la bandera que eligió para agitar la burocracia, lo concreto es que la masividad del paro puso en el tapete un conjunto mucho mas amplio de reclamos obreros: desde el aumento de salarios para recuperar lo que se comió el ajuste y la devaluación de 2014, hasta la precarización laboral, el trabajo en negro y los extenuantes condiciones y los ritmos de trabajo que la burocracia, el gobierno y la patronal imponen sobre lso cuerpos exhaustos de los trabajadores.
La izquierda con los piquetes logró terciar en una jornada donde Moyano y Barrionuevo plantearon hacer del paro una tarde de domingo donde no se mueve ni el viento. El Nuevo MAS fue un actor protagonista de los piquetes a lo largo de todo el País. A primera hora dimos la señal de largada en el corte central realizado en Panamericana y Henry Ford, pero también tuvo una labor destacada en el Puente Pueyredón, el Oeste, en Córdoba, La Plata, Mar del Plata y Neuquén, así como también fuimos parte en los numerosos cortes que se desarrollaron en el resto del país. En estas páginas reflejamos la fuerza de la jornada en las calles