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El jueves 19 de marzo se realizaron las elecciones de la Asociación Gremial de los Trabajadores del Subte y Premetro (AGTSyP) donde la lista oficialista de Roberto Pianelli (representativa del kirchnerismo) se quedó con las elecciones. Pero lo llamativo es que la suma de las dos listas opositoras alcanzó a un 44% de los votos, lo que hace suponer que la unidad de éstas las hubiera puesto a pelearle cabeza a cabeza el gremio al kirchnerismo.

 

El FIT va separado y allana el camino de los K

 

Como decíamos, las dos listas de oposición fueron separadas, pero lo llamativo aquí no es que haya dos listas de oposición, sino que las mismas fueran encabezadas por los dos partidos referentes del FIT. Así el Frente de Unidad Bordó-Violeta encabezado por Claudio Dellecarbonara (PTS) obtuvo el 27% de los votos mientras que la Lista Naranja (PO) se quedó con 17%, dejando allanado el camino de la burocracia oficialista de la Roja y Negra de Pianelli y Segovia.

Si bien en el 2011 las agrupaciones del PTS y el PO fueron juntas, en esta elección no llegaron a un acuerdo ya que priorizaron el espíritu poroteril a la unidad de la izquierda. Es llamativo que el frente electoral que intenta mostrase como “la izquierda” sólo pueda lograr la unidad cuando de la “fiesta electoral burguesa” se trata o en alguna que otra facultad y no pueda ponerse de acuerdo ni ante los hechos más importantes de la realidad, ni ante las elecciones gremiales más trascendentes.

 

Un balance necesario

 

Un balance político debe servir para sacar  en limpio qué se hizo bien y qué se hizo mal ante un hecho o una elección. Pues bien, si el balance político de las agrupaciones que salieron segundas y terceras en una elección de tres listas es absolutamente triunfalista, algo hace pensar que del mismo difícilmente se puedan sacar conclusiones que sirvan para algo.

Es cierto que el hecho de que es positivo que la izquierda logre ingresar a 3 trabajadores al Secretariado Ejecutivo del sindicato, también es cierto que  la lista oficialista tuvo un retroceso de 10 puntos respecto de la elección anterior de 2011. Pero también es cierto que es un retroceso el hecho de que las agrupaciones opositoras hayan ido separadas, ya que podrían haber ayudado aún más en el crecimiento de la oposición de conjunto. Y aquí es donde viene la parte más importante del balance, porque hay situaciones donde la unidad es realmente imposible dado el accionar de alguno de los sectores (o de ambos). Pero, ¿por qué entonces no hubo unidad?

 

Tomala vos, damela a mi…

 

El PO responsabiliza al PTS por la “NO unidad” en primer lugar porque la lista de Dellecarbonara “se constituyó como un frente de dos fracciones, la Bordó -del PTS- y la Violeta -un sector recientemente desprendido del kirchnerismo pianellista”[1] y cuyo referente Mastandrea, según PO, mantiene importantes coincidencias como el apoyo al gobierno K, el rechazo del clasismo, la coincidencia con el impuesto al salario y la convicción de que el traspaso del subte a Macri fue progresivo. Aquí se hace imprescindible hacer una aclaración: nos parece equivocado el hecho de argumentar como negativa de la unidad el hecho de que la otra lista cuenta con la ruptura de un sector del pianellismo. Siempre es progresivo que sectores K rompan y vengan a la izquierda, por supuesto con sus límites. Mientras que las consignas que levante la lista no vayan en contra del clasismo y a favor de los K, está bien hacer unidad con grupos que vienen del kirchnerismo y traerlos a las filas de la izquierda. Es llamativa esta postura en la gente del PO que ha demostrado tener un acuerdo implícito con Micheli en más de una oportunidad. Pero el tema entonces es que en este contexto entra la pelea de las candidaturas ya que, siempre según PO, existió un acuerdo ente la Bordó y la Violeta para  imponer sus condiciones: primer puesto para Dellecarbonara, segundo y tercero para la Violeta y cuarto para el PO, el cual de salir segundos quedaba afuera del SE.[2] Por otra parte, el PTS dice que los antidemocráticos son los del PO y que “desde Democracia desde la Bases [PTS] se hizo la propuesta para conformar la lista unitaria de la oposición que tuviera mejores chances de ganarle el sindicato a la conducción kirchnerista: Claudio Dellecarbonara Secretario General por ser el que más consenso tiene en todas las líneas para ganar, Charly Pérez Secretario de Organización, y dos compañeros independientes en las Secretarías Adjunta y Gremial. Además, que si se obtenía la minoría en la Comisión Directiva, la misma fuera compartida por todos los sectores de la oposición. Esta propuesta unitaria fue rechazada por el PO, que presentó su lista solo”.[3]

Al respecto podríamos decir que todo se podía resolver a través de los métodos históricos de la clase obrera, asambleas, plenarios, etc., claro que en este caso ambos dicen que propusieron hacerlo y que el otro se negó; así es difícil sacar conclusiones de un balance.

 

Conclusión

 

Lamentablemente para el clasismo hemos visto una muestra más que el FIT lejos está de ser una alternativa revolucionaria de unidad de los trabajadores en las elecciones burguesas, uno de los tantos lugares donde la clase obrera debe dar la pelea. Es una auténtica cooperativa electoral donde en nombre de cuidar los votos barren el clasismo bajo la alfombra. El silencio stampa que mantiene en los medios ante temas “pianta votos” o ante temas en los que no coinciden, no se condice con la total y absoluta falta de unidad que demuestran ante la lucha de clases más directa. El subte es una más de las experiencias, así como los ferrocarriles, ATEN Neuquén y otras a las que se suman el accionar de las fuerzas que conforman el FIT ante hechos importantes de la realidad (cacerolazos, apoyo a fuerzas represivas, etc.) en donde demuestran una vez más que el FIT es una unidad netamente electoral disfrazada de frente de izquierda.

Por último queremos decir que no está mal la pelea de tendencias. De hecho es necesaria para dirimir las diferencias entre corrientes, pero ésta no puede hacerse a expensas de la clase trabajadora, mintiendo, confundiendo y dividiendo poroteramente. Es necesario avanzar hacia una verdadera unidad de la izquierda, que discuta cuál es estratégicamente el camino para la clase trabajadora, y que lo haga de cara a la vanguardia. En esa discusión no pueden faltar fuerzas políticas de peso en la vanguardia como el Nuevo MAS.

 

 

 

 

[1] http://www.po.org.ar/prensaObrera/479/sindicales/balance-de-las-elecciones-en-el-subte-1

[2] http://www.po.org.ar/prensaObrera/479/sindicales/balance-de-las-elecciones-en-el-subte-1

[3] http://www.laizquierdadiario.com/El-Partido-Obrero-en-el-subte-otra-vez-funcional-al-kirchnerismo

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