Compartir el post "FUBA – Un Congreso sin quorum ni estudiantes para defender a la Federación"
El pasado viernes 29 de mayo se realizó el Congreso Ordinario de la Federación Universitaria de Buenos Aires, consistente en una asamblea estudiantil (que se realizó frente a la Facultad de Medicina) y un plenario de delegados (que no se realizó por falta de quorum).
De 130 delegados, electos el año pasado tras los 13 comicios en los respectivos centros de estudiantes, sólo se acreditaron 57, incluyendo al delegado de nuestra organización (el quorum para que el plenario pueda sesionar es de 66 delegados). Como era de esperar y marcamos en estas páginas, ni Franja Morada-Nuevo Espacio y aliados, ni el bloque kirchnerista presentaron sus delegados para el Congreso, realizando una vez más un boicot a la Federación.
El boicot y sus motivos
Por tercer año consecutivo estos sectores no acreditaron a sus delegados. En el caso de Nuevo Espacio, Franja Morada, el MNR (PS) y el PRO el motivo es claro. Es que estas organizaciones responden de manera directa y orgánica al rectorado del empresario Barbieri y al Consejo Superior, siendo la expresión estudiantil de las camarillas que hacen de la UBA su terreno de negociados.
Tras la renuncia del vicerrector-espía Richarte y del decano de Económicas Giusti, estas organizaciones se jugaron a realizar una avanzada sobre el movimiento estudiantil. Tras haber aumentado ligeramente el número de delegados con el que cuentan, iniciaron en los días previos al Congreso una campaña de difamación contra la FUBA, que llegó a su punto culminante con una provocación contra Adrián Lutvak (copresidente de la Federación por parte de La Mella) y con el intento de que la Universidad desconozca a la Federación.
El kirchnerismo, por su parte, demostró una vez más ser otra organización que responde a un sector de las camarillas y que defiende a capa y espada la política de ajuste que el Gobierno aplica contra la educación, los trabajadores y los sectores populares: para acreditar a sus delegados y dar quorum puso como condición ser incluido en el frente que actualmente dirige la FUBA con el cargo de Presidencia, quedando entonces la misma partida en tres (Partido Obrero-La Mella-La Cámpora). De esta forma, trataron de delimitarse del bloque de Nuevo Espacio-Franja Morada, intentando al mismo tiempo obtener una representación de la cual carecen en el movimiento estudiantil. Recordemos que el bloque oficialista estuvo lejos de ganar algún centro de estudiantes en la UBA incluso en 2011, el mejor año para esta corriente política.
Desde ¡Ya Basta!-Nuevo MAS repudiamos el boicot de estos bloques al Congreso de la Federación. Es claro que su crítica a la misma parte de la defensa de los intereses capitalistas en la Universidad y de la defensa cerrada de los ataques que el Gobierno nacional perpetra contra ésta. Además el método del boicot no tiene nada que ver con los métodos propios del movimiento estudiantil, de discusión abierta y democrática. Estos bloques jamás han defendido, ni defenderán, dicho método.
El PO y La Mella buscan el quorum bajando las banderas
Corresponde también hacer una crítica a lo actuado por la conducción actual de la Federación -PO, La Mella y otros grupos “sin voz ni voto”- en este acuerdo de aparatos.
Desde hace años es conocida nuestra posición en torno al funcionamiento de los Congresos de la Federación: son convocados con poco tiempo, sin difusión, sin verdaderas instancias que impulsen la movilización estudiantil. Esta dinámica se impuso hace ya una década, cuando en virtud de ciertos acuerdos existentes en la conducción de ese entonces (PO-MST-PCR) se destruyeron las instancias masivas del movimiento estudiantil durante un gran proceso de lucha contra la LES y por la democratización de la Universidad. Los estudiantes que queremos una FUBA para la lucha seguimos pagando este crimen al día de hoy.
Sin embargo, este año el uso oportunista de la Federación como un sello sin contenido ha pegado un salto. Frente a la extorsión de los K para ser integrados en la conducción, la respuesta del PO y La Mella no tuvo nada que ver con una verdadera delimitación política ni con una denuncia del rol de las organizaciones estudiantiles del Gobierno. Consistió, en cambio… en una generosa contrapropuesta. Como integrarlos a la presidencia resultaba demasiado intragable e indefendible, a La Cámpora y compañía se les ofreció integrarse, pero en calidad de “socio menor” (negociando con la Secretaría General y algunos cargos en la Junta Ejecutiva).
Seamos claros: es importante denunciar que el kirchnerismo ataca a la Federación y a todos los estudiantes porque sus intereses nos son completamente ajenos y, mediante esa denuncia, presionarlos para que acrediten a sus delegados y presenten una lista. Lo que no es lícito es ofrecer un acuerdo que les ceda un espacio en nuestros organismos, a contramano no sólo de los intereses generales de la lucha contra el ajuste y la privatización, sino también de la voluntad mayoritaria de los estudiantes que votaron organizaciones que no se identifican con el Gobierno nacional.
Además de ser completamente oportunista, la ubicación de la conducción de la FUBA siembra una enorme confusión entre el activismo. Porque si se admite un bloque con los K frente a los radicales, pareciera que la denuncia acerca del “cogobierno” que ambos sectores llevan adelante es sólo un slogan para los “días de lucha” y no una realidad muy concreta: ambos sectores son igualmente partícipes de cuanto negociado y medida privatista exista en la UBA. Por lo tanto, un acuerdo de estas características hubiera representado un retroceso aún mayor que la falta de quorum.
Lamentamos que el oportunismo expresado durante tantos años en la conducción de un organismo como la FUBA haya cristalizado en un intento de acordar tras bambalinas con uno de los enemigos del movimiento estudiantil y de nuestros verdaderos aliados, los trabajadores. Llamamos la atención sobre este hecho que podría marcar un punto de inflexión en el vaciamiento de la FUBA.
Finalmente, el kirchnerismo declinó la propuesta jugándose a deslegitimar el Congreso no dándole quorum y manteniendo su extorsión, motivo por el cual el plenario de delegados no se realizó.
Que el movimiento estudiantil se haga presente en los piquetes del 9 de junio
Por último, debemos dar cuenta de la “Asamblea Interfacultades” que se realizó en la puerta de la Facultad de Medicina. En la misma no había más que trescientos estudiantes; para hacer más gráfico el número, esto sería menos de 25 personas por cada facultad de la UBA. Además, obviamente, la totalidad de quienes allí nos encontrábamos somos militantes de las distintas organizaciones que intervienen en la Universidad, lo cual indica que los estudiantes que no siguen de manera sistemática la vida política de la Universidad ni siquiera llegaron a enterarse (ni hablemos de interesarse) de la realización del Congreso. Esta vez no existieron ni siquiera plenarios en las facultades o un afiche que convocaran a esta instancia que, para colmo, se realizó un día de semana.
En ese marco de profundo vaciamiento (responsabilidad que le cabe exclusivamente a la conducción actual) hicimos uso de la palabra para denunciar, en primer lugar, el boicot de Nuevo Espacio-Franja Morada y los K. El punto central, sin embargo, es organizar a los estudiantes para ser un factor activo de la lucha de clases dentro y fuera de la UBA. Además de ser ese nuestro lugar en la lucha, es la única forma de que la FUBA salga de la parálisis funcional a las camarillas privatistas.
En ese sentido es que ponemos nuestras fuerzas para que el movimiento estudiantil participe con fuerza de la jornada del 3 de junio contra los femicidios y de los piquetes de la vanguardia obrera durante el Paro General del 9 de junio. No “realizando piquetes propios en la Capital y con los reclamos estudiantiles”, como plantea la casi totalidad de las fuerzas de izquierda de la UBA haciendo gala de un sindicalismo estrecho, sino con los sectores de trabajadores que salen a dar una dura pelea contra el ajuste de este Gobierno y del que venga.
Con esa perspectiva trabajaremos en toda la UBA desde nuestra organización.
Marcos Duch