Las fuerzas estudiantiles del Frente de Izquierda (PO-PTS-IS) y el Nuevo MAS en la Universidad Nacional de Córdoba hemos decidido aunar esfuerzos en las próximas elecciones a Consejo Superior, Consejos directivos y Centros de estudiantes de las facultades de Filosofía y Humanidades, Artes, Derecho, Psicología, Comunicación, Arquitectura y Económicas. Tenemos una gran pelea política por delante. La gestión K de Tamarit, sus ex aliados radicales y todas las camarillas que gobiernan la Universidad pretenden seguir atornillados en sus asientos con sus privilegios de funcionarios y sus jugosos sueldos, haciendo de la UNC una herramienta en manos de intereses empresariales.
Después de varios años de “progresismo” en el rectorado, nada de fondo ha cambiado. La Ley de Educación Superior menemista ha sido aplicada más y mejor por la gestión de “Cambio Universitario”. La mercantilización ha dado grandes pasos en los últimos años. Los acuerdos de investigación con empresas, los recortes de numerosos planes de estudio (como los intentos de cierre de Sanitaria B en Psicología), la formación de profesionales “para el mercado” ponen en evidencia que la orientación social de la UNC es hoy día la de hacer de ella una herramienta para los capitalistas y no para los trabajadores y los sectores populares. El caso más escandaloso fue el intento de convenio entre la infame Monsanto y la Facultad de Agrarias el año pasado, pero hay muchos otros. A su vez, la profundización de los ingresos restrictivos y lo costoso que resulta estudiar numerosas carreras es un claro ejemplo de la continuidad de la política de elitización de la educación. Finalmente, los órganos de co-gobierno siguen siendo profundamente anti-democráticos, una pequeña minoría docente tiene mayoría absoluta y los estudiantes seguimos siendo meros espectadores. Ni una sola promesa de “democratización” ha sido cumplida.
Las camarillas universitarias se preparan también para poner a la UNC a tono con la política del próximo gobierno, sea éste de Scioli, Macri o Massa. Todos ellos se preparan para imponer en el país un ajuste que haga pagar el desgaste del “modelo” K a los trabajadores. La propia Cristina ya ha aplicado un ensayo de ese ajuste: despidos y suspensiones, aumentos salariales debajo de la inflación y represión a quienes resisten. Ese fue el caso de los trabajadores de Gestamp y Lear (entre otros) el año pasado, mientras los trabajadores resistían, el gobierno reprimía. Estos son los jirones de lo que queda del “relato”.
La Bisagra (kirchneristas) y la Franja Morada (radicales) son los principales voceros de esta política entre los estudiantes. Mientras gestionan los Centros de estudiantes como si fueran kioscos que no sirven para organizar al movimiento estudiantil, gobiernan como quinta rueda del carro junto a las camarillas docentes. Paralizan los Centros porque para ellos las decisiones deben pasar por las manos de la gestión, el rector y los decanos, no del movimiento estudiantil y sus luchas. Y cuando estalla algún problema, intentan desviar la bronca estudiantil. Así hizo la Franja en Derecho con los problemas presupuestarios de la facultad. En lugar de exigir más presupuesto, invitan a los estudiantes a que refaccionen la facultad con sus propias manos, como si fueran nuestra culpa los problemas edilicios y de infraestructura de la UNC. Ni hablar del rol de la Bisagra en las asambleas de la facultad de Filo: ante todo intento de auto-organización estudiantil su orientación es el boicot abierto. Frente a doscientos estudiantes organizados en asamblea desde abajo, la conducción intenta imponer qué pueden decidir y qué no. Todo en función de que el movimiento estudiantil sea paralizado.
Las agrupaciones Sudestada y CAUCE han cumplido, a diferentes niveles, un rol funcional. En Filo estaba planteada la posibilidad de debatir de cara a los estudiantes auto-organizados qué pelea era necesario dar contra el modelo de Centro de los K y así hacerlos parte de la lucha política por el centro de estudiantes. Pero a pesar de sus llamados a la “unidad” privilegiaron que los debates reales se hagan por arriba. Nuestras diferencias existen y consideramos que lo mejor era que los estudiantes sean parte de los debates, no dejarlos afuera y después hacer un simulacro de “plenario” con todo cerrado. A su vez, en los debates quedó claro que no había voluntad de una construcción común del movimiento estudiantil. Sus invitaciones a la “unidad” era proponernos “ir al pie” e imponer una “hegemonía” en las que nuestras posiciones quedarían borradas de un plumazo.
Si bien las fuerzas de La Izquierda al Frente no tuvimos una misma respuesta en ese debate, acordamos en algo fundamental. Agrupaciones como Sudestada-Gualicho están muy alejadas de la convicción de construir un movimiento estudiantil realmente independiente y de lucha. No solamente votaron al actual rector, sino que los Centros de estudiantes que conducen (Agrarias y Lenguas) se parecen como dos gotas de agua a los conducidos por La Bisagra. Así fue el año pasado frente al escándalo del convenio Monsanto-Agrarias: ¡Se negaron rotundamente a convocar aunque sea una sola asamblea! Esa política, llevada a sus últimas consecuencias, implica integrarse a alguna gestión y camarilla “progre”. En la Universidad de Buenos Aires quedó muy claro. En Filosofía y Letras estuvieron a punto de integrarse a un decanato de kirchneristas desplazados que habían sido parte de la aplicación de políticas mercantilizadoras y privatistas en esa facultad. Lo que evitó que eso pase fue que, oportunamente, La Izquierda al Frente los desplazó de la conducción del Centro. También se opusieron allí a un movimiento estudiantil que luche con los trabajadores. En Exactas de la UBA se votó en asamblea que el Centro haga un aporte económico a la lucha de Lear y ellos, a espaldas de los estudiantes, decidieron que el aporte sea de… ¡CERO PESOS!
Los compañeros del CAUCE privilegiaron, en Filo, mantener un acuerdo con Sudestada tal cual venían teniendo en Contrahegemonía y a lo sumo “ampliarlo” con otras fuerzas subordinadas a ellos. En Psicología habíamos llegado a un acuerdo pero, a último momento, lo rompieron porque… ¡Querían encabezar todo! Rara “horizontalidad” la que pregonan. A su vez, sus discursos acerca de “unidad de los que luchan” cayeron en el vacío. Su participación en la lucha por Sanitaria B fue nula durante meses, nada aportaron al debate político de la facultad durante un largo año y regresaron oportunamente para las elecciones.
Desde La Izquierda al Frente queremos construir un movimiento estudiantil organizado desde abajo, consecuentemente independiente de las gestiones y los candidatos del ajuste, que luche junto a los trabajadores, las mujeres y la juventud. Así lo hemos hecho en los Centros de Sociales, Filosofía y Letras y Psicología, que conducimos unitariamente en la UBA. Estos centros fueron parte activa, entre muchas otras luchas, de las peleas de los obreros de Gestamp y Lear, de los docentes, de las luchas contra el impuesto al salario, etc.
Hay que luchar contra el ajuste a la educación, contra la LES, por más presupuesto y mejores condiciones de cursada. Pero también hay que romper las cuatro paredes de la Universidad y luchar contra el ajuste. Necesitamos Centros y consejeros que se pongan a disposición de las luchas de las mujeres, como la marcha por NI UNA MENOS del 3 de Junio, contra los femicidios. Hay que construir un movimiento estudiantil que luche junto a la juventud oprimida, contra el gatillo fácil y el Código de Faltas. Hay que echar a la policía la UNC. En la facultad de Filo se nos han sumado los compañeros del PSTU y la 29 de Mayo, así como en Psico los compañeros del FEL. Vamos por un movimiento estudiantil que luche. Vamos por Centros y consejeros independientes del Gobierno y las gestiones. ¡Vamos con LA IZQUIERDA AL FRENTE!
¡YA BASTA!-NUEVO MAS UNC
Filosofía y Humanidades, Artes, Psicología, Derecho, Económicas