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No podíamos menos que inaugurar la página de Las Rojas con un balance de esta enorme movilización que marca un antes y un después en la lucha por los derechos de las mujeres.

Medio millón en el Congreso, decenas de miles en cada uno de los puntos de convocatoria en el interior del país, incluso en pueblos donde no había antecedente de movilizaciones populares. Una marea que viajó desde el conurbano hacia el Congreso y desde los pueblos a las convocatorias centrales en las provincias. Una movilización de masas, independiente de los funcionarios que “se subieron” a último momento y también de los personajes de la farándula, porque ni unos ni otros protagonizaron la jornada. Las protagonistas fuimos nosotras, mujeres sobrevivientes, mujeres luchadoras acompañadas por amigas y amigos, compañeras/os, familiares. Todos nosotros demostramos con nuestra presencia en las calles y en las plazas, con nuestras banderas, carteles, batucadas, esténciles, y de mil maneras más, que decimos basta, que somos cientos de miles los que no soportamos más esta barbarie y tanta impunidad, y que estamos dispuestas/os a buscar un camino activo para ponerle fin.

“Las víctimas andábamos por ahí como fantasmas”, dijo Iara Carmona en el acto que hicimos Las Rojas al terminar la jornada, para explicar lo que significaba para muchas ese reconocimiento multitudinario. Ahora las mujeres pueden decir con orgullo que no están solas. Cuando un funcionario las maltrata, las ignora, cuando un juez las somete a la impunidad de sus violentos o violadores, cuando el gobierno alardea con que no tienen nada que ver, todas tienen el apoyo de la voz de las y los de abajo que el 3 de junio expresó: ¡Basta de violencia contra las mujeres! ¡Basta de impunidad! ¡Presupuesto ya para ayudar a las mujeres víctimas de violencia!

 

Primeros logros de la marcha y cómo seguir la pelea

 

La movilización del 3 de junio logró que la violencia contra las mujeres pasara de las páginas policiales a la agenda política, dándole un sacudón a la conciencia social, pero sobre todo al silencio y a la complicidad del gobierno y de todos los poderes del Estado.

Podemos celebrar que al menos por unos días, la violencia contra las mujeres fue, por fin, un tema del que se habló en todas partes. Hubo jardines de infantes donde los nenes varones volvieron a su casa cada uno con una muñeca que les prestaron las nenas, como parte de una clase contra el maltrato infantil. Las denuncias al 144 se multiplicaron de tal manera que el gobierno tuvo que tomar 80 empleadas para que la línea no colapsara. En cuanto a los funcionarios del Estado, de alguna manera empezaron a dar cuenta de que no pueden seguir en el silencio: la Corte Suprema anunció que va a confeccionar una estadística sobre femicidio, y varios gobiernos provinciales lanzaron un protocolo de acción frente a casos de violencia de género. También son notorias las condenas por femicidio que hubo después de la marcha: en Salta, por ejemplo, le acaban de dar perpetua a un femicida, cuando hay poquísimos casos de penas tan duras por violencia de género.

El gobierno nacional, por su parte, no habló oficialmente de la marcha hasta la noche anterior, pero por abajo sus militantes hicieron todo lo posible para que la gente no fuera, diciendo que iba a ser como la marcha por Nisman y que la llamaban “los partidos de derecha y de izquierda”.

Lo cierto es que la movilización, de hecho, dejó muy mal parado al gobierno K: doce años de “progresismo” y ocho de presidenta mujer terminan con el pueblo en la calle reclamando medidas para frenar el avance de esta situación en la que cada 30 horas muere una mujer por el hecho de ser mujer, víctima de violencia.

Estamos seguras de que el gobierno, la justicia y los funcionarios, que hasta ahora se dedicaron a educar en la impunidad de los violentos, van a intentar enfriar la bronca con medidas de maquillaje. Por eso ahora que tuvieron que acusar recibo, no hay que darles tregua y seguir movilizados en todas partes.

¿Pero adónde vamos, cómo la seguimos?, es la pregunta que nos hacen las compañeras y compañeros que se movilizaron ese día. Hay una tarea inmediata que podemos hacer: las víctimas de violencia y sus familiares convocan permanentemente a movilizaciones para acompañarlas en los juzgados, donde se decide la condena o la impunidad de los asesinos y los violadores: vayamos cientos a la puerta de cada juzgado gritando ¡basta de impunidad! En estos días, por ejemplo, se decide la apelación de Iara Carmona, contra el policía Cuello (ex padrastro de Iara) que en primera instancia fue absuelto de la violación reiterada de la niña desde los 11 años. ¡Vamos con Iara a la Cámara de Casación de La Plata este 23 de junio!

Pero sobre todo, hay que recordar que siguen en el poder el mismo gobierno y el mismo Estado capitalista y patriarcal. Tenemos que construir un programa para unificarnos en acciones comunes que nos permitan pelear por todos nuestros reclamos.

*El estado “educa” con la impunidad. Por eso exigimos condenas efectivas a los violentos: ¡basta de impunidad! ¡Destitución de jueces y funcionarios que amparan la violencia contra las mujeres!

*Trabajo genuino y vivienda para las mujeres, empezando por las víctimas de violencia.

*El gobierno es responsable del presupuesto: exigimos refugios y asistencia gratuita legal, médica y psicológica a las víctimas y cuidado efectivo de mujeres y niñas/niños controlados y dirigidos por las organizaciones del movimiento de mujeres.

*¡Que la iglesia no se meta! El estado debe garantizar educación sexual laica, científica y con perspectiva de género en todas las escuelas.

En las elecciones ¡también vamos a hacernos oír! Las luchadoras de Las Rojas nos presentamos como candidatas integrando las listas del nuevo MAS para que en las elecciones se escuche la voz de las mujeres, los trabajadores y la juventud.

Y en octubre, se viene el Encuentro Nacional de Mujeres, que este año se hace en Mar del Plata. Todas podemos participar. Multipliquemos también la asistencia al Encuentro, que este año, al calor del #Ni Una Menos, será una ocasión inmejorable para decidir allí medidas de lucha nacionales. Es importante empezar a prepararlo desde ahora, hacer actividades, rifas, colectas para que ni una se quede sin viajar por no tener plata. Te invitamos a viajar con Las Rojas.

Al servicio de colaborar con esta y con todas las luchas por los derechos de las mujeres, tenemos el orgullo de presentar la nueva página web de Las Rojas. Con LA HOJA por los derechos de las mujeres, publicación que se actualiza mensualmente, diseñada y lista para imprimir. La hoja se puede repartir, se puede pegar en la cartelera del trabajo, de la facultad, de la escuela, del barrio. Se puede usar para juntarse a debatirla con otras. También desde la página podés seguir la agenda del movimiento, bajar notas o enviarnos fotos o acciones que quieras compartir. Enterarte de cursos o charlas, o invitarnos a dar una charla en tu colegio o en tu barrio. Para contactarnos podés enviar un mail a lasrojasweb@gmail.com. Y si querés colaborar desde donde estés, difundir actividades, hacer denuncias sobre casos en tu zona o hacernos comentarios sobre lo que leés en la página o en otros lugares, te invitamos a ser corresponsal de la página. Sólo tenés que contactarte vía lasrojasweb@gmail.com.

 

Inés Zeta

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