Al cierre de esta edición venimos de una movilización impresionante de Congreso al Ministerio de Transporte encabezada por los trabajadores de la línea 60 que ya llevan dos semanas en lucha. La misma empezó como un reclamo sindical por las condiciones de insalubridad y por la reincorporación de cuatro compañeros despedidos. Ante esto, la patronal de Monsa-Dota, que maneja más de 30 líneas y que solo por la 60 cobro más de 1700 millones de pesos el último año en subsidios del estado, redoblo su ataque despidiendo a otros 47 trabajadores de la línea y llevando adelante un lock out brutal, dejando sin servicio a los 250.000 usuarios que toman dicha línea a diario.
Ante esta situación, los trabajadores salieron a organizarse tomando las principales cabeceras de la línea, junto con los despedidos y poniendo en funcionamiento el servicio pero sin cobrar boleto, rompiendo el lock out y desarrollando una gran campaña para difundir su lucha por la reincorporación de los compañeros y por mejorar las condiciones. Una gran campaña que contuvo apariciones en los medios, agitaciones durante el servicio hacia los pasajeros y visitas a la facultades de medicina y de sociales, esta ultima a partir de una invitación que les hicimos desde el Nuevo Mas de llevar esta lucha al movimiento estudiantil para poder darle difusión al conflicto y a la vez pasar el fondo de lucha por las cursadas y que tuvo como ultimo gran acontecimiento la movilización multitudinaria, que acompañamos los partidos de izquierda y demas agrupaciones clasistas.
La pelea de los compañeros no solo acapara la atención de la vanguardia. También es seguida con atención por todos los trabajadores del gremio del transporte que padecen la mordaza burocrática del traidor de Fernandez y ven el ejemplo que están dando los compañeros y obviamente también siguen el conflicto de cerca la patronal, la burocracia de la uta, el gobierno.
Es que lo que pone en el tapete esta lucha, es también el modelo de transporte que tenemos, la trama turbia de negociados que engordan las cajas de estas patronales parasitarias gracias a los subsidios millonarios que reciben por parte del estado, como ya se vio en la masacre de once.
Lo que también revela este conflicto, es el ajuste que vienen aplicando el gobierno y las patronales, con la complicidad siniestra de las direcciones sindicales burocráticas, que no solo tiene un objetivo económico, sino también político; se trata de reventar las experiencias democráticas de los trabajadores que se organizan en asambleas, con delegados combativos, y que salen a luchar.
Desde el Nuevo Mas seguiremos acompañando la lucha de los compañeros del 60 como lo venimos haciendo, en las medidas que tomen, entendiendo que la salida de fondo es la expropiación sin pago de la línea para ponerla bajo control de los trabajadores y usuarios.
Todo el apoyo a los compañeros de la 60
Por la reincorporación de todos los despedidos
Tomas, vicepresidente del Cecso, candidato a diputado nacional por la ciudad de Buenos Aires