Por Martín González Bayón, Candidato a Diputado Nacional por CABA
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El miércoles 15 en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se desarrolló un paro y movilización del gremio docente, repudiando el sumario y apartamiento del cargo de una maestra y la directora de la Escuela a la que asistiera Agustín, niño que muriera víctima de la violencia machista por parte de su padrastro, quien actualmente se encuentra preso.
En esta jornada nuestra ciudad asistió a lo que fue un contundente paro, con niveles de acatamiento altísimos. Además la movilización en la puerta de la Escuela del barrio de Flores fue muy grande, repleta de maestras que fueron a llevar su solidaridad docente en un reclamo muy sentido. Las situaciones de violencia a las que se enfrenta la Escuela pública son innumerables, y los recursos asignados a dicho fin son limitados, como mínimo.
La política de vaciamiento del Estado del macrismo en la ciudad tiene muchas muestras, por ejemplo los Equipos De Orientación Escolar, compuestos por psicopedagogas, psicólogas y asistentes sociales: se emplea a 350 personas en el distrito para dichas situaciones para resolver los problemas de cientos de miles de alumnos en toda la Capital.. La falta de recursos, es una consecuencia de la falta de asignación y de la asfixia presupuestaria; todo esto son muestras del abandono de la educación por parte del Estado.
Para colmo el Estado no resuelve los problemas sociales, y la única respuesta que ensaya es la persecución de quienes, a pulmón y como pueden, abordan las problemáticas sociales en el ámbito de la Escuela.
En la marcha se vieron carteles hechos por las propias docentes pidiendo «Ni un pibe menos», que refleja que la sociedad existe una creciente sensibilidad ante la problemática, y una profunda incomprensión del Estado sobre el problema, sumado a la incapacidad de formular respuestas con políticas públicas que ataquen la barbarie en la que se desarrollan las relaciones interpersonales en este país.