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El martes 18 de agosto fue la última vez que se vio a Rut Ávila Zambrana. Salió de su casa a eso de las 8hs de la mañana y supuestamente se dirigía hacia la Facultad de Ingeniería donde estudiaba. Según declaraciones de sus compañeras y las cámaras de la facultad nunca apareció  y desde hace más de 15 días que no se sabe nada de ella. Su madre junto a vecinos y familiares, las organizaciones de mujeres y el movimiento estudiantil, fundamentalmente los estudiantes de ingeniería, venimos impulsando la lucha por su aparición, realizando marchas, asambleas, cortes de calle.

Muchos son los compañeros y compañeras que se han solidarizado en esta lucha. Sin embargo, hay muchas dudas alrededor de lo sucedido. Desde el primer día planteamos que estábamos ante la posibilidad de un caso de trata de personas. No es así como esta caratulada la causa. Es lógico que esta no sea la primera hipótesis que la familia quiera tener en cuenta, pero el principal problema es que la policía, la justicia y el Estado nunca empiezan por aquí a la hora de encarar la investigación. En primer lugar, no toman la denuncia inmediatamente y alegan que “ya va a parecer, seguro se fue con algún noviecito…etc”. Y son ellos quienes todo el tiempo les hablan a los familiares para que no se preocupen, para que no busquen por su cuenta, para que no hagan marchas, para que esperen y “se porten bien así las chicas vuelven”. Pero la realidad es que las mujeres no se van por su cuenta sino que son raptadas. En la argentina hay 6000 niños, niñas, adolescentes y adultos desaparecidos, el 54% son mujeres pero de ese porcentaje, la mayoría tiene entre 12 y 18 años. En la Ciudad de La Plata, en lo que va del año se cerraron  70 prostíbulos, no obstante según propias declaraciones de la policía, por cada prostíbulo que se cierra, existen alrededor de 3 0 4 en actividad. Si esta es la realidad que sufren las mujeres y que fue denunciada por miles que se movilizamos en el  #NIUNAMENOS, nos preguntamos ¿Por qué la policía no empieza por ahí a la hora de investigar? Si se sabía que Rut estaba buscando trabajo, que había tenido contacto con la empresa “Hervalife”, ‘¿Por qué después de 15 días que no se sabe nada, la policía sigue descartando la posibilidad de la trata? La respuesta es muy sencilla: La trata incluye proxenetas, policías, jueces, funcionarios de aduanas y otros funcionarios públicos que permiten que las mujeres y las niñas sean comerciadas para satisfacer un mercado que nunca disminuye: el del sexo por dinero. Cabarets, whiskerías, servicios de “acompañantes” y otros negocios “lícitos” esconden burdeles que son amparados por las autoridades recaudadoras de impuestos locales, provinciales y nacionales, por funcionarios policiales y judiciales. Cientos de mujeres son llevadas por la fuerza, atraídas por falsas promesas de trabajo lejos de su lugar de origen, o directamente secuestradas. Estas redes son capaces de hacer pasar mujeres y niñas por las fronteras, capaces de trasladar personas de una provincia a otra (una de las víctimas que logró escapar comenta que pasó por 10 provincias argentinas), con circuitos que incluyen hacer desaparecer a una persona, retenerle su documento y conseguirle un documento falso. Cabarets vip y fiestas del poder (donde muchas veces son los propios políticos patronales y los jueces los que participan como prostituyentes). Todo esto da cuenta de que semejante poder sólo puede funcionar bajo amparo del Estado. Por todo esto, solo la movilización en las calles, exigiendo y haciendo responsable de la situación al propio Estado, puede hacer que encontremos a Rut

 

Movilización y clases públicas en la UNLP

Venimos de una larga semana de trabajo donde los estudiantes de la facultad de Ingeniería de la UNLP buscamos organizarnos para poner en pie una campaña por la aparición de Rut. El Ya Basta, junto a otras organizaciones hemos recorrido los cursos explicando la importancia de que no se naturalice esta situación, que la desaparición de mujeres es un problema político  y es necesario tomar medidas al respecto. Al igual que en el caso del juez y docente de la UNLP Horacio Piombo fuimos los estudiantes junto al movimiento de mujeres los que nos organizamos para echarlo de la universidad. Hoy estamos ante la misma situación, frente a un caso de una alumna desaparecida somos los estudiantes los que nos organizamos para exigir justicia.

El día martes 25 de agosto se realizó la primera movilización que conto con una gran columna de estudiantes que partió de la facultad de ingeniería. Esto fue posible por que conseguimos que se suspendieran las clases. La exigencia de la  suspensión de las cursadas fue presentada ante el decano Marcos Actis junto a un grupo de unos 60 estudiantes para que este finalmente la aprobara. Esto no surgió desde la gestión de la facultad, que pretendía que se dicten clases como si no pasara nada. También la asamblea del día viernes 28 de agosto es una muestra de las iniciativas que tomamos desde el movimiento estudiantil para dar una salida. Desde el ¡Ya Basta! planteamos la necesidad de realizar clases públicas para difundir el caso y demostrar que no queremos ser cómplices de esta situación. Asimismo se voto por unanimidad movilizarnos el día miércoles 2 de septiembre desde la facultad, pasando, por tribunales, hasta la gobernación.

Durante los días lunes 31 y martes 1 se realizaron las clases públicas cortando las calles 1 y 47 durante la mañana y la tarde. La medida fue un éxito, ya que permitió involucrar a una gran cantidad de estudiantes y docentes  a la vez que se genero un hecho político inédito en la facultad que tubo trascendencia en los medios de comunicación. Gracias a la participación fue posible recorrer otras facultades y sumar más estudiantes a este reclamo.

El día miércoles 2 la movilización conto con la participación de 3000 personas donde destaco la enorme columna de ingeniería y las organizaciones del movimiento de mujeres como Las Rojas. Ante la ausencia de las instituciones del estado y de las autoridades de la  universidad y la facultad, somos los estudiantes junto al movimiento de mujeres  los que nos organizamos y ponemos en pie espacios de coordinación y organización por la aparición de Rut.

Desde la  ¡Ya Basta! sabemos que la única garantía que se haga  justicia es confiar en nuestras propias fuerzas, en nuestra capacidad de organización para dar la pelea contra las redes de trata y la violencia de género.

 

  1. Andres Benito

 

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