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Compañeros y compañeras, escribimos estas líneas con el objetivo de hacer aportes para un primer balance de lo sucedido este último mes, en el que los estudiantes de Locución y Comunicación volvimos a organizarnos para exigir soluciones a las graves problemáticas que atraviesa nuestra carrera. En primer lugar queremos señalar que desde¡Ya Basta! y el Nuevo MAS nos volcamos de entero al conflicto, no por un interés ulterior, como quizás piensen algunos compañeros que tienen prejuicios hacia los partidos políticos, sino porque creemos que el único camino para defender la educación pública, es comenzando a recuperar los métodos de lucha del movimiento estudiantil, las asambleas y las movilizaciones, en el camino de construir un movimiento estudiantil de lucha, independiente de las gestiones y el gobierno, que pueda frenar el ajuste y vaciamiento que hoy estamos sufriendo los estudiantes.

El contexto: crisis edilicia y presupuestaria

Tenemos que partir de ver el contexto en el que está inmersa nuestra Universidad. Como dijimos anteriormente y ya reconocieron públicamente todos los sectores de la gestión, nuestra Universidad del Comahue sufre una crisis edilicia y presupuestaria, funcionando hoy sólo con el 38% del presupuesto necesario realmente. Como bien sabemos, es una Universidad nacional, es decir que esta falta de presupuesto depende directamente del gobierno nacional, que, mientras da cuantiosos subsidios a la educación privada y a la iglesia católica, desfinancia nuestra educación pública. Pero además, es responsabilidad de los decanos y las gestiones que, mediante el Consejo antidemocrático (que puede sesionar sin la voz estudiantil, al estar representados sólo por una ínfima minoría) se adaptan a esta miseria presupuestaria y avanzan en los recortes y vaciamiento, o, como sucedió en el último Consejo Directivo, cuando los estudiantes vamos a plantear nuestra grave situación, se pelean entre ellos pero patean la pelota para adelante, sin dar ninguna solución concreta.

Lo más grave de esta situación, es que en el futuro no hay indicios de que la situación vaya a mejorar, sino todo lo contrario. Los candidatos presidenciables (Macri y Scioli) ya dijeron abiertamente en los medios que, ante la crisis económica que sufre el país, deberán aplicar un ajuste. Aunque difieren en cuestiones de “forma” y de “tiempos”, ambos se comprometieron a bajar los gastos estatales y devaluar la moneda (lo cual será un golpe al salario de los trabajadores, pero también a los presupuestos de salud y educación). Es que estos candidatos son 100% capitalistas, y vienen a garantizar la “competitividad” de las empresas privadas y las multinacionales a costa del sudor y explotación de la clase trabajadora y el pueblo.

Los pasos que dimos hasta ahora

Es necesario hacer un reconto de las actividades para ver dónde estamos parados. La crisis salió a la luz por la falta de equipamiento técnico, pero se destapó la olla de carencias que los estudiantes de Locución ya venimos denunciando hace tiempo: docentes y asistentes insuficientes, espacio en condiciones malas para cursar, equipamiento obsoleto. Además, identificamos que estas problemáticas, fundamentadas en la crisis de la Universidad, son generales al resto de las carreras. Por ello organizamos la primera asamblea, donde dimos un primer acercamiento al debate, y, al darnos cuenta que no era un problema aislado de Locución, decidimos convocar a una asamblea de carrera, la cual fue muy numerosa contando con la presencia de más de 60 compañeros y compañeras y que tuvo un carácter de lucha.

La segunda asamblea fue una verdadera “arena” política donde se discutieron dos perspectivas completamente distintas. Por un lado, las corrientes K funcionales a la gestión de Crisafulli (COMPROMISO y La Jauretche) defendiendo la política de pedir “convenios” con medios privados, en el camino de avanzar en la injerencia de empresas privadas y desvincular la responsabilidad del Estado nacional. Por otro lado, las corrientes de izquierda que, como el Nuevo MAS, defendimos la necesidad de un plan de lucha, que enfrente a ambos sectores de la gestión (el de Crisafulli y el de Pescader) y al gobierno nacional, que, de manera independiente, exija mayor presupuesto y soluciones ya para poder cursar. Mención aparte merece la CEPA, que, debido a su estrecho vínculo con el actual decano, patea la pelota a la tribuna tratando de que el conflicto no salpique a “su” gestión, diciendo que todo se solucionaría con un “petitorio” y “juntada de firmas” que, como ellos mismos decían, ya había sido rechazado en el Consejo Superior.

La asamblea agarró el guante del plan de lucha, con intervenciones de muchos compañeros independientes que pintaron el cuadro de la grave situación de nuestra carrera, y se logró unificar una clara medida de lucha, impulsando una movilización y radio abierta al Consejo Directivo, exigiendo soluciones inmediatas a la crisis de Locución y mayor presupuesto para la educación pública.

La radio abierta finalmente tuvo un resultado contradictorio, no tuvo la concurrencia esperada, en primer lugar porque la gestión rechazó el pedido de los estudiantes de levantar las cursadas en un claro intento de boicot a la medida, y además, porque la conducción del centro de estudiantes (COMPROMISO) le quitó el cuerpo a la medida, ausentándose sin aviso a convocar o a pasar por los cursos con los compañeros independientes y de las otras agrupaciones. Aún así fue una rica experiencia en la que participaron varios compañeros, entramos al Consejo Directivo y presenciamos el debate alrededor de nuestras problemáticas, y vimos cómo, mientras el sector de Crisafulli insistía nuevamente en la necesidad de buscar financiamiento privado (avance privatista y desvinculación de la responsabilidad del gobierno en nuestra educación) el sector de Pescader se limitaba a hacerse los zonzos, los que no conocían de antemano las problemáticas y a comprometerse en elaborar un informe a ser tratado dentro de un mes.

En definitiva y en concreto ¿qué se consiguió?

En esto hay que ser sinceros: la realidad es que poco y nada. La gestión se comprometió a elaborar un informe de una situación que ya conocemos muy bien los estudiantes (y ellos también), y a hacer un pedido formal de mayor presupuesto al Consejo Superior. ¿Qué buscan con esto? En primer lugar, patear el conflicto hasta mediados de octubre, para desmovilizar a los estudiantes, y posar de progres que se “plantan” contra el Consejo Superior que vota un presupuesto miserable para nuestra Universidad. También lavarse la cara diciendo que mucho no pueden hacer porque no hay presupuesto, pero a la vez se negaron a convocar a una jornada unificada a toda la comunidad de FADECS-FADEL para exigir mayor presupuesto. Entonces, queda demostrado que su compromiso con nuestra educación tiene patas muy cortas.

¿Cómo seguir?

Desde ¡Ya Basta! y el Nuevo MAS, creemos que es necesario sacar un balance de la situación, que permita sacar conclusiones acerca de cómo conquistar nuestras reivindicaciones y cómo defender nuestra educación. En primer lugar, vemos a dónde llevan la confianza en las instancias institucionales: a que nada se solucione. Sólo con la movilización estudiantil vamos a poder presionar a los consejos, a las gestiones y al gobierno y conseguir resultados concretos, así como el fin del vaciamiento de nuestra carrera y de la crisis edilicia y presupuestaria.

Vemos que fue un error completo por parte de ciertas agrupaciones del movimiento estudiantil, como Independencia (y lo señalamos sincera y fraternalmente, en la perspectiva de un debate honesto) haber llevado a los estudiantes a confiar en gestiones supuestamente “progres” como la de Pescader, que, actualmente, son los administradores del ajuste a nuestra educación y que ni siquiera se comprometen a dar soluciones concretas ante el ajuste y el vaciamiento.

Por ello, es necesario dar pasos en la construcción de un movimiento estudiantil independiente y de lucha, que se organice de manera independiente de las gestiones y el gobierno (por mas progres que digan ser) y que confíe en sus propias fuerzas. La construcción de este movimiento se hace doblemente vital en la perspectiva de que el próximo gobierno redoblará el ajuste sobre la educación pública.

Sigamos organizados y movilizados, para defender nuestra carrera y poner fin al ajuste y vaciamiento.

Te invitamos a sumarte a ¡Ya Basta!, Las Rojas y el Nuevo MAS para dar juntos esta pelea.

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