En fallo dividido, la Cámara Federal de Casación confirmó la sentencia de 15 años de prisión a José Pedraza, su segundo, el “Gallego” Fernández y de 18 años a Cristian Favale y Gabriel Sánchez, autores materiales del crimen. También lo hizo en relación a los otros cuatro condenados en primera instancia, así como en cuanto a las absoluciones.
La única modificación fue que aumentó en 8 meses la pena de 10 años a dos de los jefes policiales que encubrieron el ataque.
De esta forma, negó el pedido de ambas partes: tanto el de absolución como el de prisión perpetua y juicio a los responsables políticos y empresariales de la emboscada criminal.
Pero, al reafirmar la sentencia, afianza el triunfo histórico obtenido el 19 de abril de 2013, aunque no logramos todo por lo que nos movilizamos.
Durante los años posteriores al primer dictamen, los defensores de la burocracia hicieron mil y una maniobras para lograr la detención domiciliaria de Pedraza y su segundo Fernández (esta última por otorgada por unos meses por un tratamiento quirúrgico).
Ante esta nueva confirmación de la sentencia, el abogado defensor de Pedraza, Froment, apoyándose en el voto a favor de la absolución de una de las camaristas, anticipó que recurrirá ante la Corte Suprema.
Están anunciando que retomarán la ofensiva. La burocracia no se va a quedar de brazos cruzados. Sergio Sassia, quien sucedió como secretario general al dirigente ferroviario encarcelado, expresó en su momento que “fue un hecho desgraciado” y que “confiaban en la inocencia de los compañeros”. Ante esta ratificación de la sentencia, por supuesto que se abstuvieron de hacer alguna declaración. Nunca van a defender públicamente al ex titular de la Unión Ferroviaria, pero sí van a tejer nuevas maniobras y argucias legales (y de las otras) para atemperar la condena o lograr el arresto domiciliario de su máximo jefe. El golpe que recibieron fue demasiado fuerte y no se lo perdonan a todos los que luchamos por justicia por Mariano: familiares, jóvenes, trabajadores, militantes de las organizaciones de izquierda.
No debemos bajar la guardia. Ellos no lo hacen. Son nuestros enemigos en la lucha cotidiana en los lugares de trabajo, las fábricas, las aulas. También lo son en los estrados de la Justicia, aunque éste no sea nuestro terreno de todos los días.
Para seguir afianzando el triunfo alcanzado y continuar la pelea por Perpetua para Pedraza y sus cómplices, es necesario que el próximo 20 de octubre, a cinco años del ataque criminal, los compañeros y familiares de Mariano, el conjunto de la izquierda y todos los sectores independientes volvamos a confluir en un acto unitario para levantar bien alto ante este gobierno, el que resulte ganador en las elecciones de octubre y la podrida burocracia sindical:
¡Perpetua para Pedraza y su patota!
¡Juicio y castigo a los responsables políticos y empresariales!
¡Fuera la burocracia sindical!