El nuevo MAS llama a votar en blanco en el balotaje y prepararse para enfrentar el ajuste que viene

Luego de un larguísimo año electoral, en el que el gobierno y la patronal lograron planchar las luchas sociales (postergando las duras decisiones antiobreras y antipopulares que están por delante), ocurrió un resultado electoral que no por inesperado deja de tener explicación.

Lo que acaba de acontecer es un evidente giro a la derecha electoral expresado no solamente en que el país va a segunda vuelta, sino que el PRO de Mauricio Macri araña a estas horas un inesperado primer lugar en la general (aunque probablemente, con la carga total de los datos, Scioli termine imponiéndose), así como Vidal se consagra gobernadora en la provincia de Buenos Aires, la más estratégica del país.

Es evidente que el resultado electoral deja muchísimo mejor posicionado a Macri que a Scioli, acercándose a la posibilidad concreta de que Cambiemos se imponga en la elección; se podría decir, casi, que Cristina lo hizo, en el sentido de al “normalizar” el país junto al kirchnerismo, le han abierto las puertas a un gobierno más conservador.

De todas maneras, hay que ver todavía como se desarrollarán los acontecimientos hasta el 22 de noviembre; de consagrarse Macri a la presidencia, ese giro a la derecha electoral deberá expresarse a partir del 11 de diciembre en el terreno real donde las cosas se resuelven: el terreno de la lucha entre las clases; y allí las cosas están completamente abiertas.  

Desde nuestro partido podemos adelantar, desde ahora mismo, que el Nuevo MAS no cederá a la presión del voto por lo “menos malo”, el “voto útil” o mecanismos por el estilo: defenderemos a rajatabla el criterio de la independencia política de los trabajadores llamando a votar en blanco; es decir: contra ambos candidatos del ajuste que viene, sean Macri o Scioli.

Por otro lado, nos queda una reflexión acerca de la pobre performance electoral del FIT. A estas horas, con la carga del 70% de los votantes, no parece haber aumentado un centésimo el porcentaje obtenido por sus integrantes en las PASO ni, tampoco, estarían consagrado diputados.

Lamentamos esta floja elección del FIT, que se explica por el marco general de corrimiento hacia la derecha, en primer término. Pero también es producto de la autoproclamación y la adaptación electoralista, además del feroz sectarismo hacia otras fuerzas de la izquierda, en primer lugar con nuestro partido.

Subidos a la fiebre del electoralismo (la idea de que cuando se sacan votos, siempre se van a sacar más), desistieron de manera criminal en la propuesta que les hicimos de realizar una declaración común y una conferencia de prensa para facilitar la posibilidad que los valiosísimos votos obtenidos por el nuevo MAS en las PASO, ayudaran a consagrar nuevos diputados de la izquierda.

El FIT se negó y eso también explica sus pobres resultados. Por nuestra parte, siempre dijimos que los votos van y viene, que no puede independizarse el posible resultado electoral, general y de la izquierda, del desarrollo de las luchas cotidianas de los trabajadores; el FIT se dejó “endulzar” por los votos (como tantas otras veces ha ocurrido en el seno de la izquierda).

La elección ya terminó. Para la izquierda combativa se trata de llamar a votar en blanco, así como preparar la tercera vuelta: la de las luchas obreras y populares contra el ajuste.

Al mismo tiempo, y a pesar de nuestras diferencias con el FIT, volvemos a llamarlos a recapacitar, a abrir y ratificar el FIT por la izquierda incorporando a nuestro partido en dicho frente: grandes desafíos se vienen por delante y se trata de hacer del FIT una herramienta útil para las luchas cotidianas de los trabajadores.

Queremos terminar con dos señalamientos. En primer lugar, diciéndole a los trabajadores, a los explotados y oprimidos, a la juventud, a las mujeres, que no se dejen impresionar por los resultados electorales: siempre el resultado último de los desarrollos está en las luchas cotidianas de los trabajadores; ahí es donde se verán los alcances y límites de este giro a la derecha electoral.

Segundo, saludar a los 100.000 votantes del NUEVO MAS en agosto que en esta elección no nos pudieron votar por los mecanismos proscriptivos de esta falsa democracia de los ricos, y saludar también a nuestra joven militancia y simpatizantes, que contra viento y marea resistieron y batallaron contra la ley electoral proscriptiva y porque están comprometidos en la construcción de un partido revolucionario, partido que ahora entrará en una nueva fase en el ciclo político que se abre, donde la prueba que tendremos que llevar adelante será la más importante: la prueba en el terreno cotidiano de la lucha de los trabajadores contra el duro ajuste económico que se viene.  

Comité Ejecutivo del Nuevo MAS, 1 de la mañana del 26 de octubre 2015

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