Compartir el post "Macri y Scioli son el ajuste. Rechacemos la trampa de votar lo «menos malo»"
Los resultados del domingo pasado habilitaron la siguiente etapa del sistema electoral argentino que impone realizar una nueva elección únicamente con los dos candidatos más votados, a este procedimiento se lo llama segunda vuelta o balotaje.
El impacto por el prácticamente triunfo de Macri y la derrota de Scioli ha abierto un gran debate político acerca de a cual de los dos votar; un debate que en general tiende a rechazar no votar a ninguno de ellos con el argumento K de que se le «haría el juego» así a la «derecha neoliberal» (óbvio, en el caso de votar a Macri).
Este argumento es errado: es caer en la misma trampa que los de arriba han montado.
El gobierno y todos los sectores oficialistas estan desplegado una feroz campaña para presionar a los sectores de izquierda a que apoyen a Scioli contra Macri, con el argumento de que cualquier cosa es mejor antes de que se venga la derecha, que no llamar a votar a Scioli es hacerle el juego al imperialismo, a los fondos buitres, a Macri, a Menem, Duhalde y cuanta cosa se les venga a la cabeza.
Un régimen antidemocrático
Pero paremos un poco la pelota, antes de fundamentar el porqué de nuestro llamado al voto en blanco, debemos desandar brevemente el mañoso sistema electoral, el cual es profundamente antidemocrático. Porque antes de llegar al balotaje hemos pasado por un largo camino que fue desvirtuando poco a poco la soberanía popular, es decir el principio de la democracia.
Los partidos hegemónicos, el PJ, el PRO, la UCR principalmente, acordaron una elección de tres vueltas, la primera son las PASO, una instancia proscriptiva que tiene como único fin el hacer una primer barrido y sacar de las elecciones a un numero de fuerzas políticas con el fin de concentrar los votos en pocas opciones. Esto es un ataque directo contra las organizaciones de izquierda que no cuentan ni con los fondos millonarios que les conceden a los partidos patronales las grandes empresas, ni contamos con la caja del estado que usufructúan sin decoro los grandes partidos. Pero es también un ataque contra toda la población, porque deja a todo un sector de los votantes sin la representación que pretendían elegir, poniendo así un primer condicionamiento a la hora de votar, al estrechar las alternativas posibles.
De allí que sea un escándalo quenunca los integrantes del FIT hayan denunciado el mecanismo proscriptivo; por el contrario, se han valido de él para dirimir relaciones de fuerzas con nuestro partido e intentar quedarse, de manera non sancta, con todos los votos de la izquierda.
El balotaje es un mecanismo pérfido que apunta en la misma dirección, es directamente una extorción a la población para optar entre dos opciones sin que haya quedado ya otra alternativa, generándose una mayoría artificial, porque es una opción forzosa, no lo que los votantes hubieran elegido legítimamente de tener la posibilidad.
Desde el Nuevo MAS, de la misma forma que rechazamos las PASO, denunciamos que el balotaje es una estafa política que pretende obligar a los trabajadores a votar forzosamente a aquellos candidatos que no apoyan, de darle el respaldo político a aquellos partidos que tienen programas, políticas, y candidatos que atentan contra sus intereses y los de su clase.
¿Quién le hizo el juego a la derecha?
Pero no sólo es necesario aclarar el problema de la trampa electoral del balotaje, sino que además es necesario responder a los argumentos del kirchnerismo caído en desgracia,el que acusa a la izquierda de «hacerle el juego a la derecha» por negarse a darle el apoyo político a… Scioli.
Insistimos con el carácter torpe de este argumento; pareciera que a los K se les olvidaque quienes abrieron el paso a la derecha son ellos mismos, luego de 12 años de gestión donde no implantaron ningún cambio de fondo en el país y, por el contrario, se dedicaron a intentar re absorber las luchas populares: le abrieron el camino así a la llegada del PRO.
Pero esto tiene otro desdoblamiento más en el terreno puramente electoral: haber postulado a Scioli, un candidato del ajuste con un perfil casi idéntico a Macri.
Fue el Frente para la Victoria, La Cámpora y todos sus adláteres quienes le entregaron todo su apoyo a Daniel Scioli. Fueron ellos quienes decidieron voluntariamente que él se valiera de todo el aparato del estado y del PJ para polarizar las elecciones con Macri, son ellos los responsables que en este balotaje las dos opciones en danza sean indisimulablemente conservadoras.
Y lo más grave es que esto lo han hecho con absoluta conciencia de sus actos. Todo el mundo sabía, y a nadie se le pasó por alto, que Scioli es un hombre de derecha de pura cepa, que supo ser ladero de Menem durante todo los 90, que defendió todas las políticas de este desde las privatizaciones, los despidos en masa, el endeudamiento colosal, las relaciones carnales con el imperialismo, hasta los indultos a los milicos asesinos.
En todo caso, la izquierda no debe hacerse cargo de los insuperables límites de clase del kirchnerismo: durante doce años fueron los garantes del capitalismo en el país, los garantes de que continuara la explotación del trabajo, de las super ganancias empresarias, del pago de la deuda externa, de la precarización laboral.
La tarea de la hora es enfrentar el ajuste y trabajar por una alternativa de los trabajadores, no aceptar el chantaje de «votar lo menos malo», no que la izquierda se haga cargo de la «hipoteca» del kirchnerismo.
Llamamos al FIT a desarrollar una campaña en común por el voto en blanco y a ponerle fecha al encuentro obrero
Desde las posiciones de la izquierda revolucionario nuestra postura es de principios y por lo tanto no está sujeta a negociaciones de última hora. Nosotros hemos denunciado tanto aMacri como a Scioli como candidatos patronales que pretenden hacer pagar la cuenta de la crisis a los trabajadores.
Por ese motivo es que planteamos la necesidad de que la izquierda de una batalla unificada levantando las banderas de la independencia de clase de los trabajadores, llamando al FIT a que junto al Nuevo MAS emitamos una declaración en común y realicemos una campaña unificada por el voto en blanco, que se base en la explicación paciente de por qué es una trampa votar a Scioli o Macri.
Pero además le proponemos al FIT y a la vanguardia obrera como un todo, que simultáneamente a la campaña por el voto en blanco, pongamos desde ahora manos a la obrera para organizar un gran encuentro obrero para comienzos del 2016; que nos reunamos y le pongamos fecha a la convocatoria ante el hecho cierto que los tiempos se han adelantado, y que el ajuste será mucho menos «gradual» que lo esperado inicialmente.
Martin Primo