El apoyo de la CTA de Yasky y Wasiejko a Daniel Scioli

 

Con la publicación de su solicitada, con la firma de su secretario general y sus dos adjuntos en el diario Página 12 del domingo pasado, titulada: “No le abramos al zorro la puerta del gallinero”, la CTA empezó a “poner toda la carne en el asador” para dar el apoyo a Daniel Scioli en el balotaje.

Continúa su campaña con la convocatoria a un acto a 10 años del “No al ALCA” este miércoles, junto a otros dirigentes locales y latinoamericanos en las instalaciones de FOETRA.

Aldo Pignanelli del SMATA, triunfante en las elecciones “monocolor Verde”, desde ya que, sin moverse de su sillón, sumó su apoyo a la fórmula del FpV.

Los dirigentes sindicales, tanto oficialistas como opositores, tuvieron una participación más que escasa durante la campaña electoral. Alguna declaración de apoyo al oficialismo de Antonio Caló, la presencia de Hugo Moyano en la inauguración del monumento a Perón de Mauricio Macri. Pero no hicieron muchas olas. Hablaron mucho de la unidad, la unidad… pero dejaron el tema para después de las presidenciales.

En particular esta Central hacía tiempo que no estaba tan activa. No asomó las narices prácticamente durante la campaña electoral de las PASO y las últimas presidenciales. Esto a nivel electoral. A nivel de los reclamos y necesidades de los trabajadores que “representan” sí estuvieron super activos. Firmaron  las paritarias y el premio celular para los trabajadores del Neumático más miserable de los últimos años (ver SoB N° 355 “Una nueva traición de Pedro W y la Violeta. Unidad o resignación”) y encima lo festejaron con bombos y platillos con un acto en la puerta de la fábrica con motivo de la inauguración de una nueva farmacia.

¿Qué proyecto llaman a votar Wasiejko y Cía.?

Esta campaña pública de la CTA oficialista nos abre las puertas para un debate entre los trabajadores que debemos profundizar, más allá de a quién hayamos votado el 25 de octubre. Debate que reafirma la necesidad de que los trabajadores debemos participar en política, que no es cosa de los patrones, dirigentes atornillados en sus sillones y funcionarios. Y no sólo cuando nos piden el voto, sino ante las circunstancias cotidianas de nuestra vida. Porque participar en política es también discutir el salario y las condiciones de trabajo, cómo luchar contra la fragmentación entre nosotros, incluso en un mismo gremio o lugar de trabajo, quién debe decidir en los sindicatos, qué educación queremos para nuestros hijos.

Esta participación en política, activa, por la base, es lo que primero reivindicamos y creemos que esta instancia  electoral debemos aprovecharla para avanzar, politizarnos, dar discusiones que vayan hasta el final de las cuestiones en debate, buscando salidas no sólo coyunturales, sino de fondo.

En su solicitada, con el argumento de la necesidad de enfrentar a la derecha, convocan a los trabajadores a votar a Scioli para que “…podamos avanzar hacia un país más justo o que corramos el riesgo de ser nosotros los que abramos al zorro la puerta del gallinero”. “El domingo 22 la unidad del campo popular y los trabajadores, más allá de nuestras diversas identidades partidarias, tiene que expresarse en el voto a: Daniel Scioli-Presidente”.

Queremos dejar en claro en primer lugar, que estamos a favor de “la unidad del campo popular y los trabajadores, más allá de nuestras diversas identidades partidarias” para enfrentar a un golpe militar como fue el del 76 o un alzamiento carapintada como el de 1987, en las calles, con la movilización popular y hasta frenar ese ataque o intento golpista. Pero otra cosa muy distinta es el llamado a la “unidad popular” para unirnos con nuestros enemigos de clase, aquéllos que, aunque se opongan al plan reaccionario de Macri, tienen otro plan también contra los trabajadores y el pueblo, aunque sea con distintos ritmos y en “cuotas”, pero seguramente no “cómodas”.

La simulación de enfrentar a la derecha con el voto a Scioli no es más que un nuevo engaño que nos quieren meter de enfrentar un candidato “escuálido”, más reaccionario, con un candidato peronista conservador. Un candidato patronal contra otro tan patronal, sólo que peronista de la primera hora. De la primera hora de Menem, del que Scioli fue ladero. Porque lo que no dicen los gremialistas que nos dicen representar es que si se avanzó en aumentar los puestos de trabajo y el consumo no fue por la “magia” kirchnerista, sino por la lucha de los trabajadores que conmovieron la estantería, cosa que no se la esperaba el gobierno y donde también las cúspides sindicales estuvieron ausentes. Ese es el engaño que nos quieren meter los referentes de la CTA que, como buenos burócratas que son, siempre defienden los intereses económicos y políticos de las patronales y el Estado que las representa.

Demos un paso en la organización independiente de los trabajadores

Para separar la paja del trigo, tenemos que aclarar que los primeros “zorros” que entraron en nuestro gallinero fueron los firmantes de la solicitada, que, a espaldas de los trabajadores, toman las decisiones sobre nuestro salario y demás reclamos obreros sin consultarnos, que avalan la precariedad laboral y los contratos basura que son moneda corriente. Son los primeros que quieren que votemos la defensa de los “cuerpos orgánicos” para que ellos sigan siendo los dueños de los sindicatos y de toda la estructura sindical.

No hay forma de avanzar e ir por más si no nos organizamos en forma independiente de ellos, con nuestras fuerzas, aunque parezcan minúsculas, son inmensas a la hora de ponerlas en movimiento.

Por eso compañeros, no hay salvación a nuestro bolsillo y a nuestras aspiraciones de una vida mejor, ni en la tierra ni en el cielo, votando al menos malo.  La única forma de expresar nuestra oposición, nuestra bronca contenida y nuestro anhelo de cambios a favor nuestro, es votar en blanco en el próximo balotaje.

Los trabajadores tenemos que pensar y debatir con tranquilidad entre nosotros. Tenemos que darles la espalda, mostrar nuestro rechazo a estas variantes patronales que, con distintos ritmos y argumentos, nos quieren meter más “zorros en el gallinero”. Pero ninguna quiere que seamos los trabajadores los que discutamos y resolvamos en asambleas democráticas las cuestiones principales que hacen a nuestro salario y condiciones de vida, los que removamos los dirigentes y funcionarios que no cumplen con sus promesas.

Los que luchemos contra la explotación y la opresión, no cambiando figuritas patronales, sino organizándonos y luchando en forma independiente junto a las mujeres y la juventud. Como lo hemos expresado con nuestros precandidatos de la nueva generación obrera como Jorge Ayala y Maximiliano Cisneros de FATE y Firestone, con Eduardo Mulhall y Alcides Christiansen como dirigentes de trayectoria en las luchas obreras.

Debemos aprovechar esta instancia electoral para hacer oír nuestra voz de repudio, de rechazo a nuestros opresores y a los que le hacen el coro porque son sus lacayos de la peor calaña.

 

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