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Del 9 al 13 de noviembre se realizaron las elecciones del CECSEA (Centro de Estudiantes de Ciencias Sociales, Economía y Administración). Estas elecciones se dieron en una coyuntura nacional atravesada por la segunda vuelta entre Macri y Scioli, la cual abrió un profundo debate en la sociedad, que no se había instalado durante todo el año electoral. A partir de el sorpresivo resultado de las elecciones generales (que dejaron como “virtual” ganador a Macri, al obtener una distancia mucho más pequeña de lo esperada con Scioli) los aires de “fin de ciclo K” con un recambio por derecha se hicieron sentir, alertando a gran parte del activismo y en particular a la sociedad más politizada. Es que, mientras Scioli tiene como proyecto “normalizar el país” mediante un ajuste gradualista, Macri es la más cabal expresión de un proyecto neoliberal y de ajuste duro. Ambas opciones, sin embargo, proponen un programa de ajuste, antiobrero, antieducativo y antipopular, el cual plantea como tarea principal de la izquierda alertar, llamando a votar en blanco para sacarle legitimidad y preparar las luchas que se vendrán en 2016.

En la Universidad este panorama general se combina con una fuerte ofensiva de la gestión K de Lozano a lo largo de los últimos años, quien ha ido haciendo pasar los distintos planes del gobierno nacional, llegando al punto de firmar acuerdos antidemocráticos, que legitiman la formación de fuerzas represivas en la UNQUI, tanto el año anterior con la Vusetich para la Policía Comunal, como con la AFI (ex SIDE) este año.

En ese sentido desde el ¡Ya basta encaramos la necesidad de relacionar el debate que se está dando a nivel nacional con la realidad de la universidad y el tipo de centro de estudiantes que necesitamos para el nuevo periodo de luchas que se abre. Debate que ya veníamos desarrollando con la conducción, impulsando activamente la asamblea y el acto que realizamos con Memoria, verdad y justicia en contra del convenio con la AFI (Ex-SIDE). Es por eso que nuestra campaña comenzó impulsando un frente de lucha con el conjunto de la izquierda clasista, el cual se manifestó en la Izquierda al Frente (PTS, Nuevo MAS, PSTU. PO, IS). Haciendo hincapié en clarificar que en esta situación nacional no hay “mal menor”, que vamos a un giro más conservador que va a profundizar un ajuste en la educación que ya venimos viviendo y que solo se enfrenta por el camino de la organización y la lucha.

 

Ante el vaciamiento de la conducción y el avance de la gestión, fortalezcamos una alternativa de lucha

 

Sin embargo, esta situación general que describimos, tuvo muy poco que ver con lo que se procesó en la semana de elecciones. Es decir, hubo una separación estricta (reforzada adrede por muchas corrientes) entre el clima de politización general, de las opciones de voto de cara al 22, etc.; con el “clima de campaña” del CECSEA, donde se impuso la actual conducción (Hagamos lo imposible- El Túnel) con el 40% de los votos, creciendo unos puntos en relación al año anterior. Su campaña se centró en decir “esto recién comienza”, haciendo alusión a su administración del órgano estudiantil! Sin decir una palabra de la situación nacional, ni convocando a un debate estudiantil sobre el tema. A su vez, fueron impulsores y votantes de imponer una veda durante la semana electoral, en alianza con los K. Claro, los K  agrupados en elFuja y Alianza Universitaria, no tenían demasiado problema, dado que poseen  el aparato y los recursos de la gestión para hacer campaña por “Patria o Macri”. Lo que al contrario de la actual conducción si prepararon.Realizando, durante la semana previa, con el propio Lozano una asamblea con docentes, estudiantes y no docentes afines y un acto con el aparato del PJ y demás, donde se definió el apoyo al candidato del kirchnerismo por parte de toda la universidad. Así y todo, los K salieron segundos con 21%, solo 12 votos encima de la Izquierda al Frente, quien en este difícil clima realizó una elección aceptable, aunque menor de la que nos proponíamos.

La actual conducción ató de manos a los estudiantes en un clima que favorecía la politización y que podía haber sido aprovechado para relacionar el debate a nivel nacional con la universidad. Esto los favoreció, sumado a un clima nacional de estabilidad, donde se ve venir un clima conservador, pero todavía en un año electoral donde se lograron controlar las luchas. Es por eso que la generalidad votó  una representación que gestione. A esto se suma que el centro viene vaciado desde hace años, situación reforzada actualmente donde solo se realizó una asamblea, y en la cual la conducción no estuvo a la cabeza de ninguna lucha.

La votación de la izquierda clasista, si bien menor que la esperada, deja un caudal importante para enfrentar las luchas que se vienen. Además, el reagrupamiento tuvo el mérito de hacer romper la subordinación del PSTU y el PO al PCR, con el cual mantenían una alianza espuria en la conducción del centro hasta el año pasado(Al frente los estudiantes), que colaboro con la parálisis de la que se viene.

Por su parte, el Ya Basta y Las Rojas se sigue probando como una corriente política con un distinguido perfil propio, consiguiendo un creciente peso en la vida de la Universidad, impulsando durante todo el año actividades en la pelea por un movimiento estudiantil aliado a los trabajadores y al movimiento de mujeres, que se enfrente a los planes de ajuste de los gobiernos y la gestión. Así logramos nuclear un sector de activistas en la tarea por conseguir un centro de estudiantes que sirva como herramienta de organización para luchar por todos nuestros reclamos. En esa tarea seguimos y llamamos a las y los compañeros a sumarse a esta perspectiva para enfrentar el ajuste que se viene.

 

Agrupación Universitaria Ya Basta – UNQUI

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