Los últimos meses del 2015 fueron el escenario de una serie de atropellos que los dueños del Grupo 23 (G23), Sergio Spolzky, Matías Garfunkel, Darío Richarte y Mario Pergollini, emprendieron contra los trabajadores de los medios que pertenecen al grupo.
Esta red de multimedios aglutina las radios América, Vorterix, Rock & Pop, los diarios Tiempo Argentino, El Gráfico, las revistas 7D (Siete Días), Cielos Argentinos, el canal CN23, entre otros.
El disparador de la lucha y del actual conflicto fue el retraso salarial que sufrieron más de cien trabajadores del grupo por el mes de noviembre, y la consecuente indiferencia de los principales responsables, Spolzky y Garfunkel, quienes se negaron a responder a los reclamos de los trabajadores. Junto con esto, algunas revistas dejaron de imprimirse y comenzaron a padecer un liso y llano proceso de vaciamiento empresarial, mientras el pago de muchísimos aguinaldos tampoco se efectuó. Cabe aclarar que los colaboradores, el sector más precarizado en los medios, no cobran hace más de seis meses.
Ante esta situación, se inicia un estado de asamblea permanente con retención de tareas en varios de los medios del G23 y comienza a difundirse (a pesar del cerco mediático) la consigna “no al vaciamiento del grupo 23”.
Desde estas páginas queremos brindar todo nuestro apoyo a la lucha que están llevando adelante los trabajadores del Grupo 23, con el acompañamiento del activismo de otros medios que recientemente fundaron el SIPREBA (Sindicato de Prensa de Buenos Aires).
El miércoles 13, los trabajadores de Radio Nacional cumplieron seis días de paro y los de Tiempo Argentino realizaron un paro de 24hs. En el marco de una verdadera jornada de lucha, se movilizaron junto con otros trabajadores de prensa y organizaciones políticas desde las puertas de las revistas 7D y Cielos Argentinos hasta los talleres de redacción de Tiempo Argentino, y allí estuvimos los compañeros del Nuevo MAS acompañando la lucha.
Creemos que esta situación de vaciamiento demuestra que mientras los medios masivos de comunicación sigan en manos de grandes empresarios, toda la motivación y razón de ser de los mismos empiezan y terminan en sus propios intereses: generar ganancia a partir de la pauta publicitaria, pública y privada, y de producir sólo “lo que vende”. Esta situación no fue modificada a lo largo de todos estos años a pesar de toda la pantomima de la ley de medios.
Hoy, mientras el macrismo está implementando un verdadero ataque a la libertad de expresión, a ninguno de estos empresarios dueños de verdaderos pulpos mediáticos les interesa defenderla. Spolzky y Garfunkel, Richarte y Pergollini son casos que evidencian que los trabajadores no gozamos de libertad de prensa, si no que se garantiza la libertad a los empresarios para hacer de los medios de comunicación su propio negoción.
Para frenar los ataques del gobierno reaccionario de Macri, para frenar su ajuste y sus atropellos, es necesario movilizarse como lo están haciendo los compañeros del G23 y enfrentar las expresiones de estas políticas neoliberales en cada uno de los lugares de trabajo, con la perspectiva de unificar todas las luchas. También muestran el camino los compañeros estatales, que luego de una movilización de más de dos mil personas en repudio a la represión que sufrieron días atras, lograron reincorporar a dos mil despedidos y abrir una discusión por los dos mil quinientos restantes. Luchando en las calles es en donde podemos ponerle coto a toda la parafernalia cínica de un país “donde cada uno de nosotros encuentre un lugar donde ser feliz” mientras son los grandes empresarios nacionales e imperialistas y la oligarquía del campo quienes se llevan la tajada más grande de la torta.
Arriba los que luchan contra el ajuste de macri y los empresarios
No al vaciamiento del grupo 23. Pago de todos los salarios y aguinaldos adeudados.
Bel.