La casa de León Trotsky se encuentra en la calle Viena, en la colonia de Coyoacán, en el Distrito Federal de México. Esta fue su austera morada en su último año y medio de vida en la década del 40. Allí vivió con su esposa Natalia Sedova y su nieto Esteban bajo el amparo del asilo político ofrecido por el presidente de México Lázaro Cárdenas. Allí también fueron víctimas de la persecución política y atentados del stalinismo que finalmente acabaron con su vida por la traición de Mercader, infiltrado en el círculo de confianza y miembro del servicio secreto ruso, el 20 de agosto de 1940. El recorrido del museo comienza con una exposición de más de 100 imágenes de variado contenido en las que se muestra a León Trotsky, sus familiares y las personas que constituyeron su entorno más cercano, en sus últimos días de exilio en México. El material de archivo documenta incluso el multitudinario cortejo fúnebre que despidió sus restos por las calles de la ciudad.
Antes de entrar a la casa, el museo contextualiza la historia de finales de siglo XIX y mitad del siglo XX en una línea de tiempo que divide en tres ejes paralelos una serie de acontecimientos que distinguen entre la vida de León Trotsky, los acontecimientos en el mundo y los acontecimientos en México. Esta es la antesala de las instalaciones de la morada del gran estratega político del socialismo del siglo pasado.
La casa consta de un amplio patio, con varios metros cuadrados de verde donde tanto León como su compañera gustaban de trabajar la huerta y la crianza de gallos y conejos, conectándose con la naturaleza. En este mismísimo patio descansan las cenizas del principal impulsor de la Cuarta Internacional.
Dentro de la estructura edificada se distinguen las características torres que se mandaron a construir para la protección de los residentes y el cambio de la entrada a la residencia que respondió también a la necesidad de fortalecer la seguridad ante el peligro que constituía para la supervivencia de Trotsky y sus allegados. En la casa se respira un poco ese ambiente de quien vive en constante persecución por parte de fuerzas represivas en virtud del compromiso con la destrucción del capitalismo.
Al introducirnos en la casa podemos conocer un poco sobre la cotidianidad de esos últimos meses. El museo exhibe varias de las habitaciones de la casa. En el dormitorio donde dormía Esteban, nieto de León y Natalia, se pueden apreciar los balazos producto del primer atentado fallido que sufrieron en dicha morada, perpetrado por David Alfaro Siqueiros, entre otros.
Destaca por sobre los demás espacios de la casa, a los ojos de cualquier apasionado por la vida y obra de semejante luminaria política, su oficina y su biblioteca. Allí donde redactara los últimos artículos que hubiera producido, y donde todavía se muestra una pequeña parte de la vasta cantidad de libros que poseía, en varias lenguas y de toda clase de acontecimientos históricos del globo. Fue allí donde hasta sus últimos momentos de vida trabajó en una biografía de Stalin, con la finalidad de discutir con el burócrata acerca del futuro de la revolución socialista, tanto en la URSS como en el mundo, con la ferviente convicción de contribuir a la emancipación de los explotados y oprimidos y el fin de la explotación del hombre por el hombre.