Con mucho pesar las/os compañeras/os de Las Rojas y el Nuevo MAS despedimos a Lohana Berkins la semana pasada. Lohana Berkins (1965-2016) fue una luchadora por los derechos de la comunidad travesti, transexual y transgénero que abrazó el feminismo, así como otras luchas sociales y causas populares. Fue fundadora de ALITT (Asociación de Lucha por la Identidad Travesti y Transexual) y gestora de la Cooperativa de Trabajo «Nadia Echazú» para mujeres trans. Fue militante comunista e integrante de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto. Si bien muchas veces no coincidíamos políticamente con la compañera, pudimos tener abiertos debates con ella y claro está, coincidir en muchas posiciones y luchas en común a lo largo de los años. Una pelea conjunta fue el de la «contra-marcha», espacio de la izquierda y los independientes en las Marchas del Orgullo LGBTI, que, como reflejo de la Rebelión popular de 2001, cuestionó la convocatoria oficial de las Marchas del Orgullo siempre acrítica del gobierno de turno, convocatorias despolitizadas y con la connivencia del «mercado rosa» que lucraba con la comunidad LGBTI. Otro punto de acuerdo, aunque no en la estrategia a seguir, fue el Derecho al Aborto Legal y Gratuito como parte del derecho a decidir sobre el propio cuerpo. Compartíamos además la postura abolicionista respecto de la prostitución por no considerar que ésta pudiera ser jamás «un trabajo», sino la peor de las opresiones que la sociedad capitalista y patriarcal puede arrojar a personas trans y mujeres. Tuvimos la satisfacción en su momento, de que Lohana destacara la posición abolicionista de Las Rojas. En ese sentido, la compañera fue una de las primeras militantes en Latinoamérica que peleó por trabajo genuino y planes de capacitación para la comunidad travesti, siendo parte además, de la lucha por la Ley de Identidad de Género.
Luego de décadas de trabajo desde el llano con la comunidad, Lohana se había ganado un respeto y un reconocimiento únicos por su carisma, su personalidad y sus cualidades de dirigente política. Capaz de «atar» las alianzas tácticas y diálogos más disimiles, aun con sectores del oficialismo K, se las arregló para conservar su espacio de independencia siempre fiel a su anclaje de clase y a la lucha callejera. Y en la calle la encontró la última pelea, el pedido de Justicia ante el femicidio de Diana Sacayán, otra de sus queridas compañeras de lucha. No es fácil elevarse desde la marginación a la que el patriarcado capitalista conmina a las travestis pobres: la prostitución y un promedio de vida que no llega a los 35 años. Sin embargo, Lohana logró no sólo trascender estas condiciones sociales que se imponen «como un destino», sino que fue capaz de organizarse, abrir el espacio político para ella y sus compañeras en la sociedad y pelear su lugar dentro de las organizaciones políticas más conservadoras. A este «destino» socialmente impuesto, Lohana le opuso un esfuerzo de afirmación personal, político y militante: ser travesti, feminista y revolucionaria, o como a ella le gustaba decir (también como las mariposas Mirabal, agregamos nosotros): logró «ser Mariposa en un mundo de gusanos capitalistas».
Desde Las Rojas y el Nuevo MAS queremos rescatar el ejemplo de esta inolvidable compañera y solidarizarnos en estos tristes momentos con sus familiares y compañeras/os de lucha enviándoles un fuerte abrazo.