En la madrugada del 23 de febrero, luego de más de tres meses de complicaciones cardiopulmonares severas y tres internaciones en terapia intensiva, dejó de existir el compañero Luis Vicente, del PRS, conocido por sus camaradas y amigos como El Gordo “Chipi”.
De origen obrero, Chipi ingresó al PST, antecesor del MAS, en los últimos años de la dictadura militar. Dio así comienzo a una rica experiencia en la actividad política socialista revolucionaria, contribuyendo a la construcción del Partido desde las entrañas de la clase que lo prohijó.
Sería imposible hacer una semblanza de su vida militante en pocas líneas, pero hay aspectos de su talla de cuadro clasista y revolucionario que aportan lo esencial de su trayectoria. El Gordo Chipi tenía raíces fuertemente implantadas en el terreno de las luchas obreras y populares. Trabajó en muchas fábricas metalúrgicas, se transformó en referente entre sus compañeros. A la hora de “poner el pecho” entusiasmaba a los jóvenes militantes con su firme determinación al enfrentar a la patronal y a la burocracia sindical.
Trabajó luego, hasta el día de su muerte, en el Hospital Rawson, donde fue delegado votado por la base muchos años, hasta que fue expulsado del sindicato (SEP) por la Directiva del burócrata José Píhen por defender a los trabajadores de la salud. Atacados por la patota sindical durante un conflicto en el “Polo Sanitario” de Córdoba.
Era destacable también su preocupación por los problemas que abordaba el partido a nivel nacional e internacional. La división y el estallido del viejo MAS a inicios de los 90’ lo llevó como a muchos militantes, a conformar otra organización del trotskismo, en su caso el PRS con la cual desde el Nuevo MAS sosteníamos importantes diferencias.
Creemos igualmente que no existen fronteras organizativas que impidan el rescate para las futuras generaciones de revolucionarios socialistas un ejemplo de vida al servicio de la liquidación de este sistema de explotación y barbarie, el capitalismo, como el de Chipi y nos comprometemos a seguir su ejemplo y su lucha. A su compañera y sus hijos, a sus compañeros de partido, queremos hacerle llegar nuestro pesar por la terrible pérdida y nuestros fraternales saludos.
Compañero Gordo Chipi, quedarás en nuestra memoria ¡Hasta siempre!
Pollo