Compartir el post "Polémica con la Verde de ATE y el PO en Agrarios de Pcia. de Buenos Aires"
La lucha de los trabajadores de Agroindustria B.A. dio un gran paso adelante cuando el lunes 14 de marzo se echó al ministro Sarquis, ex ceo de Monsanto, de la torre 1, después de que el funcionario intentara retomar sus funciones en el ministerio que no había podido pisar en las dos semanas del conflicto por los 39 despidos. Al enterarnos de la presencia del ministro concentramos la batucada frente al despacho, cuando salió lo “acompañamos” con la batucada hasta su auto en el estacionamiento, transmitiéndole firmemente la idea de que no vamos a parar hasta que estén TODOS ADENTRO. Y que además queríamos la respuesta de una reunión pautada para ese mismo día, de la que no había novedades. De golpe, empezamos a notar cómo estos pedantes que se creen que pueden jugar con el trabajo de 39 familias empezaban a recular. Primero nos confirmó que estaba dispuesto a reunirse con el secretario general de ATE, siendo que en la última reunión del jueves anterior había enviado a un funcionario de segunda jerarquía, quien dijo que no pensaban reincorporar a nadie más, y se había dado el lujo de levantarnos la reunión que estaba pautada para el día siguiente.
Se tuvo que guardar la soberbia en su maletín e irse como rata. A los trabajadores, la acción nos fortaleció y demostramos la fuerza que tenemos en esta lucha.
Esta enérgica respuesta de los trabajadores al intento de Sarquis de que vuelva todo a la normalidad retomando el control del ministerio abrió una negociación de primera jerarquía con los ministros de Trabajo, Agroindustria y ATE; ofrecieron 7 reincorporaciones más junto a las 3 ya conseguidas, a cambio de una tregua hasta el jueves.
La estrategia de la negociación en el centro y la lucha subordinada al diálogo con las autoridades –planteada por la conducción de la Verde de ATE y la junta interna orientada por Tribuna Estatal PO– nos estaba metiendo en un callejón sin salida. Fue con la lucha del lunes que logramos repuntar el conflicto. Pese a lo evidente de esto, ATE y la junta interna plantearon en la asamblea siguiente que aceptemos la tregua, y balancean que el paso adelante no fue por la medida de lucha sino por sus habilidades para negociar.
Con la dirección de ATE hemos tenido balances distintos y planteos opuestos siempre, pero la novedad es la posición del PO. Lo clásico de la izquierda es sembrar confianza solo en la fuerza de la lucha de los trabajadores y no sembrar expectativas en las negociaciones. Negar que es la lucha de los trabajadores con firmeza contra un ministro del gobierno reaccionario la que consigue las cosas y hacer eje en la habilidad argumentativa, solamente apunta a sembrar expectativas en que este gobierno de patrones de estancia puede tener buenas intenciones.
El PO tuvo la caradurez de sumarse al balance de ATE, exigiendo que “borremos los videos” sobre la jornada del lunes, ¡como si fuera vergonzante la lucha de los trabajadores! Una lucha acompañada por compañeros estudiantes del Nuevo MAS e incluso por compañeros de Educación del mismo PO, quienes decidieron seguir su instinto de luchadores y no la línea verde de su partido en el conflicto.
Este conflicto nació ante una autoconvocatoria en enero impulsada por trabajadores y nosotros desde la Lista Gris Carlos Fuentealba. Logramos una asamblea masiva con una política de fortalecer la asamblea en un ministerio en el que la inmensa mayoría está afiliada a UPCN, gremio con una dirección abiertamente traidora.
Pero desde que llegaron, tarde, incluso después de UPCN, la junta interna dirigida por el PO y la conducción de la Verde se dedicaron a hacer autobombo de ATE, ¡incluso con acusaciones a los propios trabajadores de estar en ese gremio para obtener prebendas! Evidentemente el PO no plantea derrotar a la burocracia de UPCN y recuperar conquistas como atención médica o colonia en vacaciones de las manos de la burocracia. Sólo está preocupado por hacer crecer el mini aparato de conciliación de clases de ATE en el plano sindical y el suyo propio a nivel partido.
Desde el comienzo, ATE y el PO se negaron a pelear para que en las negociaciones entraran representantes de la asamblea y de los despedidos, con el argumento, típico de la burocracia, de que los funcionarios no lo aceptan. ¿Desde cuándo es la patronal la que decide sobre quiénes son los representantes de los trabajadores? Ni hablar de cuando hicieron de correa de transmisión del gobierno poniendo en sus comunicados que los funcionarios “pedían que un poco de calma no se vería nada mal”, o que en las negociaciones los laburantes que esperábamos afuera teníamos que hacer absoluto silencio por que “a los funcionarios les molestaba el ruido”, demostrando una postura de debilidad y acatamiento. El gobierno obviamente tomó nota de estos “gestos”, pero no para ablandarse, sino para actuar a sus anchas dilatando y suspendiendo reuniones.
Cuando la que dirigía y organizaba el conflicto era la asamblea, se buscaba sumar al conjunto de los trabajadores, un requisito clave para poder ganar la reincorporación de TODOS. La lógica mezquina y oportunista del PO reconvirtió la asamblea en un conflicto de ATE, con lo cual aleja a la inmensa mayoría de afiliados a UPCN. A esta altura, la firma de la asamblea desapareció hasta de los carteles, que se firman sólo como Junta Interna de ATE.
La maniobra típica de ATE, a la que insólitamente el PO se sumó con uñas y dientes, fue meter de movida confianza en la negociación cuando el conflicto era masivo y en ascenso. Nos metieron en la línea equivocada de confiar en la negociación y subordinar la lucha al apéndice de la “habilidad negociadora” de ATE y la Junta Interna, lo que llevó a que el conflicto se redujera a un tenaz pero minoritario grupo de compañeros.
Lo más grave es que después de que, producto de la confianza en la negociación que ellos mismos sembraron, la base dejó de participar –pero atención, no de estar atenta y apoyar como se demostró en el sostenimiento del fondo de huelga–, empiezan a justificar su política conciliadora ¡echándole la culpa a la base que no quiere pelear!
Con el triunfo de impedir que Sarquis se reinstalara en el ministerio, era el momento de pasar a la ofensiva, convocando nuevamente al conjunto de los compañeros en las oficinas a sumarse activamente, fortalecer otra vez las asambleas para seguir creciendo en esta lucha, no ya diciendo que vamos de a poco pero ganando con las negociaciones sino la pura verdad, que con batucada en los pisos solamente no alcanza y necesitamos una lucha fuerte y masiva. Pero se tomó el camino que ya fracasó, el de la tregua con este gobierno reaccionario que nos impuso un miserable 15% y tiene previstos despidos masivos para el 31 de marzo.
Si el repunte del conflicto el lunes no alcanzara para reincorporar a los 39, nuevamente se pondrá en debate la línea de convocar a todos los trabajadores en asamblea, retomar las medidas de lucha y no la línea ombliguista y reformista de ATE y el PO, que en vez de poner sus aparatos al servicio de la lucha, intentan nutrirse de la lucha para fortalecer sus propios aparatitos.
Todavía se puede ganar.
Lista Gris Carlos Fuentealba – La Plata