José Luis Rojo
Compartir el post "Hace falta una jornada nacional con piquetes en todo el país"
En el contexto de la ofensiva de Macri se colocan las responsabilidades de la izquierda y la política que corresponde llevar adelante en el actual período.
En la izquierda clasista existe un problema que tiene nombre y apellido: Frente de Izquierda. Dicho frente se ha transformado en una máquina de impedir para cualquier acción conjunta que vaya más allá de que sus integrantes mantengan la cooperativa electoral. Cooperativa que, por lo demás, no puede extenderse a nadie más siquiera en el terreno electoral (como dijo un compañero de la dirección del PO tiempo atrás: ¡el FIT es un “negocio” del cual no quieren que participe nadie más!).
El PO y el PTS impidieron la realización del encuentro en Racing en marzo pasado. Ahora el PO convoca a uno suyo de “bolsillo”. El PO subordinó la histórica lucha estudiantil que estaba despuntando a la orientación sindicalista de aceptar un aumento que no tuvo nada diferente del de los sectores dirigidos por la burocracia. Además los integrantes del FIT no intervienen en ningún proceso juntos, pero sí se dedican a dividir lo que podría ser unificado.
Las “teorizaciones” del PO
Esto ocurre porque toda su orientación tiene como único punto de mira y fin las elecciones del año próximo. Así de vergonzoso, así de miserable. Esto no excluye teorizaciones sectarias, claro. Desde que comenzó el año el PO se maneja con criterios ultimatistas, tipo los del tercer periodo del estalinismo. El PO “teoriza” en contra de la unidad de acción en las luchas (una palabra que, sin embargo, no usa, reemplazándola por otra que es el frente único, que evidentemente no se plantea salvo con fuerzas estrictamente obreras).
No quiere “mezclarse” con nadie. No quiere que nadie les “robe” banderas: “(…) La existencia de un gobierno de derecha no justifica unir a las tendencias que militan en el movimiento popular” (Julián Asinder, prensa obrera nª1413). No, ¿y que lo justificaría entonces? Luego se agrega: “(…) el planteo clásico del oportunismo omite que muchas agrupaciones, aun declarándose opositoras (…) oscilan en aplicar ellas mismas el ajuste” (Julián Asinder, ídem).
Es obvio que las tendencias reformistas oscilan entre empujar la lucha y traicionarla (incluso llevando adelante medidas en defensa del orden burgués). ¡Pero por eso son reformistas, burocráticas, burguesas! Si los revolucionarios dirigiéramos los batallones principales de los trabajadores, no necesitaríamos embretarlas y desenmascararlas en la lucha. Pero como esto no es así, necesitamos aprovechar esas “oscilaciones” para obligarlas a salir de sus madrigueras y desenmascararlas en la lucha.
Dicen Sierra y Bravetti: “La campaña hacia la conferencia nacional de la CSC (…) será un laboratorio de política obrera que abordará la cuestión candente del ‘frente único y el plan de lucha’ necesario para derrotar a Macri y los gobernadores; cuestión que supone la expulsión de la burocracia de todo signo y la puesta en pie de una nueva dirección” (Prensa Obrera nª1413). Hasta ahora el marxismo había enseñado lo opuesto: que para derrotar a los gobiernos capitalistas había que impulsar la más amplia unidad (¡hasta con el diablo y su abuela recomendaba Trotsky!), para precisamente al calor de la lucha poder disputarles a las direcciones burocráticas sus bases y derrotarlas.
Luego está el caso del PTS. Cuesta seguirlo en su auto-referencialidad permanente más allá de toda proporción; en el fondo, su política termina siendo idéntica a la del PO y por idénticas razones: electoralismo. Así que lo que termina teniendo es una estrategia oportunista disfrazada de una táctica sectaria…
Pero esta estrategia no es solo oportunista sino casi idiota. El desbarranque de los K muy posiblemente le dé votos a la izquierda. Pero esto no ocurrirá en el vacío. Si Macri logra imponerles duras derrotas a los trabajadores, el corrimiento hacia la derecha puede hacerse imparable; y en esas condiciones los votos también pueden fugarse…
La clave está en la lucha de clases
Nuestro partido reafirma que la tarea es lograr la más amplia unidad de acción para derrotar y echar al gobierno antiobrero de Macri, su ajuste y su política global reaccionaria.
Unidad de acción que debemos llevar adelante incluso con las corrientes “oscilantes”, centristas, reformistas, con el objetivo de poner en pie una gran Jornada Nacional de Lucha y un Encuentro Nacional de Trabajadores donde las fuerzas clasistas disputen la dirección y orienten las cosas hacia una perspectiva de independencia de clase de los trabajadores, alternativa tanto al macrismo como al kirchnerismo en decadencia.
Sumate a construir el nuevo MAS, el Ya Basta, Las Rojas, la agrupación clasista de trabajadores Carlos Fuentealba, para dar juntos estas batallas.