El domingo 26 de junio se cumplieron 14 años de la Masacre de Avellaneda. Aquel día, pero del año 2002, a tan solo seis meses de la caída de De La Rúa, las organizaciones de desocupados se jugaron a realizar una acción decidida en la Asamblea Nacional de Trabajadores cortando el Puente Pueyrredón. El gobierno de Duhalde intentaba afirmarse luego del vendaval de diciembre, donde uno tras otro fueron cayendo cuatro presidentes en diezdías. Lo que se ponía en juego era algo más que un corte de calle: se decidía si los fuegos delArgentinazo podían seguir ardiendo.
Duhalde y el fracaso de la salida represiva
En este contexto, se preparó una verdadera operación militar con miles de policías que tenían la orden de llevar a cabo una acción ejemplificadora. En la subida del Puente Pueyrredón, la Bonaerense, con el concurso de tres fuerzas federales, montó una provocación para dar rienda suelta a una cacería que incluyó francotiradores, allanamientos a locales partidarios, persecuciones a varios kilómetros del lugar de los hechos, etc. En ese contexto, es que Maxi y Darío caen baleados en el interior de la estación de trenes. Sus asesinos materiales: el comisario Franchiotti y el caboAcosta. Sus asesinos intelectuales: Duhalde, Solá, AníbalFernández, Atanasof, Matzkin, Álvarez, etc.
Inmediatamente, el gobierno hecha a correr la versión, en boca de AníbalFernández, de que había sido un “enfrentamiento entre piqueteros”. La indignación de la sociedad fue tal que nadie dio crédito a estas versiones[i]: el 27 de junio una reacción democrática de miles de personas se convocaba en Plaza de Mayo abriendo una crisis política que culminaría con el adelantamiento de elecciones previstas para septiembre del 2003 a marzo, y la posterior eyección de Duhalde del poder.
Macri viene por las conquistas del Argentinazo
Bajo el cielo gris, desde temprano comenzaron a disponerse las columnas sobre la avenida Pavón para subir al puente. El paso de esta década y media deja sus huellas también en la composición social de la marcha: el movimiento de desocupados se vio reducido, mientras que el sector másdinámico fue la juventud de la mayoría de las corrientes políticas presentes.Cerca del mediodía, la cabecera con una bandera que rezaba “14 años de impunidad, seguimos luchando por justicia” se abrió paso hacia al puente, donde se realizó el acto central con la lectura de un documento y las intervenciones de Alberto Santillán y Vanina Kosteki, padre y hermana de Darío y Maxi, respectivamente.
Desde el Nuevo MAS nos hicimos presentes con una delegación de trabajadores y jóvenes, recogiendo la experiencia de aquel día en el cual el Frente de Trabajadores Combativos orientado por nuestra organización estuvo en la primera fila enfrentando la represión. Hace 14 años peleábamos por la unidad de clase de ocupados y desocupados y por trabajo genuino para todos.
Hoy, mientras seguimos exigiendo justicia por Darío y Maxi, Fuentealba, Mariano Ferreyra, levantamos bien en alto las banderas de la rebelión popular y nos ponemos de pie para enfrentar al gobierno reaccionario de Macri.Este viene decidido a atacar las condiciones de vida y a revertir las conquistas conseguidas por los trabajadores y los sectores populares con sus luchas. Mientras aplica su plan de ajuste, afila sus armas (protocolo anti-piquetes, fallo de la Corte contra el derecho a huelga) para terminar con la conflictividad social. Por eso, cada acto, cada conmemoración, cada fecha, debe ser un grito de guerra para pararle la mano a Macri, contra el ajuste y la represión, y para que en el próximo Argentinazo sean los trabajadores con sus organizaciones los que estén a la cabeza de la pelea.
Corresponsal
[i]Reciénel 28 se conoció la secuencia de fotos que discretamente el grupo Clarín había guardado. Para ver el papel del multimedios recomendamos “La crisis causó dos nuevas muertes” de Patricio Escobar yDamián Finvard.