Para esos que se quejan de que el segundo semestre viene sin mejoras, les recordamos que no todos la pasaron mal en el primer semestre de 2016. En efecto, si se ordenan las Bolsas del mundo por sus ganancias en dólares en ese período, el índice Merval de Argentina está cuarto con el 10,7%, por encima de EEUU, Japón, Francia, Alemania, España, China, India y México. Patria financiera, que le dicen.

Servicio gratuito a los lectores: traducimos declaraciones de funcionarios, en este caso del titular del sistema de medios públicos, Hernán Lombardi. Dijo sobre los festejos del 9 de julio que “las protagonistas son las provincias, que son preexistentes a la Nación”. Traducción: “No vamos a hacer nada importante en Buenos Aires por miedo a los escraches”. Y agregó: “Los festejos serán federales, históricos y austeros”. Traducción: “Los festejos serán austeros”. De nada.

Almuerzo de la CGT en la sede del sindicato gastronómico. Toma la palabra el anfitrión, Luis Barrionuevo, que amenazó con tomar una postura más dura si el gobierno no gira los 2.700 millones de pesos para las obras sociales que se había comprometido a desembolsar. Muchachos del PRO, tengan en claro una cosa: pueden hacer lo que quieran con la guita de los jubilados, de los trabajadores, del Estado y hasta de los empresarios. Pero con la guita de la burocracia no, eh.

Adrián Werthein, presidente del grupo que lleva su apellido, uno de los más importantes del país, resumió en el almuerzo del Consejo Interamericano de Comercio y Producción la opinión de toda la gran patronal: “No hay que pedirle nada al gobierno, hay que ofrecerle ayuda. La administración de Macri es un grupo de gente que está bien inspirado, que va a cometer errores, pero debemos estar nosotros para ayudar a corregir esos errores”. Como es empresario y no funcionario, puede decir en voz alta lo que otros no. Así, se permitió la siguiente comparación: “Existen 18 millones de personas que dependen del sector público, contando trabajadores estatales, jubilados y beneficiarios de planes sociales. Es el 42% de la población”, se quejó, y propuso la solución: “En el año 2002 eran 8 millones de personas, 10 millones menos que ahora, sólo el 24% de la población” ¿Queda claro? La clase capitalista argentina pretende que el gasto del Estado hoy debe bajar a los niveles del año de los índices de pobreza, indigencia y desocupación más pavorosos de la historia de este país. Con razón se quejan (en voz baja, claro) de que el gobierno no hace todo el ajuste que corresponde…

Precisamente respecto de eso, el Banco Central difundió el relevamiento de expectativas del mercado. El déficit fiscal estimado para 2016 es de 350.600 millones de pesos (un 4,2% del PBI de 2015, según lo calcula el Banco Mundial). Lo curioso es que para 2017 bajaría a…. 340.100 millones. Qué se le va a hacer, es un año electoral y ni siquiera estos neoliberales resisten la tentación del “gasto populista”.

Sigamos con el tema. Se conoció un avance del Presupuesto 2017 enviado al Congreso por el gobierno. Resulta que casi todas las medidas de promoción de crecimiento de la economía se basan en la suba del gasto en obra pública, con 3.500 proyectos de obras aprobados por un total de 122.000 millones de pesos. Pero a no entusiasmarse mucho, porque los dibujos del macrismo no tienen nada que enviarle a los del kirchnerismo. Por ejemplo, calculan que el Plan Nacional de Aguas crearía por sí solo medio millón (!) de puestos de trabajo. Y el pomposo Plan Nacional de Transporte, que promete la cuadruplicación (!) de kilómetros de autopistas, insumiría 6.250 millones de dólares, es decir, casi el 75% del total presupuestado para la obra pública. Los números no cierran, pero algo queda claro: en cuanto a inversiones extranjeras (ni hablar de los empresarios locales), seguimos en el desierto de Atacama.

Este triste panorama de una inversión en infraestructura dependiente del esfuerzo del gasto público que decida una gestión ultra neoliberal fue ilustrado, imprudentemente, por la canciller Susana Malcorra: “Son necesarios 100.000 millones de dólares de inversión en infraestructura en los próximos cuatro años. Y no podemos realizarlo solos”. Claro, hacen falta capitalistas argentinos y foráneos. Pero no parecen asistir al llamado desesperado del gobierno, cuyo presupuesto de obras para 2016, como vimos, no llega al 7% de esa cifra. Mientras tanto, Macri sigue recibiendo cálidas felicitaciones y sinceras palmadas en la espalda en los países imperialistas europeos. Por ahora, las autopistas se van a hacer con eso.

Otro hipergarca, Luis Pagani, dueño de Arcor, le pone fecha a las buenas noticias: calcula que el consumo masivo podrá recuperarse “en tres o cuatro años”. No aclaró si es porque espera que Macri sea reelecto o que se vaya.

La recaudación impositiva de junio es un fiel indicador de la dinámica económica. La suba de los ingresos por IVA, del 40%, refleja ese índice de inflación. La caída de derechos de exportación, del 56%, es un recordatorio del regalito de la baja de retenciones que estamos pagando con las tarifas. Y el aumento de los derechos de importación, del 64%, muestra que el levantamiento del cepo sirvió en primer lugar para terminar de reventar el superávit comercial e inundar la plaza local con bienes de consumo importados que liquidan empleos. Clarísimo.

Una de política: Rogelio Frigerio, ministro del Interior, propone un “Acuerdo del Bicentenario” con los gobernadores del PJ. Consistiría en que Cambiemos no presenta boleta propia y sus candidatos van en las listas del PJ en provincias donde no tiene estructura propia, que serían no menos de ocho. La reforma política impulsada por el macrismo incluye la eliminación del “voto cruzado”, por lo que las distintas facciones peronistas no podrán compartir boleta. De ese modo, las listas del PJ promovidas por los gobernadores correrán con el caballo del comisario, en detrimento del kirchnerismo. Con este acuerdo (que por supuesto será implícito, no formal), ganan los gobernadores, al despejar el camino de opositores internos, y gana el gobierno, no sólo porque se colgará de la lista del PJ, sino porque la contraprestación tácita será apoyo parlamentario y garantías de gobernabilidad para el macrismo. El periodismo ya habla de “peronismo amarillo”.

Frase PROtuda de la semana: “Nos equivocamos con el aumento de tarifas, no hicimos un buen cuadro tarifario; fue un error de gestión” (Ernesto Sanz, principal dirigente de la UCR). No nos engañemos con la aparente humildad del uso de la primera persona: hasta Sanz se suma a los cientos de miles de usuarios que están llamando por teléfono al ministro Aranguren. Parece que le van a pasar la línea a la Corte Suprema, a pedido del ministro de Justicia Hernán Garavano…

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