La suspensión del tarifazo en la luz parece una respuesta irónica a los “argumentos” del gobierno para defender el tarifazo del gas. Por un lado, el interventor del Ente Nacional Regulador de Gas, David Tezanos (el mismo que hasta el 10 de diciembre era directivo de… Metrogas) no fue capaz de dar muchas razones en su informe ante la Comisión de Defensa del Consumidor, no dio ningún “informe técnico” que justifique el aumento y minimizó el rol de los usuarios en la audiencia pública. Para colmo, el Ministerio de Energía le mandó a la Corte el “informe técnico” (¡pffff!) que había solicitado el máximo tribunal. Pues bien, parece que la madre de todos los problemas es que “la producción de gas se desplomó un 26% en una década”. Ajá. 26%. ¿Eso es todo? Sin duda, es una caída importante, pero… ¿26%? ¿Y eso cómo explica un aumento del 1.000%, o del 800%, o del 1.600%, o “apenas” del 400%? No dan los números, fiera.
El macrismo se dispone a cumplir con los gobiernos provinciales el mismo rol que cumplía el FMI con los gobiernos argentinos. La advertencia a las provincias es que “ya se endeudaron lo suficiente”. Fueron unos 5.600 millones de dólares en lo que va del año, un negoción para inversores extranjeros (esos bonos “sub soberanos” pagan arriba del 7% de interés anual en verdes). El reto se dio en el marco de la firma de los convenios entre Nación y las provincias para la devolución del 15% de la coparticipación. La preocupación del macrismo es que los gobernadores no puedan resistir la tentación de evitar el ajuste emitiendo deuda. Lo curioso es que el gobierno nacional no sigue su propio consejo: después de una fallida emisión de deuda del Tesoro en pesos hace dos semanas, lanzó una nueva emisión de Letras del Tesoro por 650 millones de dólares. Haz lo que digo, no lo que hago.
Hablando de los gobernadores, digamos que están a punto de convertirse en los villanos de la película del Impuesto a las Ganancias. El gobierno ahora habla de una “ambiciosa reforma” a ese tributo, que consistiría en subir el mínimo no imponible de 30.000 a 40.000 pesos. ¿Quiénes van a oponerse? Pues los representantes de las provincias en el Congreso, que es donde debe sancionarse la modificación. Resulta que cuando el Estado nacional recauda menos en concepto de Ganancias se perjudican en primer lugar las arcas provinciales, ya que ese impuesto es coparticipable. Y recibir menos plata justo en un año electoral…
Volvemos a la sección “garcas críticos del macrismo”. Empecemos por Goldman Sachs, una de las principales bancas de inversión. Esos archigarcas advierten que el pago de intereses de la deuda pasó del 2,2% del PBI al 2,6%, y se quejan de que “a la luz de las últimas medidas, será muy difícil avanzar en la reducción del déficit”. Al respecto, otro lobo de Wall Street, Julio Piekarz, calcula el déficit real (contando los pagos de intereses de la deuda) en un 7% del PBI, y “eso equivale a 35.000 millones de dólares anuales; es mucha plata para buscar financiamiento”. Y el director de la consultora Macroviews, Rodolfo Santángelo, brama que “con esta política fiscal, este año la inflación de este año no bajará del 40%, y en 2017 no será menor al 25%”. Y agrega que el mayor problema es “el financiamiento del déficit fiscal con deuda externa, el Estado financia sus gastos con dólares”. Le faltó completar: igualito que en los años del menemismo. Eso sí, con inflación.
Los muchachos liberales del PRO descubrieron que el mercado no lo es todo. Después de una década criticando el “intervencionismo estatal” de los K, ahora resulta que ministros como Prat Gay, Cabrera y Buryaile reprochan amargamente a los empresarios que suben los precios de manera desmedida. En la reunión donde se discutió el precio del aceite se dio la curiosa situación de que de un lado del mostrador estaba Miguel Braun, secretario de Comercio, y del otro estaba su primo, el hijo de su tío Federico Braun, dueño de la cadena La Anónima e histórico oligarca patagónico. Delicias de un gobierno de CEOs. El resultado del encuentro fue que se decidió la continuidad del fideicomiso para subsidiar el aceite. ¿Guillermo Moreno not dead?
Fumata blanca entre Macri y la CGT por los fondos para obras sociales. Los 30.000 millones del Fondo Solidario de Redistribución se repartirán así: 2.700 millones ya para las obras sociales, 15.000 palos se colocarán en bonos cuyos intereses (unos 5.000 millones anuales) irán también para los Gordos, 8.000 millones para un fondo especial destinado a los que no tienen cobertura de obras sociales ni prepagas, y otro fondo especial de asistencia de emergencia a las obras sociales de 4.500 millones. Además, la Superintendencia de Servicios de Salud absorberá los gastos de prestaciones crónicas que hoy pagaban las obras sociales y cuyo reintegro debían tramitar de manera larga y engorrosa (un ahorro adicional de 2.500 millones). En el anuncio estuvieron, además de Macri y el ministro de Salud Lemus, estos nenes: Lingeri (Obras Sanitarias), Cavalieri (Comercio), West Ocampo (Sanidad), Gerardo Martínez (UOCRA), Andrés Rodríguez (UPCN), el inefable Gerónimo Venegas, Carlos Acuña (por Barrionuevo) y Jorge Sola (por Moyano). Pregunta capciosa: ¿influirá de alguna manera este acuerdo con la decisión que en su próxima reunión tome la CGT, que había venido amenazando con un paro contra la política de Macri? ¡Qué suspenso!
Frase PROtuda de la semana: volvemos a las fuentes. Entrevistado por el diario peruano El Comercio, el presidente contestó así cuando le preguntaron por la marcha de la economía argentina:
“Siento que comenzamos a remontar vuelo leeeentamente” (Mauricio Macri, que felizmente no se dedica a la aeronavegación, ya que un avión que remonta vuelo leeeentamente… bueno, no remonta vuelo y se estrella ¿vio?)
Frase PROtuda de la semana, bonus track: al cierre de esta edición llegó una que no podemos resistirnos a reproducir. Ahí va:
“Vamos a golpear al narcotráfico donde más le duele: en el negocio de la droga” (Patricia Bullrich, ministra de Seguridad. Encima no lo dijo, ¡lo escribió! No da ni para agregar una ironía, pobre).
M.Y.