Héctor “Chino” Heberling



El pasado martes 9 de agosto se realizó una marcha a la Plaza de Mayo en rechazo a la persecución y judicialización de los ferroviarios del Sarmiento, contra el tarifazo y el ajuste del gobierno de Macri, exigiendo a las centrales sindicales que dejen de darle tiempo al gobierno y convoquen a un paro general.

La cabecera estuvo copada por una aguerrida columna de 200 ferroviarios de la Bordó que llegaron marchando con un “tren” a la cabeza, a su lado se ubicó el SUTNA.

Detrás se ubicaron delegaciones de distintos gremios, los docentes, estatales, periodistas, gráficos, subte, alimentación, etc. Se destacó la presencia numérica de los movimientos de desocupados.

Cerrando la marcha se sumaron los partidos de izquierda. Desde el Nuevo MAS nos hicimos presentes en apoyo al “Pollo” Sobrero y los ferroviarios del Sarmiento con una delegación de nuestra Corriente Sindical Carlos Fuentealba, encabezada por la Comisión Interna de Pilkington, que había firmado la convocatoria.

La jornada terminó con un acto en la Plaza de Mayo donde hicieron uso de la palabra únicamente los “secretarios generales” de algunos de los sindicatos presentes (toda una novedad para un acto de la vanguardia antiburocrática y combativa), como el “Pollo” de la UF Haedo y Alejandro Crespo del SUTNA, entre otros.

La convocatoria fogoneada por el PO como parte de su campaña autoproclamatoria votada en su Conferencia sindical para “pasarle el trapo” al resto de las corrientes demostrando “todo lo que dirigen” quedó a mitad de camino. Uno: porque numéricamente la marcha “no levantó el amperímetro”. Dos: porque si bien lograron que se hagan presentes otros sectores, la mayoría optó por concurrir con “delegaciones” (vista la ostensible aparateada del PO). Tres: por más que hacia afuera trataron de “posicionar” a sus dirigentes sindicales como “referentes de la izquierda”, en el movimiento obrero no lo lograron, ya que para eso hace falta algo más que ganar elecciones en un sindicato: hay que ser parte de una experiencia real de un sector que luche y que mantenga en el tiempo las posiciones ganadas (en este rubro el “Pollo” fue el centro del periodismo presente).

El saldo tiene sabor a poco, porque la jornada no sirvió para que alrededor de una actividad común se puedan dar pasos firmes en un reagrupamiento de la vanguardia luchadora, tarea que sigue pendiente después del fallido intento del Encuentro del 5 de Marzo.

La responsabilidad mayor es del PO por querer imponer burocráticamente su política ultimatista de “delimitación del nacionalismo burgués”, que se traduce en su oposición rotunda a la necesaria orientación de unidad de acción en la lucha y en las calles, para enfrentar el ajuste del gobierno de Macri.

Gracias a la política divisionistas del PO, la marcha quedó de espaldas a la realidad y en contraposición con las expresiones reales de lucha; no hubo un diálogo o una búsqueda de cómo, con quién o por dónde impulsar la lucha con más amplios sectores de trabajadores, desconociendo obtusamente que no solo enfrentamos el problema de que aún los grandes contingentes están dirigidos por la burocracia sindical, sino que en esta coyuntura se agrega que todavía la mayoría del los trabajadores no están por salir “a matar o morir” contra Macri; de lo que se trata entonces es de cómo involucramos a más contingentes a la pelea y no solo nos contentamos con realizar una marcha rutinaria de los sectores que influenciamos.

 

En este marco, desde el Nuevo MAS defendimos una orientación no sectaria enfrentando las imposiciones del PO. En la última reunión previa a la marcha “aplicaron” el “filtro” impugnando a nuestros compañeros de la Comisión Interna de Pilkington con el argumento de que “acá hablan los secretarios generales de los sindicatos”… Una burocrateada muy común en estos tiempos de autoproclamación del PO, pero que en realidad visto los últimos acontecimientos, oculta una debilidad: la de no poder tapar la ridiculez de una política que lo aísla de la vanguardia y que a cada paso le trae más problemas.

Por nuestra parte, seguiremos insistiendo en el llamado a los sectores antiburocráticos y luchadores a poner en pié un reagrupamiento para impulsar la más amplia unidad de acción para derrotar el ajuste de Macri al tiempo que de verdad organizamos a los sectores clasistas.

 

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